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Yao Cabrera: "La puñalada fue un error"

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"Uruguay es mi cable a tierra", dice. Foto: Marcelo Bonjour.

INFLUENCER

"Uruguay es mi cable a tierra", expresa el youtuber uruguayo radicado en Argentina. En los próximos años espera mudarse con su equipo Viral a Chile y México.

Lo que empezó como el juego de filmarse haciendo bromas callejeras se convirtió en una empresa de alcance internacional. Yao Cabrera, Fabri Lemus y Javi Ayul están al frente de Viral, una marca que se sostiene con videos sobre sus vidas en internet y que da lugar a shows en vivo, una marca de ropa y hasta una cadena de locales de hamburguesas. Los tres jóvenes uruguayos viven en Buenos Aires donde cada día expanden un imperio para el que ya trabajan más de 60 personas. Yao, de 21 años, es el más polémico del grupo. En su paso por Uruguay, donde suele viajar cada tres meses para visitar a su familia, explica por qué se arrepiente del célebre video en el que simulaba ser apuñalado por un vendedor de droga, y revela que le gustaría emprender una carrera política.

—Este año lanzaron el canal Viral Tv en You Tube donde publican varios videos por día, además del canal Viraltradicional donde suben uno diario, ¿cómo sostienen tanta producción?

—Trabajamos con un grupo al que les planteamos una idea y ellos entregan un video. Les decimos qué está bien, qué está mal, qué hay que corregir. Hace muchos años que estamos en You Tube y sabemos cómo funciona. Armamos un gran equipo de 35 personas que trabajan solo en lo visual, y así podemos subir mucho contenido diario.

—¿Qué hacés cuando no sos Viral?

—Casi no tengo tiempo. Estoy encargado de la parte visual de Viral, y hacemos dos eventos diarios para presentar nuestra marca de ropa. Trabajo más de 12 horas por día. Como tengo 21 años, duermo cuatro o cinco horas por día y salgo bastante seguido con mis amigos. Tengo que aprovechar mientras lo pueda hacer.

—¿Es difícil trabajar con ustedes?

—Depende el rol que la otra persona quiera tener. Si viene uno diciendo “vení que yo hago todo” le decimos que no. Han venido productores a decirnos “hagamos teatro acá y yo te doy el 30%”. Eso no. Viral es tan grande que puede hacerlo solo. También hay gente que quiere venir a trabajar como influencer y nosotros les vamos armando carreras como artistas.

—Los integrantes de Viral muestran su vida a través de varios videos en You Tube por día, ¿es todo auténtico o la exigencia diaria los obliga a inventar situaciones?

—El 70% del contenido que se sube en Viral es "realidad aumentada". Nos pasan cosas interesantes y nosotros le agregamos esa pizca que a la gente le gusta. No es que me pasan siete cosas interesantes por día para que pueda hacer siete videos, pero nos pasan cosas muy buenas que nosotros se las llevamos a la gente de diferente manera. Al público le interesa saber nuestra vida.

—¿Por qué le interesa?

—A la gente le gusta ver cómo crecimos y salimos adelante, con aciertos y errores. El público teen se identifica con nosotros y por eso nos mira todos los días. Yo también consumo la vida diaria de muchos youtubers de Argentina o México.

—¿Cuáles fueron tus errores?

—Tomé decisiones equivocadas, capaz que porque tenía la cabeza de un niño más chico. Lo de la puñalada fue un error. Mi idea era dar un mensaje en contra de las drogas, pero se desvirtuó.

—¿Te arrepentís?

—En parte sí, pero hay padres que me dicen que entendieron el mensaje.

—¿A los padres en general les gusta que sus hijos te miren?

—Hoy somos aptos para todo público de verdad, hasta cuidamos el vocabulario. Los padres se van a trabajar y se sienten seguros de que los hijos se queden en la casa mirándonos a nosotros y no salgan a la calle a hacer algo peor. Muchos papás nos dicen que somos parte de su familia. Y para los chicos que no tienen amigos, que tienen malas influencias o que los papás no les dan bola, nosotros estamos ahí para acompañar todos los días y durante todo el día.

—¿Creés que sos un buen ejemplo?

—Sí, yo di un gran paso en la responsabilidad social. Viral se convirtió en una empresa y tenemos recursos para asistir y ayudar. Yo maduré y estoy feliz de poder colaborar a partir del alcance que tengo. Ayudo con cosas que se pueden ver. Después siempre va a haber alguien atrás que quiera desvirtuar lo que uno hace.

—¿Cuál es el límite entre cuidar el ejemplo que están dando pero sin dejar de tener esa esencia irreverente con la que se hicieron conocidos?

—Antes pensábamos que podíamos sobrepasar los límites porque no nos importaba nada. Hoy Viral tiene 65 empleados, hay familias que viven de la empresa, y cualquier error o cosa que hagamos que caiga mal va a repercutir sobre las demás personas. Antes de dar un mal mensaje pensamos bien lo que estamos haciendo. Sabemos que tenemos una responsabilidad y que la otra etapa ya pasó. Nos cuidamos mucho.

—¿Pero al cuidarse no pierden parte del estilo con el que alcanzaron la popularidad?

—Sí, pero no podemos dejar de tener en cuenta que el video que hacemos le llega a gente de siete años. Por más que vaya en contra de la esencia hay que dar un mensaje positivo. Y el público también fue creciendo en base a cómo fuimos trabajando.

—Tu figura en las redes genera fanatismo pero también mucho odio, ¿por qué ocurre eso?

—Es lo que pasa con Mauricio Macri o Donald Trump, que como son presidentes hay mucha gente que los critica en las redes. Sin embargo, la mayoría de gente los votó para que estuvieran en ese lugar. Al tener tanto público, yo siempre voy a generar algo positivo y algo negativo en la gente. Sé que mi personalidad es aceptada por muchos y rechazada por muchos. A mí no me molesta; no existe la publicidad negativa.

—Cuesta creer que seas indiferente ante las críticas en las redes siendo que trabajás para el público de las redes...

—Yo tengo un estado de vida tranquilo, hago feliz a mi familia y la gente que está a mi alrededor está bien. ¿Voy a estar mal por las críticas?

—¿Alguna vez tuviste algún encontronazo en la calle?

—Sí, alguna vez. Si alguien viene a decirme que no le gusta el contenido que hago, le contesto que capaz que él no es público para ese video. Pero si alguien me viene a atacar mal, le pido que baje el tono porque yo no le falto el respeto a nadie. Siempre voy con educación, pero hay gente que se pasa de la raya. Intento evitar a esa gente para no tener conflictos.

—Tuviste un episodio de violencia a la salida de un boliche en Montevideo hace unos meses, ¿qué pasó?

—Hicimos un show en un boliche del Parque Rodó, que fue el día que la matineé estuvo más explotada. Nos invitaron a quedarnos en una mesa vip, donde estaba lleno de personas que nos pedían fotos. A la salida del boliche había gente que había tomado entonces estaba un poco confundida, y uno me empezó a agredir. Nosotros habíamos ido con Julio, nuestro seguridad, y él salió a defenderme. Hubo un pequeño roce y nos fuimos. Yo salgo a divertirme y pasarla bien, pero no dejo que nadie me agreda.

—¿Qué hubiese sido de tu vida si no existiera You Tube?

—Yo jugaba al fútbol profesional, tenía un contrato y me iba bien. Después me empezaron a gustar los videos y fui por ese lado. Creo que hubiese seguido en el fútbol o en la política, que también me interesa.

—¿Te dedicarías a la política en un futuro?

—Me gusta bastante. Ahora no soy lo suficientemente maduro y estoy en otro ambiente, pero en un tiempo me gustaría avanzar en política. 

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