Actor que tuvo su segunda oportunidad

| Terrores. El exitoso intérprete de "24" llega al cine con una historia de terror sobrenatural El viernes se estrena el `thriller` fantástico "Espejos siniestros", que lo tiene como protagonista

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GUILLERMO ZAPIOLA

Mezcla de drama familiar, alucinación y terror sobrenatural, se estrena el próximo viernes "Espejos siniestros", film dirigido por Alexandre Aja y protagonizado por Kiefer Sutherland.

Durante un tiempo Kiefer fue para el espectador, inevitablemente, "el hijo de Donald Sutherland". Después se convirtió, fundamentalmente en el protagonista de 24. Es todo eso, por cierto, pero también algunas cosas más. En los últimos años se las ha arreglado para desarrollar una carrera con peso propio.

Sutherland Jr. interpreta en el film a Ben Carson, un ex-detective que ha sido suspendido de su empleo en el Departamento de Policía de Nueva York tras haber matado accidentalmente a otro policía que trabajaba de incógnito.

El episodio no solamente le costó el empleo sino que derivó también en una fractura familiar (el alejamiento de esposa e hijos) y el alcoholismo. La verdadera acción comienza empero cuando el personaje acepta un empleo como vigilante nocturno en las ruinas de lo que alguna vez fueron los almacenes Mayflower, un antiguo símbolo de prosperidad y opulencia que se ha ido deteriorando de a poco tras un gigantesco un incendio que costó numerosas vidas inocentes. Mientras patrulla por los chamuscados restos del edificio, el protagonista comienza a advertir ciertos datos inquietantes. En los cristales de espejos que adornan sus paredes se reflejan unas imágenes terroríficas que remiten a aquella tragedia pasada y poseen también, al parecer, la posibilidad de manipular la realidad presente. La escéptica hermana del personaje (Amy Smart) atribuye esas extrañas visiones al `stress` y los sentimientos de culpa; su esposa (Paula Pa-tton), forense del Departamento de Policía, muestra menos contemplación y trata de alejar a su errático marido de sus hijos temiendo que se convierta en un peligro para ellos, y Sutherland se obsesiona cada vez más por lo que está sucediendo y comienza a investigar la misteriosa desaparición de su antecesor en el cargo de vigilante, quien tal vez averiguó demasiado. De pronto, todos esos personajes aparecen haciendo frente a una amenaza probablemente sobrenatural.

El film es una `remake` de un original surcoreano titulado Geoul sokeuro (2003), dirigido por Kim Sung-ho y que circuló internacionalmente con el título anglosajón de Into the Mirror.

Sutherland reconoce no ser un fanático del cine de terror, pero se sintió intrigado por lo que denomina "elemento híbrido" en Espejos siniestros. Según sus palabras, se asusta hasta de Buscando a Nemo y cuando aparece el tiburón se le cae el maíz acaramelado de la mano (su hija de diez años se ríe de él), pero sin embargo, entendió que el film era algo más que un catálogo de sustos. Le interesó sobre todo el componente de "drama familiar", la lucha de un hombre por recomponer una relación deteriorada por la culpa, la amenaza exterior y el temor de estarse internando en el universo de la locura.

OPORTUNIDADES. En palabras que ha desgranado en alguna entrevista periodística, Sutherland sostiene que Espejos siniestros es realmente una película sobre el gran tema norteamericano de "la segunda oportunidad": enfrentado a una situación extrema, un hombre encuentra fuerzas para explorar en sí mismo y en su circunstancia para tratar de reconstruir lo que se había perdido. "Cuando las cosas se ponen peor, él saca a relucir lo mejor de sí", ha dicho el actor. Eso lo atrajo.

El actor no conocía al director francés Aja cuando se encontró con él para discutir su participación en el proyecto, ni había visto sus películas anteriores, pero al parecer el "clic" se produjo rápidamente. Sut-herland se define a sí mismo como "un jugador", alguien a quien le gusta apostar a los naipes, las carreras caninas o lo que sea, y sintió que Espejos siniestros era también una apuesta interesante.

No es difícil sospechar que Sutherland aceptó el papel también por otro motivo: necesita diversificarse. Desde el año 2001 ha encarnado a Jack Bauer en 171 episodios de la serie 24, y si bien eso le ha proporcionado satisfacciones, dinero y hasta premios, también constituye, inevitablemente, un riesgo de encasillamiento.

Nacido en Londres de padres canadienses y actores (Donald Sutherland, Shirley Douglas), nieto del político socialdemócrata Tommy Douglas, Kiefer William Frederick Dem-psey George Rufus Sutherland carga con esa cantidad de nombres porque en circunstancias de crisis económica su padre se comprometió a ponerle a su hijo el nombre de todos aquellos que le prestaran dinero para salir adelante (el Kiefer viene de Warren Kiefer, seudónimo del director y libretista Lorenzo Sabatini, autor de Il castello dei morti vivi, primera película de Donald).

Curiosamente, nunca actuó con su padre, aunque hay dos películas en las que ambos trabajaron (Como caído del cielo, 1981, de Herbert Ross; Tiempo de matar, 1996, de Joel Schumacher) aunque sin compartir ninguna escena. La actuación lo atrajo desde siempre (claro, la lleva en la sangre), y en los años ochenta, tras sus inicios en Canadá, se atrevió a dar el salto a los Estados Unidos y a especializarse en papeles de villano juvenil.

Si llamó la atención con algunos papeles, lo hizo más con algún escándalo sentimental: estuvo a punto de casarse con Julia Roberts, pero ella recapacitó y lo abandonó pocas horas antes de la boda (huyó a Irlanda con su amigo Jason Patric), lo que fue acaso la inspiración para la película Novia fugitiva que luego protagonizó, casualmente, Julia Roberts. El episodio alejó a Kiefer del cine durante un par de años, pero volvió a él de la mano de Rob Reiner, quien ya lo dirigiera en la excelente Cuenta conmigo (1986) y lo trajo de vuelta en el drama militar y judicial Cuestión de honor (1992), con Tom Cruise y Jack Nicholson.

Durante los años noventa, Sutherland prosiguió una carrera continua pero de perfil bajo, hasta que la serie televisiva 24 se convirtió en su personal "segunda oportunidad": la posibilidad de crear un héroe televisivo mucho más oscuro y ambiguo de lo usual en la pantalla chica.

RELANZAMIENTO. 24 ha sido un éxito de crítica y público y se ha convertido (como Los expedientes secretos X o Lost) en una serie de culto, signifique eso lo que sea. Uno de sus secretos, además de su ambigüedad ética, es sin duda su apelación al recurso del relato en "tiempo real", lo que le otorga un carácter de particular tensión y urgencia. Pero repetir 171 veces el mismo personaje es un riesgo que ningún actor puede permitirse. De ahí el empeño de Sutherland por cambiar.

Ha intentado una carrera como director que comenzó en 1993 con el telefilm Last Light, sobre la relación entre un delincuente condenado a muerte y un guardia de la prisión, en la que actuó junto a Forrest Whitaker; realizó algún capítulo de la serie `noir` Fallen Angels (1995), y luego dirigió para cine el `thriller` Truth of Consequences, N.M. (1997) y el drama Woman Wanted (2000), que ha recibido elogios (sobre todo a la actuación de Holly Hunter) pero tuvo problemas de postproducción y circula en algunas versiones reeditado y atribuido al inexistente Alan Smithee.

Más cerca se ha convertido en productor: lo es en 24 y también en estos Espejos siniestros que se preparan a asustar a los montevideanos desde la próxima semana.

La cifra

500 mil Es la cantidad de dólares que Kiefer cobra por cada episodio de la serie 24. Es uno de los mejores sueldos de la televisión.

"24" llega a la gran pantalla

El oscuro agente Jack Bauer continúa aguardando a Kiefer Sutherland en un futuro próximo. El actor se prepara a encarnarlo nuevamente en el film para la gran pantalla 24 - The Movie, que va a dirigir Jon Cassar y que sería estrenado a comienzos del 2009. La idea es relanzar al personaje y abrir la puerta para una nueva temporada televisiva, introduciendo personajes y estableciendo algunas líneas de anécdota que se desarrollarán luego en la pantalla chica. El te- ma del terrorismo y las tensiones internacionales corren al fondo.

Un director reconocido

Con solo 30 años, Alexandre Aja, el director francés de "Espejos siniestros" se ha destacado como una de las promesas del cine de terror en Hollywood. Hace dos años su nueva versión de "Las colinas tienen ojos", que acá se exhibió como "El despertar del diablo", rompió récords de taquilla e incluso sorprendió a la crítica especializada. Antes de eso, "Alta tensión", que había filmado en Francia y que en Uruguay se consigue en DVD, preparó su salto hacia Hollywood. Ahora está a cargo de la remake de "Piraña 3", que, para estar de acuerdo con los tiempos tecnológicos que corren en Hollywood, será filmada en tres dimensiones. El guión, en todas sus películas, corre por cuenta suya, cosa que ha contribuido a generar su aura de autor, aunque se apoye en películas que ya fueron filmadas.

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