Una dupla que hace radio "Como si nadie escuchara" y conduce un magazine en radio Fénix con impronta femenina

Ana Laura González y Sandra Arévalo, dos voces conocidas desde hace décadas en la radio uruguaya están al frente de “Como si nadie escuchara”, magazine que se emite en las tardes de Radio Fénix.

Ana Laura Gonzalez y Sandra Arevalo.
Ana Laura Gonzalez y Sandra Arevalo.
Foto: Leonardo Mainé.

Empezaron sin conocerse y ya celebraron dos años al aire en Radio Fénix. Como si nadie escuchara, es conducido por Ana Laura González y Sandra Arévalo, dos voces conocidas de la radio uruguaya. Ambas con una extensa trayectoria, compartieron redacciones, estudios y pasillos, pero nunca habían trabajado juntas. Hasta hace dos años, que unieron estilos, miradas y experiencias para un espacio distinto.

“Esto es pasión y mucha alegría”, dice Arévalo. “Y seguimos adelante, como el primer día: “como si nadie escuchara”, pero sabiendo que cada vez hay más gente del otro lado”, agrega González.

—El 23 de octubre se cumplieron dos años de la primera salida de Como si nadie escuchara, en Radio Fénix. ¿Qué balance hacen de estos dos años al aire?
Ana Laura González: La verdad, un balance súper positivo. Cuando arrancamos, nuestra idea era hacer un programa de mujeres, pero sin etiquetas. Queríamos hablar de todo: salud, deporte, cultura, libros, actualidad, música… lo que se te ocurra. Es un magazine, pero con nuestra impronta: relajado, natural y con humor.

Sandra Arévalo: Exacto. Lo pensamos como una charla entre amigas, donde la gente pudiera sentirse parte, pero sin esa presión de “estar al aire”. De ahí el nombre: Como si nadie escuchara. Queríamos disfrutar, pasarla bien y que eso se notara.

González: Y creo que lo logramos. Nosotras hablamos, nos reímos, debatimos y compartimos desde un lugar genuino. Si hay algo que define al programa es que no hay pose.

Ana Laura Gonzalez y Sandra Arevalo.
Ana Laura Gonzalez y Sandra Arevalo.
Foto: Leonardo Mainé.

—¿Y cómo nació el llamarse por sus apellidos, Arévalo-González?
González: Fue casi una coincidencia. Nos conocíamos de cruzarnos en los medios, pero nunca habíamos trabajado juntas. Ella con más de 40 años de trayectoria, yo con unos cuantos también (risas), pero en distintos momentos y lugares.

Arévalo: Sí, ella estuvo en El Espectador, igual que yo, pero en épocas distintas. Nos cruzábamos, teníamos gente en común, pero nunca habíamos compartido micrófono. Y el primer día fue mágico: nos sentamos frente al micrófono sin plan, sin libreto, y salió solo.

Arévalo: Y desde ese día nos empezamos a llamar por el apellido: Arévalo y González. Fue espontáneo, como todo en este programa.

—En este tiempo, ¿cómo sintieron la evolución del programa?
González: Al principio costó muchísimo. Conseguir una entrevista era todo un trabajo. Hoy en cambio nos llaman para venir, nos piden participar, incluso políticos. Eso te demuestra que el esfuerzo valió la pena.

Arévalo: Sí, y el crecimiento fue natural. Cada día tratamos de ponerle buena energía, color, humor. La gente lo nota. Y también notamos cómo fue creciendo nuestra audiencia: cada vez más mensajes, más interacción, más seguidores en redes.

González: Y los invitados se van contentos. Hemos tenido desde músicos hasta políticos, y todos nos dicen lo mismo: que se sintieron cómodos. Y eso para nosotros es fundamental, porque no somos agresivas a la hora de preguntar. Somos curiosas, pero con respeto.

—El programa va de 15.00 a 17.00. Parece poco pero hay que llenar dos horas todos los días.
González: Sí, son dos horas al aire todos los días. Y te digo, antes nos parecían largas, pero ahora se nos vuelan. Hay veces que el operador nos quiere cortar a las cinco y nosotras seguimos (risas). Si hay un invitado interesante, siempre pedimos unos minutitos más.

Arévalo: Y casi siempre nos los dan (risas).

—Tienen muchas secciones fijas, ¿cómo fueron surgiendo los columnistas?
González: Los fuimos eligiendo según el perfil que queríamos darle al programa. Tenemos gente en gastronomía, salud, política, cultura… algunos se fueron bajando por temas de agenda, otros se fueron sumando. Pero la idea siempre fue mantener una dinámica descontracturada, flexible.

Arévalo: Claro. Y además tenemos espacios especiales que nos encantan. Por ejemplo, La Ruta del Vino Uruguay. Empezó tímidamente, llamando a bodegas para charlar, y terminó siendo una de nuestras secciones más esperadas.

—¿Así también nació la sección La ruta del Queso?
González: Sí, porque el vino y el queso se maridan no solo en la copa, sino también en la radio (risas). Entrevistamos a productores, enólogos, sommeliers, y también a los queseros, que la mayoría están en Colonia, así que coordinar con ellos implica envíos y logística.

Arévalo: Lo lindo es que no se trata solo del producto, sino de las historias detrás: familias, tradiciones, emprendimientos rurales. Todo eso lo queremos mostrar.

—También apoyan mucho a los pequeños emprendimientos, sobre todo del interior.
Arévalo: Sí, especialmente a las mujeres emprendedoras. Hay una cantidad enorme de proyectos increíbles en todo el país: cosmética natural, licores artesanales, jaleas, alfajores, jabones… nos encanta darles voz.

González: También tenemos un espacio para bartenders que vienen cada quince días a preparar tragos en vivo. Es un éxito en redes: cuando subimos esos videos a Instagram, explotan de visualizaciones.

Ana Laura Gonzalez y Sandra Arevalo.
Ana Laura Gonzalez y Sandra Arevalo.
Foto: Leonardo Mainé.

—Y fuera del aire, ¿cómo es su dinámica de trabajo?
González: Muy profesional, aunque parezca que todo es improvisado (risas). Nos escuchamos todos los días después del programa. Nos criticamos entre nosotras: “me pisaste”, “hablaste muy fuerte”, “no nombramos al invitado”. Siempre hay autocrítica, y eso mejora el producto.

Arévalo: Sí, somos de la vieja escuela. Nos gusta revisar lo que hacemos, cuidar los detalles, porque aunque el espíritu del programa sea relajado, hay un trabajo muy serio detrás.

—¿Quiénes las acompañan en el equipo?
González: Tenemos a Gustavo Formento y Néstor Remesairo, que son parte fundamental del equipo. Ellos nos dan soporte en producción y contenido.

Arévalo: Y además tenemos una sección que nos encanta: Los municipios y su gente. Es un espacio donde los municipios de todo el país pueden difundir sus actividades, contar lo que hacen, mostrar la otra cara de lo local.

González: Como ves, el programa es como una revista radial: cada bloque es una página distinta. Salud, música, gastronomía, entrevistas, humor, cultura, emprendedores… todo entra.

—También traen músicos callejeros, ¿no?
Arévalo: Sí, eso es un clásico. A veces estamos en la calle, vemos a alguien cantando o tocando en un ómnibus, y lo invitamos. Al principio no nos creen: “¿De verdad sos de la radio?” (risas).

González: Sí, nos miran con cara de “¿para qué querrá mi teléfono?”. Pero cuando vienen, se sorprenden. Y es hermoso, porque le damos un espacio a gente que tiene talento de sobra pero pocas oportunidades.

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