JORGE ABBONDANZA
La figura de María Antonieta (1755-1793) tiene atractivos múltiples para pasar al cine, no sólo por el fasto de la vida palaciega que la rodeó y por un brillo personal históricamente comprobado, sino por el declive trágico que recorrió en los últimos años de su vida, cayendo desde los salones de Versalles hasta el encierro en el Temple, el calabozo de la Conserjería, el juicio público y la muerte en la guillotina. Ese personaje "involuntariamente heroico", como se ha dicho, vuelve a ser filmado con gran despliegue: la directora norteamericana Sofía Coppola (hija de Francis, famosa desde el éxito y los premios que obtuvo por Perdidos en Tokio) aspiraba desde hace años a hacer una película sobre María Antonieta, pero ahora el plan ya se formalizó. El rodaje tendrá lugar en Francia, como corresponde, aunque se trata de una producción del sello Columbia y todo su equipo es norteamericano, desde la realizadora —que también se encargará del libreto— hasta el productor Ross Katz y los protagonistas: Kirsten Dunst será la reina y Jason Schwartzman retratará a Luis XVI. Corresponde agregar que este actor es hijo de Talia Shire, que a su vez es hermana de Francis Coppola, con lo cual Schwartzman resulta ser primo de Sofía y todo queda en familia.
HISTORIA. La directora ha declarado que "siempre me apasionó la historia de María Antonieta y el cuadro decadente de Versalles en el umbral de la Revolución, pero por encima de todo me atrajo el hecho de que ella era apenas una muchacha cuando las circunstancias la obligaron a jugar un papel decisivo en la política". Por su lado, Katz agrega que "la posibilidad de visualizar el mundo de María Antonieta a través de los ojos de Sofía, es una de las cosas más seductoras que puedo imaginar". Por lo pronto, Columbia está armando el equipo de colaboradores que funcionará al mando de Coppola, una mujer de talento cuya carrera como directora se inició con Las vírgenes suicidas pero alcanzó un nivel de prestigio cuando obtuvo un Oscar como libretista de Perdidos en Tokio, esa comedia melancólica que estaba realmente muy bien hecha. Paralelamente, Sofía ha prosperado como empresaria al frente de una cadena de tiendas de ropa femenina, rubro que quizás explique su fascinación por la corte versallesca y los correspondientes resplandores, abastecidos en buena medida por Rose Bertin, la modista de María Antonieta de quien tal vez Coppola se sienta legataria.
ANTECEDENTES. Durante siete décadas de cine sonoro, María Antonieta ha sido el eje de unas cuantas producciones: en La marsellesa que Jean Renoir dirigió en 1937, la reina de Francia (interpretada por Lise Delamare) ya tenía un papel destacado en medio de un relato sobre el fragor revolucionario, pero al año siguiente en María Antonieta (1938), la Metro Goldwyn Mayer tiró la casa por la ventana —en blanco y negro, es cierto— para convertir la historia de esa soberana en una superproducción de dos horas y media (lo cual era insólito en la época) donde Norma Shearer navegaba por el apogeo y el derrumbe del personaje bajo los 35 vestidos diseñados para ella por Adrian. Después de la Segunda Guerra, la reina volvió a la pantalla: era una delfina jovencita en medio de la procesión estelar de Si me contaran Versalles de Sacha Guitry en 1954, y un año después volvió a protagonizar otra biografía que se tituló A la sombra de la guillotina, con actuación de Michele Morgan y rodaje en el propio palacio de Versalles. Después llegó el episodio de un film histórico que enfocaba los últimos meses de vida de María Antonieta, con Renée Saint-Cyr en ese papel, y en los años 80 hubo otra película que también se centraba en la prisión y proceso final de la reina, interpretada en el caso por la alemana Uta Lampe.
La historia dice que María Antonieta era hija de la emperatriz María Teresa de Habsburgo y de su marido Francisco de Lorena, se crió en la corte de Viena, se casó a los 15 años con el nieto de Luis XV y heredero del trono francés, reinó junto a él durante 16 años, tuvo cuatro hijos (dos de los cuales murieron prematuramente) y compartió con el conde sueco Axel de Fersen un idilio probablemente adúltero que duró largo tiempo. A partir de 1789, la vida de la reina conoció el descalabro del viejo absolutismo de la monarquía francesa, debió sobrellevar la severa vigilancia en que se mantuvo a la familia real desde 1790, ya desalojada de Versalles e instalada en el centro de París, cayendo luego al descrédito de una fuga abortada hacia la frontera alemana (que se frenó en Varennes) y debiendo soportar una prisión en el Temple, una separación forzosa de su familia, un encierro solitario como prisionera sometida a juicio y finalmente el patíbulo.
Pocas vidas famosas tienen perfiles tan novelescos y quizá por ello el cine insiste dos por tres en esta princesa destronada. En la nueva producción que se prepara, el rostro de María Antonieta será el de la joven Kirsten Dunst, que ya trabajó con Sofía Coppola en Las vírgenes suicidas pero apareció asimismo en La sonrisa de Mona Lisa, Mujercitas, Jumanji y las dos partes de El hombre araña, entre otras. Los impacientes deben saber que habrá que esperar hasta 2005 para ver este viaje de regreso al antiguo régimen presidido por el más famoso de sus emblemas femeninos.
Una joven talentosa y prometedora
El apellido es por supuesto famoso. Sofia Coppola es nieta del músico Carmine Coppola, hija del director Francis Ford Coppola, sobrina de la actriz Talia Shire, prima de Nicolas Cage, rima también del actor Jason Schwartzman que ahora va a hacer de Luis XVI en su película sobre María Antonieta. Toda una familia, realmente.
No había cumplido un año cuando su padre la incorporó en una escena de El Padrino (1972), donde era el bebé bautizado al final de la película, y poco después también apareció sin ser acreditada en El padrino 2 (1974). Tuvo en cambio créditos (con el seudónimo de Domino) y hasta diálogo en films posteriores de Francis como Los marginados (1983), La ley de la calle (1983), y Cotton Club (1984), y figuró con su propio nombre en los títulos de Peggy Sue, su pasado la espera (1986). También desempeñó papeles en algunas películas de otros directores (Frankenweenie, 1984; Anna, 1987; Star Wars Episodio I: La amenaza fantasma, 1999), libretó el capítulo dirigido por su padre del film colectivo Historias de Nueva York (1989), ha sido diseñadora de vestuario (de Historias de Nueva York y también de The Spirit of ’76, 1990), y más recientemente creó para televisión la serie Platinum (2003).
Quien haya visto empero su mediocre rendimiento en El padrino 3 (1990), donde debió reemplazar a último momento a Winona Ryder, pudo sospechar que la actuación no era realmente lo suyo. Ella parece haberlo entendido también así, orientándose hacia otras áreas de la creación cinematográfica. Libretó y dirigió el corto Lick the Star (1998) y de allí saltó al largo con Vírgenes suicidas (1999), un drama sobre una familia disfuncional que tenía realmente su interés. Con Perdidos en Tokio llegó a una primera madurez (y hasta obtuvo un Oscar al libreto) que María Antonieta podrá confirmar o desmentir.