Con un robot solo para Bruce Willis

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Bruce Willis regresa a la ciencia ficción con la película identidad sustituta, bajo la dirección de Jonathan Mostow (Terminator 3). En el futuro, una empresa logra popularizar un sistema de robots sustitutos, que hacen las tareas cotidianas mientras que sus dueños permanecen seguros y sin esforzarse en sus casas.

Cada robot sustituto es como una versión idealizada de su propietario. Alguien que es gordo o feo, puede encargarse la fabricación de un robot esbelto y lindo, o incluso tener otro sexo. El personaje de Bruce Willis es un detective de la policía, viejo y desgastado, que envía a su trabajo a su robot, que es como él pero más joven, prolijo y atlético. Al mismo tiempo su mujer, interpretada por la actriz Radha Mitchel, tiene su propio robot sustituto y se ha vuelto adicta a él. La pareja, entonces, casi no tiene contacto real entre sí, a pesar de vivir en la misma casa.

La presencia del director Mostow no es la única conexión casual de esta película con la saga de Terminator. El guión fue escrito por John Brancato y Michael Ferris, quienes escribieron también el guión del film Terminator: La salvación. Ambos se encargaron de escribir la adaptación de lo que originalmente fue una serie de historietas publicadas en el año 2006 bajo el mismo título.

La idea de arranque consiste en que, gracias al sistema de robots sustitutos, la gente ha logrado construir una sociedad más segura e impoluta. Claro que el ritmo de las cosas se ve alterado cuando aparece un "asesino de sustitutos", que desata la investigación policial. El personaje de Bruce Willis se hace cargo del asunto y comienza a adentrarse en una trama que podría tener implicancias mayores para todo el sistema, al mismo tiempo en que él va dejando de lado el uso de su propio robot.

El director Jonathan Mostow ha defendido a capa y espada su película, destacando en entrevistas que tiene un punto que la diferencia de otras historias de robots: "Lo que la vuelve sumamente original es que en películas anteriores los robots que hemos visto pueden pensar por sí mismos. En esta película, los robots no son más que herramientas, marionetas, máquinas. De modo que el robot no puede hacer nada que el ser humano no le ordene hacer. Y… es casi una metáfora de Internet. Puedes programar tu correo electrónico pero éste no enviará tus mensajes, ni escribirá los mensajes por ti: en definitiva, tú tienes que escribir el mensaje y enviarlo. Y esta idea de permanecer en el hogar y vivir tu vida a través de otro, bueno, es de algún modo como estamos viviendo actualmente. Podemos intercambiar correos electrónicos y comunicarnos a través de Facebook y Twitter y hacer nuestras compras por Internet. Todo podemos hacerlo desde la comodidad y seguridad de nuestros hogares". La nota es que aquí la historia es contada en clave policial de acción.