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¿Cómo Uruguay se convirtió en un líder mundial con dos innovaciones en finanzas sostenibles?

Uruguay innovó en instrumentos de inversión que están sujetos a indicadores del medio ambiente. Estas innovaciones, buscan acompañar las nuevas inquietudes de los inversores a la hora de colocar sus activos.

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Bono Verde. En 2022, la emisión original obtuvo US$ 1.500 millones, mientras que en su reapertura en 2023 obtuvo US$ 700 millones.
Bono Verde: En 2022, la emisión original obtuvo US$ 1.500:, mientras que en su reapertura en 2023 obtuvo US$ 700:
Foto: Canva

Uruguay se posicionó como líder a nivel mundial en materia de emisiones de deuda sustentable al innovar en instrumentos de inversión que están sujetos a indicadores ambientales. Ante un “cambio de paradigma” en el mundo financiero, ¿cómo hizo Uruguay para convertirse en un líder en innovaciones en finanzas sostenibles a nivel mundial?

Desde hace cuatro años las interacciones con los inversores cambiaron, donde aumentó el peso de la concientización ambiental y social, según había afirmado en un evento el director de la Unidad de Gestión de Deuda (UGD) del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), Herman Kamil.

Los inversores ya no preguntan solamente por el déficit fiscal, el empleo y la balanza de pagos de Uruguay para comprar sus instrumentos de deuda, sino que ahora también se habla sobre las políticas climáticas del país.

Por este motivo, había señalado que buscaron “hacer algo que no se había hecho”, un “puente entre las finanzas y la acción climática”. De este modo, en 2022, Uruguay emitió su primer Bono Verde, es decir títulos de deuda que su tasa de interés tiene como aspectos vinculantes indicadores ambientales, y que luego amplió en noviembre de 2023.

Con el Bono Indexado a Indicadores de Cambio Climático (BIIC), Uruguay asumió el compromiso de reducir la intensidad de las emisiones de gases de efecto invernadero por unidades de Producto Interno Bruto (PIB) real y de mantener el área de bosque nativo. Este bono estable- ce que si el país incumple los compromisos asumidos aumentará la tasa de interés que pagará a los inversores y si cumple, el cupón queda fijo, neutral (algo que ya habían hecho otros países); pero, la parte innovadora (y pionera) es que si sobrecumple esos objetivos, la tasa de interés que deberá pagar será menor (step down en la jerga financiera).

En 2022, la emisión original obtuvo US$ 1.500 millones, mientras que en su reapertura en 2023 obtuvo US$ 700 millones más.

Este título de deuda está atado a dos indicadores: 1) reducir 50% las emisiones de gases de efecto invernadero para 2025 (respecto a 1990, en dióxido de carbono por unidad de PIB real); 2) mantener el 100% del área de bosques nativos para 2025 (respecto a la que había en 2012).

Si Uruguay cumple las metas, la tasa de interés se mantiene. Si incumple, se agregan 15 puntos básicos por cada indicador incumplido. Si en vez de reducir 50%, reduce 52% el indicador 1 y aumenta 3% el indicador 2, se restan 15 puntos básicos por cada indicador “sobrecumplido”. La evaluación de estos indicadores se hará en octubre de 2027.

Según había explicado Kamil en otras ocasiones, fue “muy difícil convencer a los inversores de que estuviesen dispuestos a comprar un instrumento en el que existiese la posibilidad de una reducción de tasas”. Principalmente, porque nadie lo había hecho hasta entonces.

Sin embargo, la forma que encontró el MEF de convencerlos fue explicar que “esto no iba en contra del inversor”, sino que la eventual baja del cupón, significaría que Uruguay sobrecumple sus metas ambientales, mejorando su perfil crediticio subiendo el valor secundario de sus bonos.

"Uruguay muestra de nuevo un liderazgo global" mediante estas innovaciones
"Uruguay muestra de nuevo un liderazgo global" mediante estas innovaciones
Foto: Manuela García Pintos

Atado a las vacas

Por otra parte, el Banco Mundial (BM) aprobó el año pasado un préstamo de US$ 350 millones para Uruguay, cuyas condiciones de financiamiento están vinculadas con el cumplimiento de metas ambientales.

Este crédito había sido considerado por Kamil, como un “cambio de paradigma” para el BM, dado que es el primero de este tipo que este organismo aprueba y que no contempla la posibilidad de penalizar al país con mayor tasa de interés si incumple los compromisos asumidos, pero sí lo beneficia con una baja de tasas si los cumple.

El Préstamo Programático para Políticas de Desarrollo y de Implementación de Reformas (DPL, por sus siglas en inglés) podría tener una reducción de hasta US$ 12,5 millones en sus intereses si Uruguay logra una disminución verificable en la intensidad de las emisiones de gas metano del sector ganadero, según había señalado el multilateral.

A partir de 2028, según el BM, durante el período de pago del préstamo se llevará a cabo una evaluación anual para seguir de cerca el objetivo de reducción de intensidad de las emisiones de metano en el sector ganadero en Uruguay. De este modo, se busca una reducción de al menos el 33% en la intensidad de las emisiones de metano por unidad de producto entre 2028 y 2032, y al menos del 36% entre 2033 y 2037”

Si Uruguay logra esas reducciones, o las supera, obtendrá el beneficio de pagar una tasa de interés menor, ahorrando dinero. Si no lo logra, pagará la tasa estipulada.

Esos objetivos son un 1% más ambiciosos que la meta de Contribución Determinada a Nivel Nacional ya adoptada por Uruguay para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero según el Acuerdo de París. A su vez, el BM había comunicado que apoyaría con US$ 1 millón al Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca para la consecución de las metas de reducción de metano.

La reducción de la tasa de interés podría ser de hasta 1%, había comunicado el MEF.

Herman Kamil, director de la Unidad de Gestión de Deuda del MEF
Herman Kamil, director de la Unidad de Gestión de Deuda del MEF
Foto: Estefanía Leal

En tanto, Carlos Felipe Jaramillo, vicepresidente del BM para América Latina y el Caribe había dicho que lo “enorgullece que un país de América Latina sea el primero en beneficiarse de un mecanismo innovador que incentiva acciones para proteger el planeta”.

“Uruguay muestra de nuevo un liderazgo global a través de innovaciones institucionales y financieras”, agregó.

Por su parte, Kamil se había referido a este préstamo como un “cambio de paradigma” para el BM, porque este tipo de crédito es el primero en ser aprobad o por el multilateral y teniendo en cuenta además que los países de altos ingresos per cápita, como Uruguay, enfrentan un mayor costo de financiamiento, dado que hasta ahora la variable considerada siempre ha sido el PIB per cápita.

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