Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) son la columna vertebral del trabajo de Naciones Unidas en Uruguay. La agenda de ODS para el año 2030 es muy ambiciosa y es evidente que no se puede lograr únicamente con el esfuerzo público. El sector privado también cumple un rol clave para lograr estos objetivos.
Uruguay exhibe destacados avances a nivel de incentivos y regulaciones en relación a factores ambientales, como el Plan Nacional de Gestión de Residuos (ley 19.829), el Plan de Uso y Manejo de Suelos (ley 15.239 y decreto 405/208), Conservación de Bosques Nativos (ley forestal 15.939), Plan para el manejo de efluentes y residuos en corrales y tambos (ley 14.859); Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SNAP) y Ley de Promoción de Inversiones (ley 16.906 y decreto 268/020).
En tanto, el nuevo gobierno que encabeza Yamandú Orsi tiene previsto desplegar sus medidas y proyectos que tienen como común denominador el desarrollo sostenible, de acuerdo a las bases programáticas 2025-2030 del Frente Amplio.
Por su parte, las empresas pueden ser agentes de cambio positivo, no solo generando beneficios económicos, sino también contribuyendo a la solución de problemas sociales y ambientales.
La integración de estrategias ESG (ambiente, sociedad y gobernanza, por sus siglas en inglés) se presentan como una oportunidad en las organizaciones para crear valor sostenible y a largo plazo.