Una franquicia de acción y comedia que cumple 40 años y es un fenómeno que no para de renovarse

Algo debe tener para que 40 años desde su primera aparición, la franquicia de los Cazafantasmas siempre ande en la vuelta. En tres años, por ejemplo, estrenó dos nuevos envíos cinematográficas que intentan, con éxito, reflotar la marca.

Se suman a las dos películas originales, las series animadas y el merchandising que ha generado en estas cuatro décadas la idea que también ha tenido vida en las historietas, libros y figuras de acción.

El estreno mundial y con fanfarrias de Ghostbusters Apocalipsis fantasma es una confirmación de su permanencia en el imaginario colectivo. Para reafirmar la tradición vuelve a reunir a tres de los Cazafantasmas originales (Bill Murray, Dan Aykroyd, Eric Hudson) con los nuevos representados por la familia Spengler (Paul Rudd, Carrie Coon y los jovenzuelos Finn Wolfhard, McKeena Grace y Logan Kim).

Por ellos pasa el futuro de la saga desde Ghostbusters: El legado que se estrenó en 2021 y representó la llegada a la franquicia del director Jason Reitman, hijo de Ivan Reitman, el encargado de la primera. Apocalipsis fantasma la dirige Gil Kenan.

“Los estándares de estas películas son muy elevados”, explica Kenan en declaraciones cedidas por la productora. “Cada una de las películas anterior tienen momentos espectaculares. Apostamos todo a la creación de algo digno del logo de los Cazafantasmas, y el espíritu que permite la soltura, la improvisación, lo lúdico y a la vez lo vital frente a las cámaras”.

“En Ghostbusters: Apocalipsis Fatasma, la familia Spengler regresa al sitio donde todo comenzó -la icónica estación de bomberos en la Ciudad de Nueva York- a fin de reunirse con los Cazafantasmas originales, quienes han desarrollado un laboratorio ultra-secreto que permitirá acceder a un nuevo nivel en lo tocante a la cacería de fantasmas”, dice el resumen oficial de la película. “Pero el descubrimiento de un antiguo artefacto libera un ejército de fantasmas capaz de provocar escalofríos en toda la ciudad, así que las dos generaciones de Cazafantasmas deberán sumar esfuerzos a fin de proteger su hogar y salvar al mundo de una segunda Era del Hielo”. Eso es lo que pasa

Los Cazafantasmas fueron un invento de Dan Ayrkoyd para consagración propia y de John Belushi, su compañero de Saturday Night Live, quien falleció en 1982 antes que el proyecto se concretara.

La idea que era más sobrenatural y menos neoyorquina interesó, finalmente, a Ivan Reitman y Columbia, quien vieron que, con algunos ajustes, bien podría integrarse a la onda de las comedias familiares de acción. Aykroyd y Harold Ramis perfilaron la idea para ese lado y la terminó dirigiendo a Reitman.

Los dos se reservaron un lugar en los Cazafantasmas a los que sumaron a Bill Murray como un parapsicólogo de la universidad de Columbia pero, principalmente, alivio cómico.

Fue un éxito y a los críticos les pareció divertida e interesante: fue la segunda película más taquillera de 1984 y su canción “Ghostbusters” de Ray Parker Jr. fue también número uno entre los singles más vendidos.

Generó, además, una marca popular que obligó a una secuela que no estaba tan buena en 1989, dos series animadas y hasta parques de atracciones. El overol característico de la pandilla suele ser una elección recurrente en Halloween y bailes de disfraces.

Acá, además, de los tres cazafantasmas sobrevivientes hay varios motivos y personajes recurrentes incluyendo el “hombre de malvavisco” que ahora son una suerte de minions, los Mini Pufts, a Pegajoso, esa gelatina verde y glotona y, claro, el Ecto1, el coche funebre ploteado. También están Annie Potts (como la cazafantasma Janice Melnitz) y William Atherton como el alcalde Peck, némesis inofensivo de los héroes.

“Lo que me impresionó fue la manera como Jason y Gil han dado continuidad a la historia, como si todo lo extrajeran del ADN que nosotros mismos pusimos en marcha en 1984”, dice Aykroyd en declaraciones oficiales. “En última instancia, se trataba de gente común -ahora, de una familia como cualquier otra- que se gasta bromas, pero que a la vez salva al mundo de terroríficas y espectrales amenazas, y esto se lo toman muy en serio. Adoro esta combinación en la pantalla grande”.

La familia es todo un tema en esta nueva etapa de la saga.

“En mi opinión, como narrador, siempre hay algo ahí que me incita a definir un hogar y es un tema que conecta toda mi obra”, dijo Kenan, quien dirigió antes Monster House: La casa de los sustos y Poltergeist: Juegos diabólicos. “Al interior de esta película, el principio que anima la historia gira alrededor de una familia que busca una especie de anclaje, un lugar que puedan considerar suyo, un sitio que les defina como familia. Es una cuestión a la que sé sacarle jugo, así que todo el asunto se se transformó ante mis ojos en una historia que yo mismo podría dirigir”.

A eso se le suma un poco de nostalgia, referencias para fanáticos, una actualización con caras juveniles y el mismo espíritu de matiné de la década de 1980. Ha perdido, con el paso del tiempo, algo de su mordacidad y gracia pero lo que se lleva ahora es el entretenimiento para toda la familia, una Nueva York amenazada y un final divertido. Todo eso está acá.