Es uruguayo, se consagró en Argentina y hoy tiene una carrera internacional y un amor transatlántico con una estrella española, Ester Expósito. Nicolás Furtado, Diosito de El Marginal, cumple 35 años este lunes. Estos son cinco datos suyos que a lo mejor no conocías.

Es hijo de una maestra y un farmacéutico, que levantó a mano la casa en la que el actor se crió. Nicolás Furtado es de familia trabajadora y de La Teja, donde pasó una infancia entre partidos de fútbol en la calle, las escondidas y unas clases —las escolares— en las que nunca fue alumno destacado.

Desde pequeño tuvo inclinaciones por el arte y una relación muy estrecha con su abuelo Máximo, al que frecuentaba en Casabó y del que escuchaba largas historias llenas de aventura.

Fue al liceo en el Cerro y para entonces, ya tenía clara su vocación. Hoy asegura que nacer en La Teja fue lo mejor que le pudo haber pasado para forjarse y confirmarse como actor.

El año pasado se viralizó una particular cita romántica que tuvo con su novia, la actriz española Ester Expósito. En una de las visitas de ella a Argentina, donde el uruguayo está radicado, ambos fueron a ver un recital de estadio de la banda La Renga, y se mostraron tomando fernet en una botella de plástico cortada.

No fue una salida más: Furtado es fanático de La Renga desde su adolescencia, desde que el disco homónimo del grupo —el de “El revelde” (sic) y “Cuando estés acá” o “Me hice canción”— lo marcó a fuego. Por esa época, aprendió a tocar la batería y hasta vendió fuegos artificiales para poder financiarse las idas al festival Pilsen Rock, contó en su momento en entrevista con la edición argentina de la revista Rolling Stone.

“Me mandé las mías, eh”, dijo en aquella nota Furtado, que alguna vez terminó en la comisaría porque, por ejemplo, junto con su amigo El Armenio tuvieron una pelea en un viaje en ómnibus, y el chofer los bajó en la seccional. Cosas que pasan en años efusivos.

Nico Furtado hizo en Uruguay sus primeros pasos en la actuación. Trabajó en publicidad y participó de las ficciones rioplatenses Porque te quiero así y Dance!, hechas en Montevideo en coproducción con Argentina, y emitidas por Canal 10.

De esas experiencias salió su primer contacto con la industria del país vecino, al que se fue en 2012 para hacer un papel en la telenovela Dulce amor. Luego vinieron otras experiencias —Somos familia, Educando a Nina con controversia incluida por su versión de un cordobés, Fanny la fan—, pero ante la frustración que le generaba ver que su carrera no terminaba de despegar, consideró probar suerte en otro país.

Así, Furtado puso la mirada en horizontes latinoamericanos, y contempló radicarse en México o, por qué no, en Colombia.

Justo antes de dar el paso definitivo apareció, en su vida, el casting de El Marginal. Era la serie que lo iba a cambiar todo.

Para ir al casting de El Marginal, serie sobre la vida carcelaria que se volvió éxito de Netflix, Furtado decidió apostarlo todo. Se llevó de Montevideo una prótesis dental con la que se presentó a la audición, recorrió la Villa 31 en busca de referencias para la composición del personaje, la noche anterior a la prueba la pasó en una plaza, y cuando se presentó al llamado no dijo que era actor. Quería que los productores vieran solo a Diosito, no a Nicolás, y lo logró. El impacto fue tal que Juan Pablo “Diosito” Borges no solo mantuvo esas características que él le dio, sino que pasó de ser un personaje secundario a un protagonista absoluto de la ficción tumbera. Al uruguayo le cambió la vida.

Aunque siempre quiso ser actor, a Furtado nunca le gustó llamar la atención y ha cultivado, a lo largo de su carrera, un perfil muy bajo. Quiere que hablen de él por su trabajo y no por su vida privada, lo que hace cuando no está en el rol de actor, y por eso esquiva escándalos y entrevistas que tienen que ver con los asuntos de, digamos, el corazón.

Su nombre apareció vinculado al de China Suárez cuando la actriz se separó de Benjamín Vicuña entre rumores de infidelidad y, luego, tuvo un encuentro con Mauro Icardi. Ahora está en pareja con la española Ester Expósito, muy famosa en la actualidad, y aunque en redes ya no se esconden, cuidan con recelo su amor transoceánico.