GUILLERMO ZAPIOLA
La programadora del festival de Toronto Diana Sánchez emplea la expresión "asombrosa actuación" al referirse a la labor de Antonio "Taco" Larreta en "La ventana", la nueva película del argentino Carlos Sorín, que se presentó en ese festival.
También el crítico Stephen Lan desliza en su página web otros elogios a la labor de "Taco" (a quien también define como "gran escritor y libretista", demostrando que conoce su obra literaria y cinematográfica pero que sabe menos de lo que ha hecho en teatro) en su cobertura del mismo festival.
La ventana se presentó con elogios en Toronto el pasado domingo y tendrá otras tres repeticiones a lo largo del festival. El director Sorín (La película del Rey, Historias mínimas, El perro, El camino de san Diego) llegó a Toronto para presentar su film y ha contado cómo nació La ventana.
La historia transcurre a lo largo del último día de vida de su protagonista (Larreta), un escritor que padece una insuficiencia cardíaca, sabe que sus minutos están contados y espera el regreso de un hijo al que no ve desde hace varias décadas y que confía en llegar a tiempo para ver a su padre todavía con vida. En determinado momento el protagonista escapa de los familiares y enfermeros que lo cuidan para emprender un último paseo por los alrededores de su casa, un último reencuentro con la naturaleza, en un tránsito que tiene el claro sentido de una despedida. Actúan también en el film María del Carmen Giménez, Alberto Ledesma, Emilse Roldán, Roberto Rovira y otros.
Sorín, que dialogó con la prensa antes del lanzamiento de la película, ha contado que su principal fuente de inspiración fue la información que pudo reunir acerca de la muerte de Chejov. Siempre ha sido un admirador del escritor ruso, y en los últimos tiempos además de releer sus cuentos comenzó a interesarse por su vida. Leyó la que considera la mejor biografía del escritor (La dramática vida de Anton Chejov, de Irene Nemirovsky), y lo conmovió particularmente la descripción de las últimas horas de su vida en un hotel del balneario de Badenweiler, despidiéndose de su esposa y su médico con un brindis con champagne, episodio también recreado por Raymond Carver en su cuento Tres rosas amarillas. A ello se agregó otro factor, más personal: el fallecimiento el año pasado del propio padre de Sorín. Esa mezcla de influencias y sentimientos condujo a la elaboración del guión de La ventana.
La elección de "Taco" para el papel protagónico fue realmente una idea de José María Morales, socio de Sorín que está produciendo también una vida de Artigas basado en un guión de Larreta. Haciendo a un lado la extensa labor de "Taco" como intérprete teatral y hasta su fugaz incursión como actor en la pantalla (La memoria de Blas Quadra, una película en la que demostró ser una real "presencia" cinematográfica más allá del pobre diálogo que le hacían pronunciar), Sorín pensó fundamentalmente en el "escritor Larreta" para hacer, justamente, de un escritor.
Sorín sostiene que hay una forma de hablar, de manejar la palabra, con una musicalidad muy especial, que es exclusiva de un escritor. También quería un actor que tuviera realmente la edad del personaje (85, 86 años) y no a alguien más joven que "actuara" a un personaje de más edad. Reconoce de todos modos que en más de un momento "Taco" tuvo que "actuar", por que con todos sus años posee de todos modos una salud y una vitalidad mucho mayores que las de su personaje. Aunque Sorín destaca especialmente un aspecto de la composición de su intérprete: "La mirada, esa mirada inteligente que `Taco` no la actúa, la tiene".
En lugar de su frecuente Patagonia (La película del rey, Historias mínimas, El perro), Sorín eligió para rodar su film un paisaje que considera menos rudo y más bucólico: los alrededores de Bahía Blanca, cerca de Sierra de la Ventana y en el límite con la Pampa. El paisaje forma parte del drama y ha recibido elogios adicionales. La ya mencionada Diana Sánchez destaca "la espléndida fotografía, el soberbio ritmo y la tranquila belleza del film", y define a éste como una obra "gentil y tierna" sobre el costado más frágil de la naturaleza humana, la memoria, el paso del tiempo y la cercanía de la muerte.
Por su parte, Stephen Lan señala que Sorín establece un inteligente, inextricable vínculo entre la realidad y la ficción, convirtiendo los miedos, las esperanzas y los deseos del protagonista en una experiencia conmovedora y perceptible para casi todo espectador.
Remate de una historia
Mañana a las 19 horas, en su casa de Libertad 2861, se remata una importante colección de bienes, muebles y objetos de arte de Antonio "Taco" Larreta. La oferta (que estará hoy en exhibición de 10 a 12 y de 14 a 19 h) incluye desde juegos de porcelana hasta muebles de estilo, una enorme biblioteca y una pinacoteca integrada por obras de Gurvich, Costigliolo, Damiani, Barcala, J. Páez Vilaró, Cúneo, Cabrera y muchos otros.
Bonavena en el horizonte de Sorín
A su regreso de Toronto, Carlos Sorín se abocará de lleno al trabajo en su siguiente film, Ringo, la historia del peso pesado Oscar Natalio "Ringo" Bonavena, que será encarnado por Rodrigo de La Serna. Sorín declara que los actores de cine y los boxeadores han sido siempre sus ídolos, de modo que juntar ambos mundos en una misma película constituye para él algo así como "el sueño del pibe".
Ringo Bonavena entró en la leyenda cuando combatió con Mohammed Alí y en la crónica policial cuando murió asesinado en 1976 en las puertas de un famoso prostíbulo en Reno, Nevada. Sin embargo, la película de Sorín (producida por Sebastián Ortega, el hijo de "Palito") no se ocupa de las oscuridades sino de la luminosidad del héroe. El film termina con la vuelta a su país tras la pelea con Alí, sus temores de ser mal recibido y la ovación que lo saludó al llegar.