"ATP": una investigación corporal, sonora, espacial

Danza. Con tres bailarines y un músico en la Zavala Muniz

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ALEXANDER LALUZ

"ATP" se titula el nuevo espectáculo de danza contemporánea que estrenará Tamara Cubas, mañana y el sábado, a las 21 horas. Las funciones continuarán a partir del 16 de enero, los viernes, sábados y domingos, hasta el primero de febrero.

Dos hombres y una mujer. Sonidos producidos y procesados en vivo. Cuerpos que seguirán el impulso visceral del encuentro, el descubrimiento y la exploración del espacio. Así será ATP: una apuesta a hablar sin hablar de las formas en que se construyen los vínculos entre los seres humanos, a partir de una proyección corporal y sonora de la función vital de la molécula adenosina trifosfato (ATP), el principal transportador de energía química en las células.

Este proyecto de danza contemporánea marca el retorno de Tamara Cubas y el colectivo artístico Pescado Rabioso a la creación y producción de obras. "Desde el 2005 que estábamos sin poner ninguna obra en escena debido a los múltiples compromisos laborales y artísticos que hemos asumido en estos años", indicó la artista.

El elenco que dirige está integrado por los bailarines Mariana Marchesano, Miguel Jaime y Santiago Turenne, y el músico Francisco Lapetina, quien se encargará del procesamiento de los sonidos en vivo.

Tanto el concepto como la realización de ATP, se gestaron en un "trabajo de investigación, experimentación, centrado en los lenguajes de la danza contemporánea", comentó su directora. Como resultado de ese trabajo se definió una propuesta cuyo punto de partida es la interacción "de tres cuerpos que proponen imágenes abiertas a libre juego interpretativo del público", agregó.

Experimentar. Este material corporal y sonoro "tendrá como marco una caja blanca con mucha luz, que se ubicará en el centro del escenario, y que potenciará la imagen del cuerpo". Allí se encadenarán 14 imágenes que "no siguen el guión de un relato, una historia". Ellas serán un estímulo a la búsqueda de sentidos no lineales desde un encuentro puramente sensorial. Los cuerpos, que anudarán conflictos y tensiones, se irán transformando y redefiniendo el espacio visual y sonoro, para comprometer al espectador a una recepción activa.

Aprovechando la versatilidad de la nueva sala Zavala Muniz, inaugurada el pasado mes de octubre, Cubas diseñó un espacio escénico frontal, eliminado las alas laterales. De esta forma, se logrará una recepción unidireccional, con un relieve construido a partir de la luz y los movimientos y sonidos que producirán los cuerpos.

El tejido sonoro que producirán los toques, rozamientos, impulsos entre los tres bailarines, será captado por tres micrófonos. Y este material será manipulado en vivo por Lapetina para delinear un plano expresivo distinto, amplificado, pero que estará en fluida interacción con los movimientos.

Con todos estos recursos, ATP se propone conmover, inquietar e involucrar al espectador. En esta búsqueda, la palabra será una ausencia, y la narración abandonará sus esquemas tradicionales. Todo estará abierto a la exploración perceptiva, a lo corporal inmediato y cercano: esa materia que define distancias, el contacto, los afectos.

Según enfatizó Cubas, esta será "una obra ante la cual, seguro, nadie quedará indiferente". Y también serán una nueva forma de discutir la ruptura de esquemas y límites que sigue proponiendo la danza contemporánea. Un fenómeno que ha situado al arte contemporáneo en una prolífica, y discutible, zona de hibridaciones.

Una trayectoria en el campo de la creación

Tamara Cubas es, desde su inauguración, la coordinadora general del programa Plataforma del Ministerio de Educación y Cultura.

Además es una de las integrantes del colectivo artístico Perro Rabioso. Con este grupo ha trabajado intensamente en la creación de propuestas innovadoras, muchas de ellas de carácter, integrando distintos lenguajes y disciplinas, que se han presentado aquí y en el exterior.

Se formó en la Escuela de Bellas Artes y egresó con una especialización en video y multidisciplinas escénicas. También estudió danza en la Academia Babinka, de Hebe Rosa, y obtuvo un Master Europeo en Arte y Tecnología, en Utrecht, Holanda.

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