Canciones de un carioca

Uno de los mejores discos del año incluye DVD con un documental sobre la grabación

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Luego de casi ocho años sin grabar, Chico Buarque de Hollanda volvió a editar un disco. Estuvo ocupado con las palabras, pero con "Carioca" este fascinante cancionista volvió a las melodías.

Fueron varios años cerca de la literatura y lejos de la música. Tras publicar la novela Budapest, Chico Buarque decidió que quería volver al estudio de grabación y a los escenarios. "El oficio de escribir es muy solitario. Eso se dice, lo sabemos, pero en mi caso estoy totalmente solo. Antes, cada tanto tiempo le leía algún capítulo a mi mujer. Ahora, en cambio, ya no hay nadie. Se está solo, sufriendo por no saber cómo van saliendo las cosas... Pero también hay momentos de vanidad. Uno se detiene, sale a tomar una copa con los amigos y los mira, pensando que ellos ignoran que tienen delante a un tipo al que le ha salido una página impecable", dijo una vez.

INDEPENDIENTE. Distinto es cuando Buarque graba. Ahí se junta con gente como Vinicius Frana, el productor artístico de Carioca , y Luiz Cláudio Ramos, el arreglador, para cantar temas propios y ajenos. El más reciente disco de Buarque sale, por primera vez, por un sello chico e independiente. A pesar de su gran estatura como cancionista, poeta y escritor, parecería que a ninguna compañía grande le interesa promocionarlo.

Como sea. Buarque dice que volvió a cantar porque sentía saudade. Esa es razón suficiente para que su público llenara durante un par de meses todas las funciones de la sala Tom Brasil, ubicada en su ciudad natal: 2.500 personas escuchando y ovacionando las canciones de Carioca durante las noches de setiembre y octubre.

Buarque, tal como Bob Dylan y Caetano Veloso este año, relativizó la importancia de seguir componiendo canciones. Tanto el trovador de Duluth como el bahiano sostuvieron, cuando lanzaron Modern times y Çê respectivamente, que ya había demasiadas canciones compuestas.

En esa misma línea de pensamiento también se encuentra otro grande de la canción, el argentino Andrés Calamaro. Este afirmó hace unas semanas que componer no es lo único. Que también importa, y mucho, interpretar los clásicos disponibles, los grandes temas.

INDICIOS. Buarque, en tanto, dijo en algunas entrevistas para diarios y revistas brasileñas que hay indicios que lo llevan a pensar que el fin de la canción está cerca: "Se especula que la canción, tal como la conocemos, estaría terminando... No digo ni que sí ni que no. Digo que hay indicios. La canción, como la conocemos, surgió en el siglo XX. No existía en el siglo XIX. La canción substituyó a la ópera, que era muy popular en el siglo XIX. La introducción de elementos orquestales en la canción, la asimilación de la música clásica a la producción popular, todo eso, son fenómenos del siglo XX. Y ese siglo terminó", constató.

Pero Buarque también se permite un foco de resistencia ante esos indicios: "No creo en el fin de la canción. De otro modo, no hubiera grabado este disco. Intento luchar contra esos indicios, contra esa tendencia fuerte a la percusión en detrimento de la riqueza armónica y melódica, contra esa industria de la compilación que vive de los estándares del siglo pasado... Yo no vivo de nostalgias. Hay un cierto reflujo de la canción, pero esto se debe a otras cuestiones. Vivimos una época de nuevos soportes. Salió el LP y entró el CD. Después apareció el MP3, ahora los ringtones. Hay una demanda muy grande y un material en stock enorme. Entonces, las viejas canciones siempre están volviendo. Tal vez debería adaptarme, jubilarme y asumir que ya hice todo lo que tenía...".

El disco en sí parece a todas luces un homenaje a su ciudad, Rio de Janeiro, desde el título mismo hasta varias de las letras, donde hay Cristos, morros y praias. Pero a Buarque también le gustan las bromas: "¿Un homenaje a Rio? Bueno, en realidad se llama Carioca porque así me decían cuando vivía en San Pablo. Así que, en verdad, el disco es un tributo a esa ciudad, no a Rio", comentó entre risas en una entrevista.

Ya en serio, Buarque admite el fuerte vínculo entre su más reciente trabajo y su ciudad. Y su propia relación con la urbe, una que es conflictiva, tensionada: "En Rio está todo tan para abajo... Rio de Janeiro está jodido. Los políticos del estado son los peores de Brasil; el fútbol de Rio es el peor...", le dijo a la revista dominical del diario O Globo y agregó: "En Rio hay una tensión muy grande. Es terrible y doloroso tener esto siempre presente y vivir en un alerta constante. Las favelas incomodan a mucha gente y sus habitantes son tratados como subciudadanos".

Aún así, el cantante deja entrever su espíritu optimista: "Este es un buen momento para afirmarse como carioca. Yo no tengo la fórmula de la salvación para la ciudad", se lamentó, "pero es fundamental pensar en las comunidades pobres como un problema social que debe ser resuelto como un todo".

Una docena de canciones, nueve de ellas inéditas y dos compuestas para películas de Cacá Diegues y Joao Falcao, conforman el repertorio del disco, en cuya tapa Buarque, de 62 años, aparece a flor de piel, apenas cubierto por una animación de tatuajes.

Se trata de un efecto producido por la proyección de mapas de Rio de Janeiro sobre el cuerpo del músico. El disco, que salió a la venta a través del sello Biscoito Fino, está disponible en dos formatos, en CD y también en "dualdisc", esto es, un CD+DVD. Este último contiene imágenes del documental dirigido por el periodista Bruno Natal sobre la grabación de Carioca y entrevistas al protagonista.

Su aventura de "Bandidas" ya ha sido editada en el formato DVD. B12

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