Por: Mariángel Solomita
Enrique Buchichio es periodista, crítico cinematográfico y el realizador de los cortometrajes En la plaza y Noche fría. Ayer se estrenó su primera película, con una temática tan vulnerable como peligrosa para cualquier director. Durante tres años Buchichio reescribió el guión, tiempo que le permitió conocer todos los rincones de su historia, que con habilidad recorrió esquivando muchos de los traspiés que la amenazaban.
"La inspiración inicial fue contar el proceso que atraviesa el personaje de Leo de una manera lo más subjetiva e íntima posible. Me pareció interesante este conflicto, crucial en la vida de alguien, que yo por lo menos nunca había visto retratado de esta manera. Y tratar de contrapuntear eso con el conflicto de otra persona (Caro) con la que se reencuentra Leo, y cómo se van entretejiendo y ayudando sin darse cuenta. A través de la crisis que atraviesa Leo, intenta aceptarse a sí mismo, y termina pasando que intentando ayudar a alguien más él logra ir destrabando qué es lo que le pasa."
El cuarto de Leo no podría concebirse sin Leo, y Leo está. Martín Rodríguez es un actor argentino con formación teatral y con una sensibilidad enorme para componer un personaje dificilísimo: un joven en proceso de autoaceptación, atormentado sexualmente, vitalmente. Su inquietud se refleja en la estética del film. Está en las paredes de su cuarto, descuidadas, despintadas aunque vive allí desde hace tiempo. Leo tendrá tres refugios: la música que escucha -con un fuerte valor narrativo como en los anteriores trabajos de Buchichio-, el psicólogo (Arturo Goetz) que consulta y Caro (Cecilia Cósero). Caro es una compañera de escuela que atraviesa una desgracia familiar y encuentra en Leo amparo. Y él en ella, aunque también la facilidad de erradicar sus dudas sexuales y terminar la relación con Seba (Gerardo Begérez), por quien posiblemente sienta amor.
"Cuando Enrique me pasó el guión no pude soltarlo y viendo a Caro me dio muchísimo `miedo` no poder llegar a dar con la profundidad del personaje, por lo que está atravesando en este momento y al mismo tiempo hacerla interesante, `luminosa` a pesar de su presente. Modificó mucho mi carrera porque trabajar en un personaje de estas características me requirió mucha concentración en el momento de grabar. Fue un gran desafío como actriz, un crecimiento", dijo Cósero.
La incertidumbre de la posibilidad permanece a lo largo de toda la película y se evidencia con un registro de cámara en mano (Pedro Luque estuvo a cargo de la fotografía), con tan poca firmeza como la calma del personaje.
"Aposté por una identificación del espectador con los personajes desde un lado muy sensible, desde la conexión emocional. Me parece que en las películas uruguayas por lo general no es que esto faltara por una incapacidad, sino que era una opción estética."
- ¿Porque lo amerita esta historia o porque es el tipo de cine que como espectador disfrutás más?
- Como espectador y como crítico las películas que más me gustan son las que me conmueven o me generan emoción de algún tipo. Para mí era muy importante que en primer lugar el público lograse conectar con los personajes, y todo estuvo en función de eso. A la hora de ensayar era la premisa fundamental.
-Venís de la crítica, ¿existió un temor, mayor al habitual, de cometer esos errores que detectás frecuentemente?
- Sí, pero no sé si por el hecho de ser crítico. No puedo aplicar los mismos criterios para evaluar mi película. En el caso mío creo que la experiencia como crítico me da puntos de referencia, y para mí es parte fundamental de mi formación casi o más importante que el pasaje por la escuela de cine, pero hasta qué punto eso influyó en la rigurosidad a la hora de hacer la película no lo tengo muy claro. Me parece que es parte complementaria y no fundamental. Traté de estar lo más apegado posible durante todo el proceso con la historia en sí misma, no desviarme de lo que quería contar, porque a veces cuando uno hace su primera película suele pasar que se tienta con meter mucha cosa. De hecho el guión tenía muchas puntas por las que te podías ir en cualquier momento en las primeras versiones y llegó un momento en el que me dí cuenta que había que empezar a enfocar más, y eso se fue dando progresivamente en cada etapa: reescritura, ensayos, rodaje y montaje. Hubo que sacrificar muchas cosas en el montaje.
- Te graduaste de la Escuela de Cine (ECU) con especialización en dirección y montaje, ¿por qué derivaste el montaje en Guillermo Casanova y Julián Goyoaga, que además son realizadores?
- No son editores de la película porque sean realizadores, sino que da la casualidad de que además lo son. En el caso de Julián fue compañero de escuela, de generación de la ECU y editó mis dos cortos. Nos conocemos mucho, compartimos gustos y criterios a la hora de trabajar. Guille está vinculado a Lavorágine (es su productora junto a Natacha López) y me parecía que hacía falta complementar la mirada de Julián - y su afinidad conmigo- con la de un tipo más experiente en largos. El aporte de ellos fue crucial, la película en varios sentidos creció muchísimos gracias al montaje.
CONTRUCCIÓN FIRME. La principal dificultad que sorteó Buchichio fue cómo equilibrar la película para evitar que cayera hacia el drama o hacia la comedia. La línea en la que se mantiene confirma que pudo mostrar una historia compleja, y no sólo contarla. La mostró a través de personajes muy bien construidos -y dirigidos-, que aportan a la narración así como los espacios físicos, que también conforman a los personajes (la madre y el jardín, su compañero de apartamento y el sillón, la tele y el mate, Caro y la cama, Leo y el cuarto).
"Yo nunca fui consciente cuando la escribía del género de la película, naturalmente resultó ser una historia básicamente dramática pero con algunas escapadas hacia cierta comicidad. Fue en el laburo con los actores que se cristalizó el tono final que la película tiene."
El trabajo con los actores no requirió muchos ensayos. En parte porque Rodríguez y Begérez residen en Argentina, al igual que Cósero, que en ese momento vivía en México, pero además porque Buchichio no quiso excederse, quiso acercarse hasta el punto exacto.
Begérez y Cósero se presentaron a la primera instancia de casting que se realizó en diciembre de 2007 y de la que surgió la mayoría del elenco que además conforman Rafael Soliwoda, César Troncoso, Leonor Svarcas, Mirella Pascual, Sylvia Murninkas y Carolina Alarcón. Encontrar a Leo fue más difícil. "Quería un actor que no fuera conocido, de manera que el espectador pudiera conectar con el personaje y no con el actor." Rodríguez no tenía experiencia en cine, fue seleccionado en el único casting que se realizó en Argentina.
"Leo tenía todo el peso de llevar adelante casi toda la historia, con muchas escenas. Me encontré en un proceso en el que tenía mucho para actuar, pero era cine, y me fui dando cuenta en el camino que no tiene nada que ver con el teatro. Los códigos, los tiempos, el abordaje es otro. El aprendizaje fue buenísimo. Charlé mucho con Enrique, me visualizó cuál era el universo que quería contar, cómo era el personaje, cuáles eran las inquietudes que tenía, y sobretodo cómo afrontaba la crisis que tiene que es el punto esencial de la historia."
- Si bien se tejen alrededor de Leo, da la impresión de que cada personaje es un conflicto, ¿sentís la misma emoción hacia cada uno de ellos?
- Los quiero a todos. Si bien por ser el protagonista y por ser un personaje que tiene mucha connotación personal para mí Leo es el personaje que más me importó cuidar, todos tienen algo con lo que yo logré identificarme. Todos parten de cosas que yo personalmente siento o que quería decir. Traté de que ninguno estuviera puesto a prepo por una necesidad únicamente narrativa, quise que por más episódicos que fueran tuvieran una complejidad por lo menos sugerida, que tuvieran vida propia, fundamentalmente Caro. En la relación que Leo establece con cada uno de ellos está cómo se va dibujando su recorrido en la película.
El cuarto de Leo es la primera película uruguaya que como parte de su argumento incluye una relación homosexual. Etiquetar la película sería un error con su propia naturaleza, "marketinearla de esa manera sería fácil porque sería llegar a un público determinado, pero la sensación clara que tuve al hacerla fue que la vea la mayor gente posible", explicó Buchichio.
"Puede generar algún tipo de polémica en alguna persona, de hecho en algún festival se ha generado, en alguna sociedad conservadora donde no está el tema debidamente instalado. En Uruguay creo que es bastante conservadora la sociedad, no así en las leyes, entonces creo que puede generar algún tipo de polémica como puede generar cualquier tema", dijo Begérez.
Este filme comenzó su recorrido en festivales en la sección Zalbaltegi- Nuevos Directores de San Sebastián, y ya fue exhibido en 2010 durante el Festival de Cine de Punta del Este y en el Festival Internacional organizado por Cinemateca. Buchichio está ahora comenzando la escritura de su próxima película, la que describe como un thriller periodístico. "Es muy diferente a "Leo", está inspirada en hechos reales. Me gusta porque tiene que ver con el periodismo, yo soy periodista y me gusta hablar de eso. Tiene que ver con las cosas que la dictadura le dejó a la sociedad uruguaya. Me entusiasma también el tratamiento que es de thriller por su estructura, no porque tenga suspenso. Igual la historia fundamental es el vínculo entre los personajes. Siempre las películas que me interesan hacer, y pueda ir haciendo, van a partir de ahí: de vínculos que se generan entre personajes que me permitan decir cosas que está bueno decir, o que pueden dar como resultado una película interesante."