Poniéndole más contenido a la Tele

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Por: Miguel Bardesio

Cámara testigo, Esta boca es mía, Vidas, Planta baja, A conciencia, Fuera de foco... varios de los programas que han marcado (y marcan) la grilla de Canal 12 surgen de las tres cabezas que componen la productora Contenidos TV: Conrado Polvarini, Gustavo Rojo y Fernando Laureiro.

Sábado Show reunió a los tres para una charla sobre la evolución de la TV, proyectos e historias de la cocina de sus programas.

Para empezar, un logro: Contenidos acaba de vender a Estados Unidos el ciclo Vidas, aquel que bajo la conducción de Facundo Ponce de León, relataba las peripecias cotidianas de un entrevistado central. "Vendimos la lata; son 74 capítulos", asegura Polvarini. El comprador: un canal de habla hispana de la cadena estadounidense Turner.

De vuelta en Uruguay y para el año que viene, la productora tiene al menos tres programas en carpeta. La ficción Adicciones, de capítulos unitarios, recibió un premio de incentivo cultural que la habría destrabado. Hace tres años que se grabó el piloto de esta serie y el 2010 sería el año para que viera la luz. "Estamos hablando con el Canal (12) para ya ponerle fecha de emisión. Lo teníamos trabado por motivos económicos, pero esto (el incentivo) nos permite avanzar", añade Polvarini.

Adicciones, como su nombre lo indica, será un ciclo unitario que en cada capítulo abordará una historia vinculada a determinada adicción. "Los actores son rotativos. Lo que no cambia es el equipo técnico y la dirección de Gustavo Hernández", detalla Rojo. El piloto fue dedicado al vicio del tabaquismo y fue protagonizado por los actores César Troncoso, Walter Pazos y Roberto Jones, entre otros.

Además, Contenidos prepara un ciclo para marzo con parte del equipo que condujo Verano en barra y trabaja también un periodístico para 2010. Antes, hablan de los programas que están hoy en la grilla y también de aquellos que descubrieron horarios o innovaron con sus temáricas.

-¿Cómo surgió Esta boca es mía?

-(Laureiro) El canal nos propuso la figura. Piensen algo para Victoria Rodríguez. A partir de ahí, nosotros pensamos que tenía que hacer un cambio abrupto: de Verano del... a la calle. Así surgió A conciencia, teníamos que hacer ese giro en su imagen para que luego, con Esta boca es mía, fuera una conductora creíble.

-¿Y el horario de las tres de la tarde?

-(Polvarini) Eso surgió después. El canal nos lo planteó y a nosotros nos entusiasmó mucho. Ya había pasado con Planta baja, que fue un programa que abrió una brecha en un horario que estaba muerto. Entonces, nos dijeron tres de la tarde y nos encantó aprovechar el horario marginal. Y hoy, de hecho, los demás canales están pensando en qué poner a esa hora; ya no es un horario que se rifen.

-(Rojo) Al principio, Victoria no quería saber de nada con el horario (risas) Pero después la convencimos.

-Y Cámara testigo, ¿cómo nació?

-(Laureiro) A partir de Vidas. Vimos que los capítulos donde se tocaban temas de policía, de violencia o temas más bizarros eran los más vistos. Entonces, dijimos: acá hay algo. Y empezamos a diseñar Cámara testigo. Desde qué salió nunca paró; es tan variado que no aburre. Y es un programa con mucho éxito, llegamos a hacer 18 puntos de rating.

-Hace cinco años que tienen la productora, ¿cómo ven la TV uruguaya del 2009?

-(Rojo) En este año creo que ha retrocedido. Cada vez hay menos programación nacional, o una producción menos interesante. Las propuestas buscan lo fácil, lo directo, como puede ser La City, que ya sabés que te va a rendir.

-(Laureiro) Está el tema del rating. Cuando nosotros empezamos, en el 2004, no era tan competitivo. Hoy, todos los días estamos mirando las planillas, si ganamos o perdimos. Entonces, la TV se transformó como el programa de Tinelli. Si rinde una gorda bailando 10 minutos, que baile media hora. Si rinde una novela japonesa, la dividimos en cuatro y la estiramos todo lo posible. Ya no hay tanto lugar como para experimentar con un programa nuevo.

-Pero este año, cada canal tuvo su ficción...

-(Rojo) Sí, pero a ver. Hogar, dulce hogar no fue una apuesta a la experimentación. El español (Escenas de matrimonio) le funcionó bien a Canal 10 y pensó en hacerlo local. Charly en el aire fue más una apuesta de un grupo de personas que de un canal. Y Las novias de Travolta no sé bien cómo fue, pero a lo que voy es a esta pregunta: ¿Qué programa de apuesta hubo este año como en su momento fue Zona Urbana, Vidas, Planta baja, o Esta boca es mía? Ninguna. Tal vez Parque jurásico. Pero cuando hablo de experimentación, hablo de cosas independientes más que nada. Realmente, el tema de rating no está dejando. Creo que la TV tiende a no dejar experimentar.

-Se dice que el verano pueden servir de banco de pruebas. ¿Lo ven así?

-(Laureiro) Sí, pero ahora ya los canales empiezan el año en verano, no en marzo como antes. Entonces, tampoco queda mucho ese espacio para experimentar con algo nuevo. El lugar ideal para esro sería la TV pública. Pero el Canal 5 no funciona así, si bien ahora, con (Claudio) Invernizzi, está mejor.

-(Rojo) Ojo, esto es un comentario, no es una crítica. Simplemente, así es el negocio. Cambió, se volvió más competitivo y las productoras, como nosotros, tenemos que adaptarnos o morimos.

-¿Qué miran en la TV?

-(Polvarini) Mucha televisión argentina. Ellos tienen productos que están pensandos para ganar a la gente, para dar más rating.

-(Rojo) La TV argentina es una de las mejores del mundo, pero no por calidad, si no por ganarse al público. Y eso es lo que más queremos captar. Lo vemos en América TV, por ejemplo, que tiene tres programas iguales, de docu-reality. ¿Y por qué lo hacen? Porque tienen éxito en el público.

-¿Están de acuerdo con la cuota pantalla, es decir, obligar a los canales a tener un 60% o 70% de programación nacional?

-(Polvarini) No estoy de acuerdo. Para mí, la TV se transformaría, por los costos que tenemos acá para producir, en una basura. Y dejamos de acceder a series o programas argentinos que están buenos y son indiscutidos. También, se habló de crear un grupo de notables para decidir qué está bueno y qué no. Esto es muy complicado. ¿Quién es quién para decidir eso?

-(Laureiro) Lo que estaría bueno sería reducir la carga fiscal para las producciones nacionales. O al revés: crearle carga fiscal a lo que viene de afuera. Para igualar. Porque de repente los canales acceden a series muy buenas a un precio muy barato. Capaz que pagan 300 dólares por capítulo.

-Y acá, ¿cuánto cuesta?

-(Polvarini) No hay punto de comparación. Producir una ficción, por ejemplo, puede salir 10.000 dólares el capítulo. La ficción, en Uruguay, es muy difícil de financiar. Nos pasa con Adicciones, que por suerte ha tenido muy buena acogida en las ferias internacionales y hay interés. Entonces, tenemos que recorrer ese camino de colocarla en otros mercados porque solo con el aire, en Uruguay, no se puede financiar.