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Cómo Ethan Hawke se volvió un monstruo en "El teléfono negro", su último estreno en cines

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Ethan Hawke

CAMBIO

El actor, cuatro veces nominado al Oscar se ha dedicado a las películas de terror y ahora hace de "el hombre de la bolsa" dirigido por Scott Derrickson

Ethan Hawke
Ethan Hawke

A Ehan Hawke se le solía asociar más por películas de porte independiente o, cuando cruzaba hacia el otro lado, manejarse en el mainstream con cierta soltura y dignidad. En una de esas dos categorías hay que colocar su asociación con el director Richard Linklater de la que salieron cosas como la trilogía que iniciaron con Antes del amanecer y Boyhood. Pero también ha estado en policiales interesantes como Día de entrenamiento.

Pero en los últimos tiempos ha encontrado un nicho, perdón el facilismo, en las películas de terror. De hecho, en cines está en cartel El teléfono negro, su segunda colaboración con Scott Derrickson, el director que le presentó el género hace 10 años con Sinister.

El teléfono negro transita entre las historias de fantasmas y una leyenda universal que ha atemorizado a generaciones repartidas por los cinco continentes: el hombre de la bolsa.

“No hay nada más terrorífico que esa icónica figura que se afana en robar niños. Es lo peor”, dijo Hawke en una entrevista con la agencia Efe.

El personaje al que interpreta Hawke se inspira en esta leyenda y acaba personificado en un sádico mago enmascarado que utiliza sus trucos para raptar y torturar niños a finales de la década de 1970 en Denver, Colorado.

“Mi personaje es absolutamente malvado y está fuera de sus cabales. Lo mejor que puede hacer cualquiera es alejarse de él. Eso es todo lo que puedo decir de él”, dijo el actor.

La película está coprotagonizada por Mason Thames, quien hace el papel de Finney, un tímido niño que tratará de escapar de las garras del asesino condicionado por una infancia de maltratos físicos por parte de sus compañeros de clase y mentales de un padre beodo que acumula botellas de cerveza y cajas de cereales.

Un aspecto más novedoso de El teléfono negro es su forma de conjugar la historia de un asesino en serie con la de terror de casas encantadas.

“Hay unas partes en las que parece que estés viendo a Hannibal Lecter y otras en la que estás frente a Poltergeist. Eso es lo que creo que la hace original”, dijo Hawke.

Y es que Finney recibirá instrucciones para salir del sótano donde está recluido a través de un teléfono negro que lo conecta con las ánimas de otros niños a los que este particular hombre de la bolsa les arrebató la vida.

Una visión del cine de terror que, según Hawke, sigue “un patrón clásico” y se escora hacia “la interpretación del género que tienen Steven Spielberg o Stephen King”.

Derrickson se basó en el exitoso y breve relato homónimo que Joe Hill escribió en 2004. “Es muy bueno. No es un cliché, de verdad; no saben lo difícil que es hacer una película que dé miedo y a la vez te llegue. Y él (Scott Derrickson), lo consigue”, argumentó el intérprete estadounidense sobre el cineasta.

Hawke, quien tiene 52 años, ha desarrollado una larga carrera. Debutó en Los exploradores que era pura aventura y donde también se hizo notar otro rompecorazones de los 80, el malogrado River Phoenix. El impulso a la carrera de Hawke se lo dio La sociedad de los poetas muertos, en la que interpretaba a uno de los discipulos más dedicados del profesor que interpretaba Robin Williams.

En Viven interpretó a Nando Parrado, uno de los uruguayos sobrevivientes de la tragedia de los Andes y en los 90 estuvo en películas más o menos llamativas como Gattaca, en la que trabajo con quien sería su esposa, la actriz Uma Thurman. Ha estado cuatro veces nominado al Oscar: dos como guionista (por Antes del atardecer y Antes de la medianoche) y dos como actor secundario (por Día de entrenamiento y Boyhood).

Recientemente se lo ha visto en cosas de gran porte como Los siete magníficos, Predestinación y El hombre del norte y otras un poco más modestas pero muy interesantes como First Reformed, esa maravilla de Paul Schrader, Tesla de Michael Almereyda y La verdad de Hirokazu Koreeda. También ha sumado algunas producciones más cercanas a la clase B. Siempre, igual, aporta su presencia de estrella.

Películas como El teléfono negro podrían estereotiparlo como un actor del género de terror. Y más haciendo de asesino en serie en un mundo paranomal.

“Es una mochila que todos cargamos. Ocurre lo mismo con Anthony Hopkins; tras verlo hacer de Hannibal Lecter ya no te lo crees si lo ves interpretando a un amable abuelito”, explicó Hawke. Es su primer papel en una de horror en la que hace de monstruo.

Igual, con 40 años de carrera, Hawke cree que “todavía hay tiempo para cambiar” a una etiqueta por fuera del terror.

No le va a ser fácil: El teléfono negro contará con su propia atracción de casa encantada en los parques temáticos de Universal ubicados en Orlando y Hollywood a partir de septiembre. Y eso es una franquicia de la que le va a ser difìcil escapar.

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