previa de HALLOWEEN
Voces Anónimas volvió recargado a la pantalla de La Tele. El ya clásico ciclo encabezado por Guillermo Lockhart apostó a narrar las historias más escalofriantes a partir de cortometrajes con gran despliegue producción. “El desafío fue dar un salto gigante a nivel técnico”, sostiene el conductor.
-¿Cómo te sentís viendo la sexta temporada de Voces Anónimas al aire?
-Siento una alegría inmensa. Cada salida al aire de Voces Anónimas es sinónimo de felicidad. Esta temporada tiene un condimento especial porque tomó mucho más trabajo y contó con un equipo más grande. Fue una apuesta enorme. En un principio se me venían muchas cosas a la cabeza sobre hacer ficción, sabía que no iba a ser fácil hacer 26 cortometrajes que calcen adentro de cada historia. Cuando empecé a trabajar en los primeros cortos me di cuenta de que se puede hacer muy buena ficción en Uruguay. Estoy disfrutando como nunca.
-¿Por que se demoró la salida al aire?
-Íbamos a salir en 2016, pero yo pedí esperar un año para poder terminar los cortometrajes. Cuando entramos en 2018, como todo se paralizó por el Mundial, el canal tomó la decisión de guardar Voces Anónimas para la segunda mitad del año. Uno quiere que salga lo antes posible, pero yo sabía que este momento iba a llegar y traté de controlar la ansiedad. A veces hay que saber esperar. Yo siempre aprovecho el tiempo para seguir agregando algún contenido nuevo.
-¿Cómo fue el desafío de apostar a un formato más volcado hacia los cortometrajes que a lo documental?
-El desafío era dar un salto gigante a nivel técnico sin perder el espíritu de Voces Anónimas. Quisimos alcanzar una calidad óptima, como la que tienen las presentaciones del programa en todos los capítulos. La gente nos elogiaba mucho esas presentaciones, pero después las recreaciones de las historias estaban un escaloncito por debajo. Esta vez quisimos elevar la vara de cada capítulo.
-Participan varias figuras conocidas, ¿te sorprendió alguien en particular?
-Muchas. Varina De Césare fue una de las que más me sorprendió porque protagoniza una historia muy intensa con mucho terror psicológico. También me encantó el trabajo de Patricia Wolf, Andy Vila y Robert Moré, que es uno de los mejores actores uruguayos. Además, quiero destacar una figura que está dando sus primeros pasos en televisión y que tiene mucho talento: (el exbaterista de Rombai y actual Dame 5) Tomi Narbondo. Su capítulo era muy difícil y lo hizo a la perfección. De todos modos, el que más me sorprendió entre todos fue Berto Fontana. Fue uno de los actores más grandes que tuvo Uruguay. Tenía 91 años cuando lo fui a buscar a una casa de salud para mostrarle una historia de un niño y un perro que le encantó. Hizo un sacrificio inmenso para filmar con nosotros. Tenía una voz mágica y su capítulo quedó espectacular. El corto fue su último trabajo. Lo recuerdo con mucho cariño. Fue un honor trabajar con él.
-¿Por qué pensás que el programa tiene tanta llegada al público juvenil?
-Llega a muchas edades, pero los jóvenes son los que vuelcan su euforia y fanatismo en las redes sociales. Por eso presento los libros de Voces anónimas en muchas escuelas y liceos, donde veo la llegada que es impresionante. Ellos se sienten identificados y tienen mucha curiosidad e interés por todo lo que es el más allá o el mundo mágico de las leyendas que convive con el nuestro. En internet hay muchos sitos en los que los jóvenes tienen mucho protagonismo sobre estos temas.
-¿Qué sensación te deja presentar tus libros por tantos puntos del país?
-Tuve el privilegio de presentar mis libros en todos los departamentos y es una sensación única. El cariño que transmite la gente del interior es difícil de comparar. Me quedo hablando con gente que me cuenta sus historias y me invita a quedarme en su casa o a comer un asado. Es hermoso.
-A partir de estas recorridas y el contacto con la gente, ¿cómo dirías que estás viendo al país?
-Uruguay atraviesa un momento muy difícil a nivel de seguridad y educación. Se ve en la calle y es lo que uno percibe en su entorno del día a día. En la educación es en lo que más hay que trabajar. Yo intento aportar mi granito de arena yendo a dar charlas a muchas escuelas y me pongo a la orden de cualquier institución. Trabajando en la educación es que vamos a salir adelante. Yo trato de actuar y no hablar tanto. Soy consciente de que hay cosas que hay que mejorar.
-¿Les lees cuentos de terror a tus hijos?
-No les quiero contar cuentos de terror porque son chicos y se pueden asustar. Sin embargo, desde que salió Voces Anónimas mi hija Helena de cinco años me pide que le cuente las historias que aparecen en el programa. Mira todos los capítulos conmigo y después por internet. Le voy a terminar contando varias historias de terror...
-Ignacio Esquivel de Rastros se volvió a diferenciar de Voces Anónimas al señalar que ellos hacen investigaciones y ustedes teatralizaciones, ¿coincidís con esa lectura?
-De mi parte prefiero no responder.
-Se te ve actualmente en una publicidad con el investigador Néstor Ganduglia, ¿cómo fue reconstruir tu relación con él luego de que se fuera de Voces Anónimas diciendo que el ciclo estaba sujeto a las reglas del rating y que nunca se lo había reconocido como fundador?
-Decir que yo estaba peleado con él es un gran error, yo nunca me peleé. Él dijo que se desvinculó de Voces Anónimas porque sentía que el programa no era el mismo de los inicios, que había cambiado, pero también aclaró que yo soy un gran amigo y que me tiene aprecio. También dijo que seguramente me desea lo mejor y que no descarta volver a trabajar conmigo. Néstor sigue siendo mi amigo y yo extraño su participación en el programa. Está todo muy bien con él. Soy admirador de su trabajo y le agradezco que me haya abierto las puertas de este rubro.