GUILLERMO ZAPIOLA
Es uno de los acontecimientos del 26º Festival Cinematográfico Internacional del Uruguay. Esta noche a las 21.15, en Cinemateca 18, se exhibe el documental argentino "Luca", realización de Rodrigo Espina sobre el legendario músico Luca Prodan.
A veinte años de su muerte, Luca Prodan sigue siendo una de las figuras claves de la historia del "rock" argentino. Aunque su nombre se vincula, sobre todo, al grupo Sumo, el documental de Espina se ocupa sobre todo del Luca "pre-Sumo", incluyendo testimonios de familiares y amigos, materiales rodados en su momento por el propio director, y otros elementos de archivo.
De hecho el director Espina, quien se encuentra en Montevideo acompañado del productor Aníbal Esmoris (ambos presentarán la película personalmente esta noche), era probablemente la persona indicada para emprender este trabajo sobre Luca que, según sus propias palabras "quiere descubrir al hombre detrás del mito".
Espina fue amigo de Luca, rodó con él un corto (La noche que estallaron las lámparas) en 1986, y luego comenzó a filmar a su pedido recitales y otros aspectos de su trayectoria. No estaba previsto que ese material pasara a formar parte alguna vez de una película, aunque Espina sospecha que, en determinado momento, el propio Luca empezó a pensar en términos de un film futuro. "Yo digo que Luca pensó en la película antes que yo, porque mientras yo lo filmaba con la inconciencia del fan, él siempre era consciente de que estaba en cámara, y actuaba en consecuencia", sostiene hoy el director.
Incidentalmente, el corto con Luca tuvo su propia historia. Fue exhibido en el Parakultural, un reducto de la cultura "underground", y una noche hubo un allanamiento policial que terminó llevándose a una cantidad de "señoritos bien" que habían ido a sentirse transgresores por un rato. En medio de esas agitaciones alguien volcó cerveza sobre el master y lo inutilizó. Espina ha podido reconstruirlo a partir de las tomas originales. Muy extraño, claro, pero todo lo que se vincula con Luca Prodan es extraño.
Luca George Prodan nació en Italia el 17 de mayo de 1953, hijo de un italiano y una escocesa. Según Espina, ese doble origen constituyó una fuerte influencia en él. "Era un tano calentón y un gentleman británico", afirma. Se hizo echar del exclusivo colegio escocés al que lo mandaron estudiar (y al cual el equipo de filmación tuvo difícil acceso), se peleaba con facilidad, y hablaba mal de casi todo el rock argentino, generalmente con razón. Aún hoy, sostiene Espina, su familia europea no termina de valorar la importancia que tuvo en el Río de la Plata ("excepto tal vez su hermano, que vivió algunos años en Buenos Aires").
Era, literalmente, la "oveja negra" de la familia, con su fama de mujeriego y la maldición mayor de la heroína que acaso apresuró su muerte, pero Espina prefiere recordar al "otro" Luca: al tipo culto que "había leído todos los libros" y era capaz de hablar con solvencia de gente tan diversa como Dante Alighieri y Kurt Vonnegut, al caballero de buenos modales que cedía su asiento a una anciana o abría la portezuela del auto para que una dama descendiera, al amigo generoso. "Más que un gran músico (que también lo era) Luca fue un poeta, un hombre, un luchador por la libertad", declara enfáticamente Espina.
PELÍCULA. La preproducción del film fue larga y complicada. Cuando murió Luca (22 de diciembre de 1987, quizás de cirrosis hepática) Espina tenía los materiales que filmara con él. Pronto obtuvo también algunas de las "cartas orales" (casetes grabados con su propia voz) que el músico enviaba a parientes y amigos en Europa. Pero todavía no tenía una película.
"La película en sí misma comenzó a tomar forma en 1995", cuenta Espina. Implicó entrevistar a familiares, ex-compañeros del colegio escocés, sus compañeros de heroína en Italia. Pero Espina no quería un "documental de cabezas parlantes". Para él, Luca era sobre todo "espectáculo, imágenes, música". El productor Esmoris amplía la idea sosteniendo que el resultado final "más que un documental, es música", con un ritmo peculiar y una determinada estructura dramática.
Espina y Esmoris debieron enfrentar un problema serio: la imposibilidad de utilizar la música oficial de Sumo, cuyo uso fue prohibido por dos de los ex-integrantes del grupo, concretamente Ricardo Mollo y Diego Arnedo, quienes finalmente decidieron no tener nada que ver con la película. Espina sostiene que para él "no haber podido usar una canción como Heroin, tan vinculada a la vida de Luca, es un dolor que voy a llevar toda mi vida". Espina expresa empero su satisfacción por haber demostrado que varios mitos circulantes sobre cine y "rock" han sido hechos añicos por Luca. "Que no era negocio, que la gente iba a romper las salas en las que se exhibiera, que a los amantes del cine el `rock` no les interesa y viceversa". La circulación del film en la Argentina ha cuestionado esas creencias, y es probable que el dato se confirme a partir de la próxima exhibición en el Bafici (Festival de Cine Independiente de Buenos Aires). Hoy llega a Montevideo, y seguramente va a generar también las reacciones del caso.
Silvio Tendler: un testigo de su tiempo y su lugar
También en Cinemateca 18, pero a las 16.20, va hoy El mundo global visto de acá: Milton Santos, del documentalista brasileño Silvio Tendler. Se trata de un extenso reportaje al personaje del título, uno de los más importantes intelectuales brasileños del siglo XX, intercalado con materiales que ilustran su complejo pensamiento.
En la conferencia de prensa que ofreció en Sala Dos de Cinemateca, el director Tendler, que tiene una vasta filmografía como realizador de documentales testimoniales, contó que su película nació casi como un efecto colateral de un trabajo más ambicioso que empezó en 1990 y aún no ha terminado: un documental sobre el "estado del mundo" titulado Utopía y barbarie. En principio, Tendler quiso incorporar el testimonio de Santos a ese otro film, pero luego de hablar con él (que en ese momento vivía en París) entendió que allí, sólo con él, ya tenía una película. Lo entrevistó largamente poco antes de su muerte en el 2000, y luego se tomó su tiempo para editar el material, un trabajo complicado que pretendía preservar la amplitud y densidad de ideas de un pensador complejo.
"Santos no se oponía a la globalización, pero creía que había sido secuestrada por un grupo de empresas", sostuvo el director.
funciones en abril
El film "Luca" se presenta hoy en una única exhibición en el Festival de la Cinemateca. Se la exhibirá más adelante, sin embargo, en Montevideo. En el momento de escribirse estas líneas están previstas una serie de exhibiciones en función trasnoche, en Cinemateca 18, los sábados del mes de abril y primera quincena de mayo. Habrá que ver si más adelante llega también en horario que pueden llamarse "normales".