MATIAS CASTRO
Manuel Nieto estrena mañana La perrera, su primer largometraje, pero no es la primera vez que se habla de él. De este director y guionista de 34 años se venía comentando desde que se estrenó su único cortometraje, Nico y Parker, que codirigió con su compañero de estudios Diego Fernández.
Con su compañero, más conocido en su círculo como Parker, está dando clases de realización en la Escuela de Cine. "Yo no me siento muy cómodo dando clases. Pero hubo un pedido expreso y lo tuve que tomar. Me siento a veces un poco chanta". Es que su formación académica pasó por Ciencias de la Comunicación, sin tener un objetivo específico. Trabajó luego como asistente de dirección en las dos películas de Stoll y Rebella (25 Watts y Whisky), en la argentina Los muertos de Lisandro Alonso y en el corto guaraní Hamaca paraguaya.
La perrera cuenta lo que le ocurre a David, un joven que vive en La Pedrera, cuya intención es venir a estudiar a Montevideo, pero que se ve obligado por su padre a permanecer en el balneario durante varios meses para construir una casa. Lo hace con un grupo de amigos, con el que comparte la vida pasiva en un lugar de la costa que es retratado de forma muy diferente a como se lo ha visto en los últimos años: vacío, melancólico y sin nada de la mística que muchos le han adjudicado.
-¿Cuándo empezó el proyecto de "La perrera"?
-Cuando después de estar un año en España, se había agotado la vida útil de Nico y Parker y yo estaba sin trabajo y en medio de una crisis de pareja. Necesitaba hacer algo. Laburaba ocasionalmente como road manager de grupos, llevándolos de gira por España. Necesitaba una perspectiva y armé las primeras veinte páginas de La perrera, con su desarrollo de guión y tratamiento de tres páginas. Me presenté con eso en Ibermedia, en el Hubert Bals y otros fondos. Pero entre que apliqué y tuve la primera respuesta, todo colapsó en España y ya estaba en Uruguay. El primer fondo que gané lo recibí unas semanas después de llegar acá, y fue como una señal de que me tenía que quedar. Al principio la película parecía que venía con bruto viento en la camiseta. Y con esos primeros fondos filmamos el primer tramo de la película.
-¿Tu plan era filmarla con fondos de concursos o hacerla a como de lugar?
-Estuvimos casi dos años pendientes de los fondos, entre el 2002 y el 2003, tiempo en el que se perdió el FONA y el Ibermedia. Pero concretamos ahí la coproducción con Argentina y empezamos a hablar con Canadá. La película realmente comenzó a financiarse cuando Whisky fue a Cannes, cosa que dejó muy bien posicionado a Fernando (Epstein) para conseguir fondos, ya que ellos no tenían otro proyecto, salvo este.
-"La perrera" tiene en común con "Nico y Parker" el haber nacido de situaciones reales.
-Tiene una base real, pero nada más que eso. La peli no refleja la vida de un tipo. Quizás el guión original sí, porque en la etapa de escritura las cosas estaban más cerca del lugar y momento de donde uno las toma, y así las registrás en lo escrito. Luego hay cosas que tienen que ver con el proceso de producción de la película: cuando hacés el casting, elegís la locación y el vestuario, todo hace que lo que en algún momento parecía muy cercano a la realidad vaya tomando cada vez más distancia. Después está todo lo que filmás, que quizás tenía todavía algo que ver con esto, y luego en la edición sacás parte de lo que filmaste. Lo que empezó muy cerquita, al final del camino está muy lejos y ya no tiene nada que ver. Durante el camino se va perdiendo esa cercanía con la idea original y la película se transforma en otra cosa.
-¿Le permitiste a los actores intervenir en el guión?
-Yo creo que ellos pudieron hacer muchas cosas, pero por otro lado creo que ellos me acusan de ser un tipo muy difícil. Parte del riesgo de la película es la mezcla de actores profesionales, actores amateurs y gente que no es actor. Algunos aportan más que otros. Pero a algunos de La Pedrera los elegí por un tema de respeto a la realidad: porque ellos mismos construyeron la casa sobre la que actuaban. Era una construcción de verdad. Cuando los ves rellenando columnas lo están haciendo de verdad y lo hicieron con todas las columnas. Cuando clavan una tabla, queda ahí y nadie la cambia de lugar. Por eso la filmamos en tres etapas, seguimos el proceso constructivo de una casa de ese tipo hecha por esos tipos.
-¿No recibían ninguna indicación en cuanto a la dirección en la que construirla?
-Había una arquitecta que concebía el proyecto teóricamente y en ella me apoyaba para ir escalonando todo desde acá. Pero la casa es como la película, porque hay una distancia muy grande de los dibujos a la casa hecha. Ya que la película se filmaba en tres partes y en un año, corría muchos riesgos y por eso está filmada linealmente para que si algo cambiaba, la peli pudiera absorber esos cambios. Tanto si había cambios en la construcción de la casa o si a algún actor le pasaba algo.
-En "Los muertos", Lisandro Alonso utiliza un procedimiento similar.
-Cuando empecé La perrera estaba bastante influenciado por el esquema de producción y rodaje que usa Lisandro. Trabajamos con un equipo chico, muy homogéneo porque éramos todos hombres. Yo esto lo había justificado pensando que el equipo detrás de cámaras fuera como un reflejo de la situación del pueblo. También tenía que ver que en la primera etapa, el poco presupuesto que teníamos daba para dos semanas y sólo para pagarle a parte del equipo. No hubo foto fija, maquilladora, continuista, peluquero, el mismo auto de producción era el de cámara. Pero no se pudo seguir filmando así porque la película tenía otros requerimientos de producción y se hacía necesario filmar con más comodidad, porque ya no era el mismo tipo de película, se estaba convirtiendo en otra cosa. Yo entendí muchas cosas que no tenía claras en el guión, como las diferencias entre el tiempo literario de la escena y el tiempo fílmico.
-¿Filmaron sin usar guión técnico?
-Teníamos uno, pero no exhaustivo. E incluso teníamos dibujos de algunas cosas. Y de otras hacíamos el storyboard en cámara, mismo sobre la locación y actuando la escena nosotros. Es una manera menos teórica y abstracta de pensar.
-¿Tuviste que adaptar mucho el guión a la forma de hablar de los actores?
-Depende del personaje, en el caso de Rodney, por ejemplo, no se cambió nada. Pero hubo que adaptar otras cosas. A medida que avanzó el rodaje yo me fui alejando del guión original que tenía baches muy grandes. Por ejemplo todo el proceso de armado de la casa, que en la película dura como 10 minutos, estaba resumido en una frase. En el primer tramo del guión nos aferramos mucho a lo que estaba escrito. Después me di cuenta que cuanto más flexible sos en el rodaje, mejor salen.
"La película está filmada linealmente para absorber los cambios del rodaje"