ENTREVISTA
La actriz habló con El País sobre la película de ciencia ficción "Monster Hunter" que ya se encuentra en HBO Max y NSNow de Nuevo Siglo
Nació en Ucrania y tenía cinco años cuando sus padres abandonaron la Unión Soviética por motivos políticos para instalarse en California. “Crecí en los ochenta y siento que todos los dibujos que solía mirar eran con mujeres poderosas como She-Ra y los Thundercats”, dijo Milla Jovovich en una charla con El País para hablar de Monster Hunter: La cacería comienza, que se estrenó ayer en HBO, en el básico del servicio de cable y se repite todos estos días (hoy, por ejemplo, va a las 19.00). También está en HBO Max y NSNow de Nuevo Siglo.
“Mi padre quería un varón, y me crió como si fuera uno, así que siempre miraba películas de acción, y en vacaciones cuando íbamos a esquiar, en vez de subirme a los toboganes para niños, jugábamos en las pistas de grandes. Eso me hizo más fuerte”, comenta esta actriz que desde hace más de dos décadas se dedica a repartir piñas y patadas, como heroína del cine de acción.
De niña, Jovovich leía mucha ciencia ficción y miraba cable porque sus padres nunca le pusieron una niñera cuando salían. “Me acuerdo de ver Aliens, sola en casa a los 11. Me gustaba mirar películas con personajes femeninos fuertes”, le contó a El País.
No eran muchas y capaz que descubrirlas hizo que en su carrera se dedicara a romper con ese preconcepto y alguien puede inferir que gracias a la saga Resident Evil o Ultravioleta, ambas con Jovovich, comenzaron a aparecer más heroínas de acción.
"Definitivamente Sigourney Weaver y Linda Hamilton, ellas fueron las mujeres con las que crecí viendo porque no había nadie más”, le contó a El País. “Eran las únicas, y siempre sentí que estábamos subrepresentadas. Quería ver en el cine más mujeres fuertes que salvan el mundo”.
A Jovovich la descubrió el famoso fotógrafo Richard Avedon cuando tenía nueve años. Se convirtió en una de las top models de su generación.
El salto al cine fue inevitable, y luego de papeles menores (entre ellos en Seducción de dos lunas, una erótica de Zalman King protagoniza Regreso a la laguna azul (1991), secuela de aquella con Brooke Shields, una película muy pequeña pero que le alcanzó para hacerse notar.
Lo mismo pasó seis años después con El quinto elemento de Luc Besson, donde compartía elenco con Bruce Willis. Y le descubrió un nuevo mundo.
“Cuando hice El quinto elemento la pasé genial porque me encanta el entrenamiento, los elementos de fantasía, el vestuario alocado, la posibilidad de ir a diferentes mundos y ser capaz de retratar estos personajes. Siempre me sentí atraída por esa clase de películas”, dice.
Dirigida por Besson fue la heroína más grande de la historia, en Juana de Arco pero después se ha concentrado en aventuras menos reales en las seis películas de Resident Evil, por ejemplo. Es, más allá de su larga carrera, una estrella de una Clase B bien presentada y redituable.
Aceptó trabajar en Monster Hunter cuando su esposo -el director y guionista Paul W.S. Anderson- le mostró la onceava versión del libreto. “Las primeras versiones no me tenían en la película. Era un personaje secundario”, dijo Jovovich.
Anderson, quien también participó, en la charla acota que fue un proceso que demoró 10 años para concretarse.
“Cuando Paul me mostró una nueva versión del guion me dijo: ‘terminé el libreto, leelo y dime lo que te parezca, pero te advierto, esta vez lo escribí para ti’. Pensé, estás embromando, de ninguna manera voy a pasar de pelear contra zombies (en la saga Resident Evil) a cazar monstruos”, dijo Jovovich entre risas.
—¿Qué te convenció?
—Que es un buen personaje, y lo primero que pensé fue: es distinta a Alice (su personaje en Resident Evil) y sentí que Paul entendió eso cuando escribía el guion. Es un personaje más humano, más eficiente, y además siempre me gustó todo lo relacionado con la milicia, así que cuando vi que era una Ranger del ejército, me terminó de convencer.
—Resident Evil, Monster Hunter. ¿Cuáles son las dificultades de hacer una película basada en un videojuego?
—Una de las cosas que entiendo como difícil es poder adaptar el mundo del videojuego para las personas que no juegan videojuegos. También es ver lo loco que el ejército de Estados Unidos te entrene como una luchadora con las mejores armas y tecnología, y llegas a este mundo donde no sirven de nada. Es lindo que personas de distintos mundos y culturas tengan que trabajar en conjunto para el bien común. Ese, me parece, el mejor mensaje de esta película.
—Se filmó en paisajes inhóspitos de Sudáfrica y Namibia. ¿Pasaron el rodaje con sus hijos?
—Siempre tratamos de llevarlos a tantos lugares como podemos, pero algunos de los lugares eran realmente inhóspitos. Había uno en particular donde el termómetro marcaba 50 grados durante el día y apenas caía el sol, la temperatura bajaba a menos de cero. Además había muchas tormentas, todo estaba lleno de tierra y llegamos con los chicos, pero enseguida los mandamos de regreso a Ciudad del Cabo. La niñera quedó contenta.
—Seguramente el 2020 fue un año distinto al que tenían planeado. ¿Cómo fue vivir el aislamiento?
—Todavía no terminó, todavía no vemos el final del túnel. Igual te digo, es una locura aquí con personas antimáscaras, antiregulaciones, anti salud pública y vacunas, es loco. Hemos estado en casa, usando máscaras cuando tenemos que salir, pero ha sido una aventura. Además tuvimos una bebé, Osian, que nació en febrero de 2020, y tuvimos que quedarnos por dos semanas en el hospital. Eso fue complicado. Tenemos una gran familia y este tiempo nos ayudó a conectarnos, pero a un nivel personal fue increíble estar aislados.
—Hablabas de Sigourney Weaver y Linda Hamilton como modelos para tu carrera pero ahora tú sos un modelo para muchas mujeres. ¿Cómo se siente?
—Es increíble. Muchas mujeres y niñas ven las historias que hago y me dicen cómo estos personajes las cambiaron y motivaron para ser fuertes y también a hacer las cosas de manera distinta. Y eso es, claro, magnífico.