Valentín Fletcher, el periodista que "hace calentar": su historia con el fútbol y una enfermedad que padece

El panelista de Las voces del fútbol, oriundo de Salto y de 33 años, sorprende con sus salidas, gritos y promesas. Dice que todo forma parte de un show y también explica las razones de sus opiniones habitualmente favorables a Nacional.

Valentin Fletcher
Valentin Fletcher
Estefania Leal/Archivo El Pais

Redacción El País
Oriundo de Salto, de 33 años, Valentín Fletcher es uno de los panelistas fundamentales de Las voces del fútbol (El Espectador Deportes y Canal 5), el programa encabezado por Julio Ríos. Con el tiempo, el periodista desarrolló un perfil provocador y con salidas sorpresivas. “Voy al límite”, asegura Fletcher. Se refiere al pedido de renuncia que le trasladó a Marcelo Bielsa y a su postura habitualmente más cercana a Nacional.

Además, el periodista se dedica al rubro gastronómico y habla por primera vez de un problema de salud que padece desde la niñez.

-Al igual que Luis Suárez y Edison Cavani, sos salteño. ¿Cómo se dio tu desembarco en Montevideo?

-Yo estudiaba Derecho en Salto e hice hasta la mitad la carrera de abogacía, a pesar de que no me terminaba de convencer, no me gustaba. Siendo estudiante tuve la oportunidad de hacer radio cubriendo fútbol en Salto. En 2014, con 23 años, resolvì venir a Montevideo para estudiar comunicación. Quedé en contacto con una emisora y un canal salteño y en ese contexto le hice una nota a Julio Ríos. Se ve que le gustó la nota o mi trabajo que al poco tiempo me llamó y empecé a trabajar con él.

-¿Qué fue lo primero que te tocó hacer en Las voces del fútbol?

-Toda la primera etapa yo trabajé en la producción, más allá de alguna salida puntual al comienzo. En 2020, cuando arrancó la pandemia, empecé a salir al aire con más regularidad. Esos seis años de producción fueron una escuela porque además de que Julio es muy exigente, desde la producción uno va siempre midiendo qué rinde y qué no y cómo trabaja cada uno de los compañeros. Hoy, que además me encargo de los contenidos para nuestro canal de You Tube, cuando estoy al aire ya voy pensando cómo titular los videos, qué puede ser gancho.

-¿Cómo funcionan como grupo? Se los ve muy aceitados

-Nos llevamos muy bien como grupo. Estamos juntos hace muchos años, lo que ha generado una gran confianza para trabajar. Eso nos permite hacer el programa como si estuviéramos en un asado, en rueda de amigos. Pero más allá de ese clima distendido que la gente ve hay una producción. Nosotros no llegamos al aire a improvisar. Estudiamos los temas para debatir, además de las notas que concretamos.

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El equipo de "Las voces del fútbol"

-¿Los debates están guionados, entonces?

-No, yo no digo eso. Lo establecido son los temas; después todo está librado al estilo de cada uno. Como nos conocemos muchos, sabemos qué puede opinar el otro. En mi caso sé las reacciones que puede generar en los demás algo que diga y eso ayuda a generar la polémica.

-Con el tiempo has generado un personaje provocador en el programa, que de pronto es ácido o levanta mucho la voz. ¿Cómo se fue generando eso?

-Fue algo progresivo. Hoy hago cosas al aire que hace 10 años no hubiera hecho, ni me las imaginaba. Con Alberto (Pérez) estamos en la producción desde temprano y ambos tenemos una forma de pensar similar como productores. El contrapunto y la sorpresa son fundamentales en el programa. Así fue que, con el aval de Julio obviamente, me fui animando a ciertas cosas. A veces se me puede ir un poco la moto y Julio me pone el freno. Se trata de ir un poco al límite, probando. La semana pasada, por ejemplo, dije en el programa de TV que Uruguay le ganaba a Argentina y ya estaba festejando. Obviamente, que perder era algo que consideraba como periodista, pero me mandé esa para generar un contenido picante. Lo que pasó luego me dio la razón. Después del partido, que perdimos, recibí 5.000 mensajes (y no exagero) en Instagram y Twitter. Le respondí a todos, incluidos los insultos más gruesos. Hasta me divierto leyendo las puteadas. Nunca me lo tomo en serio. Nosotros tenemos claro que hacemos un show sobre un juego, que es el fútbol.

-Hubo varias tuyas. El año pasado saliste con una bolsa en la cabeza luego de que Peñarol eliminara a Flamengo o apareciste en bermuda tras un partido de Uruguay…

-Sí, son cosas que suman en el marco del show que hacemos. A las 11 de la noche, en Canal 5, si nos ponemos solamente a analizar fútbol seriamente, hablar de táctica y técnica, la gente se duerme en sus casas. Tenemos que dar sacudones en la pantalla.

-Otra posición que has tomado en los debates es una postura más identificada con Nacional. ¿Es parte también del show?

-Sí, es algo consciente. En el equipo tenemos a Edgardo Buggiano, que es periodista partidario de Peñarol y nos pareció interesante hacer el contrapunto. Es divertido para la gente y para nosotros. Más allá de eso, en la gestión anterior de Alejandro Balbi como presidente de Nacional, yo fui muy crítico. Y de hecho, la mayoría de los dirigentes no hablaba conmigo por las cosas que yo decía. Así que mi postura es independiente. Prefiero no hablar con nadie, pero poder decir lo pienso. Es verdad que tengo un discurso que puede ser pro Nacional pero también analizo los temas y si algo me parece mal, lo digo sin problema.

-Una de las cosas que dijiste en su momento fue que a tu juicio Leo Fernández no valía los 7 millones que acordó desembolsar Peñarol. ¿El tiempo te dio la razón?

-Me parece que sí. Creo que en el fútbol uruguayo no hay un jugador que valga 7 millones más el salario que se le paga. No es culpa de Leo Fernández ni de su representante que lograron que Peñarol haga esta inversión. Pero creo que no vieron que en el fútbol uruguayo es muy difícil que un jugador la rompa y mantenga su nivel. Cuando viene un jugador del exterior, después se va a emparejando para abajo. Creo que es lo que pasó con Leo Fernández. En algún momento va a hacer goles, pero no va a repetir. De todos modos, el error más grave de Peñarol no fue este, sino dejar ir a otros jugadores muy importantes de la columna vertebral de su equipo del año pasado. Se enfocó en que Leo Fernández se quede y olvidó todo lo demás: se fue Aguerre, Guzmán Rodríguez, Damián García. El otro día hablamos con Facundo Batista, un jugador que también dejaron ir y hoy está en Ucrania.

Valentin Fletcher
Valentin Fletcher
Estefania Leal/Archivo El Pais

-¿Qué sabor te deja esta doble fecha de Eliminatorias? Respecto a Bielsa, cambiaste la postura y le pediste la renuncia…

-Para mí, el problema de la selección son los millones que le pagan a Bielsa a cambio de problema. Porque como técnico no está haciendo nada relevante. Estamos más o menos en la misma posición de siempre en las Eliminatorias. Y permanentemente vemos que hay jugadores que no están contentos, como pasó con (Luis) Suárez o (Agustín) Canobbio. El equipo se cansa, se cae físicamente, Bielsa no hace los cambios, cita y no pone nunca a Luciano Rodríguez. Después va a la conferencia de prensa y dice que Rodríguez merece más minutos, como si él no fuera el técnico. No se sabe si nos está tomando el pelo, está desorientado o qué está haciendo. Presiento que no va a terminar bien el tema de Bielsa.

-Hace poco en una entrevista, tu compañero de la TV Rodolfo “Pillo” Larrea dijo que el momento más tenso que vivió en la pantalla fue una discusión contigo, que fue muy fuerte. ¿Te ha pasado de enojarte en serio?

-No. Mi personaje trata de hacer calentar a los otros. En el caso de Pillo y también de Daniel Ordoñez, me di cuenta de que se tocaban se calentaban en serio con lo que decía. Entonces yo utilizaba también eso para que se diera más real la discusión. Pero la verdad es que yo no ando por la calle gritando, ni enojado. Soy más bien tranquilo: la gente me cruza por la calle y se sorprende con eso.

-Además del periodismo, te dedicás a la gastronomía con tu esposa…

-Sí, ella es venezolana y tenemos un restaurante de comida típica de su país. Nos conocimos en Uruguay, adonde ella llegó con su familia y ha sido un pilar en mi crecimiento en los medios, siempre apoyándome. Sobre el restaurante, me dedicó a la gestión y administración y a la atención al público. Puedo hacer los tragos pero de cocina no sé nada. La gente me decía que era complicado trabajar con tu pareja, pero nosotros lo tomamos bien y como una forma de pasar tiempo juntos.

-Sabés hacer tragos pero no tomás alcohol…

-No, no tomo alcohol ni una gota. Es algo que nunca dije públicamente pero me diagnosticaron con epilepsia a los 13 años y tengo contraindicado el alcohol. Lo llevo rebien.

-¿Qué te implica la enfermedad?

-Tomo medicación y hace muchísimos años que no tengo ningún ataque. Creo que el último fue a los 18 años. Lo único que tengo que hacer es tomar una pastilla y no tomar alcohol. Después, vida normal.

-Volviendo a Salto, ¿jugabas al fútbol de niño y adolescente?

-Sí, pero siempre a nivel amateur. También juego acá en Montevideo con amigos. La posición que me queda más cómoda es la de 9 goleador.

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