Como un niño que comió mucha azúcar

MATÍAS CASTRO

La declaración fue contundente: "No voy a parar hasta verlo condenado, quiero que nunca más le diga judío de mierda a alguien. Quiero que no me ofenda más. Yo le voy a enseñar a él quién es Jacobo Winograd". Esas fueron las palabras del mediático argentino Jacobo Winograd, en referencia a Ricardo Fort y el posible juicio que los enfrentaría si el próximo lunes no llegan a un acuerdo. Winograd ya le había plantado dos denuncias judiciales a Fort, por discriminación (argumento que nueve años atrás también lo enfrentó a Silvia Süller) y por sentirse amenazado por sus guardaespaldas.

Winograd es un personaje de los que solo se ven en la televisión. Es de esas figuras que a base de insistir durante años, de ser de respuesta rápida y ánimo peleador, ganan esporádicamente espacios en algunos programas que requieren de figuras así. Por algo fue panelista del desaparecido programa de Marcelo Polino y luego del programa de Petinatto. A su modo, no es muy distinto a Fort, otro adicto a las cámaras de televisión que no tiene más sustento detrás que su arrogancia y actitud para pararse ante ellas.

Winograd es un tipo peleador, casi tanto como Fort. En buena medida su fama se ha apoyado en eso y no en vano su libro Toda mi verdad amenaza con hacer temblar a todo el mundo, políticos incluidos. Pero no deja de ser parte de sus jugadas oportunistas, como las de cualquiera que se revuelve en su ambiente, intentando sobrevivir a base de enfrentamientos. Ambos hacen algo parecido para mantenerse, aunque uno tenga mayor solidez por sus habilidades como empresario y el otro solo pueda hablar y gritar aceleradamente como un niño que comió demasiada azúcar en un cumpleaños.

Me pregunto si figuras como Winograd tendrán un público que los sigue. Hay gente de la televisión que arrastra público fiel detrás de sí. Pero un tipo que aparece y desaparece periódicamente, cuyo mayor aporte es intercambiar insultos con figuras tan estrafalarias como Fort, Süller, Ricardo García y otros, dudosamente logre más que conseguir un par de puntos de rating. Pero a la larga, no hay mucho más que eso.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar