Algo de humor y buen suspenso

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La historia se basa en hechos más o menos reales, pero un cartel inicial se cura en salud advirtiendo que hay en ella una amplia base de ficción. El dato es irrelevante, o a lo sumo puede añadir un plus de interés al film en el Río de la Plata, donde los nombres de Juan Domingo Perón, Eva Duarte y hasta el fugazmente mencionado de Isabelita conservan aún su resonancia (a los españoles puede intrigarles también la intervención que el libreto le adjudica en el asunto a Carmen Polo, la esposa de Francisco Franco).

De todos modos, no es imprescindible que al espectador le importe toda esa gente para disfrutar de esta historia policial acerca de dos militantes peronistas (Guillermo Francella, Nicolás Cabré) que se involucran en el asalto a una joyería madrileña que guarda las joyas de Evita. Nada debería salir mal, todo está debidamente planeado y, por supuesto, todo falla. A partir de ahí se desarrolla una doble línea anecdótica, con los ladrones intentando ocultarse y la policía que investiga.

¿Convencional? Sin duda. El director y colibretista Eduard Cortés no intenta establecer una nueva marca en el género negro, pero hay que reconocer que su película funciona en sus propios términos. Fluye sin tropiezos, tiene (sobre todo en los primeros tramos) una dosis de humor, maneja correctamente el suspenso en los momentos que corresponde, y crece hacia el drama en los tramos finales. Cine comercial pero eficaz.

FICHA

Argentina/España 2012. Director: Eduard Cortés. Guión: Eduard Cortés, Piti Español, Marcelo Figueras. Producción: Luis A. Scalella, Pedro Costa, Gerardo Herrero. Intérpretes: Guillermo Francella, Nicolás Cabré, Amaia Salamanca, Daniel Fanego.

ATENCIÓN A...

la intensa labor de Daniel Fanego. Su rostro desencajado e intenso otorga a su personaje un peso que los otros no tienen, incluyendo el competente Francella (que está muy bien) o el más blando Cabré.