Exotismo y comunismo

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Es inevitable pensar que la historia que cuenta Noche y día, en manos de un director con aspiraciones de entretenimiento popular o directamente comerciales, podría convertirse en un pastiche sensiblero. El director y guionista Wang Chao se las arregla para usar un tono cinematográfico (en fotografía, sonido y ritmos) acorde a la vida de sus personajes, trabajadores de una mina en una región que parece alejada de la civilización. Este ajuste de tono, que también implica la reducción al mínimo de los diálogos, habla de la sensibilidad del director ante el material que pone en pantalla.

Pero el grueso de los espectadores se va a interesar más por lo que se ve en pantalla que por la sensibilidad del director. El sencillo esquema de la historia, extendida por tomas largas y sin movimiento pero con muchas pausas y silencios, pinta con sutileza un universo tan interesante como exótico para el público occidental. La historia se desarrolla en la frontera de China con Mongolia. La civilización apenas aparece representada por algunos vehículos y las acciones del gobierno comunista. El clima del lugar se refleja en esos largos silencios y en la poca comunicación entre los personajes (aunque en esto se intuye que juega su papel la idiosincrasia local). El despojo con el que se cuenta la historia esconde alguna critica a partir del simple hecho de mostrar. El ritmo, a pesar de lo dicho, juega un poco en contra y puede generar cierto tedio en el espectador.

Noche y dÍa

ficha

China. 2004. Título original: Ri ri Ye ye. Director y guionista: Wang Chao. Fotografía: Yi Huhewula. Música: Qin Wenchen. Elenco: Liu Lei, Wang Lan, Xiao Ming.

atención a...

Hay un elemento sobrenatural en la historia que se remata en el epílogo y que le da un toque extra. La fotografía. La cámara está fija en toda la película salvo en una sola toma (no se dirá cuál), pero es una decisión estética funcional al ritmo del mundo en que se ambienta la historia.

Algunos apuntes sobre las relaciones sociales, especialmente cuando buscan pareja para el hijo del dueño de la mina, con cierta ironía triste que hace recordar al tono de los films de Rebella y Stoll.

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