Por: Analía Filosi
Orgullo y gloria es el título original de Código de familia, una historia sobre una familia irlandesa de policías que se ve enfrentada a un caso de corrupción dentro de la división del Departamento de Policía de Nueva York en la que trabajan dos de sus integrantes. Francis Tierney Jr. (Noah Emmerich) es el jefe de la división, donde es policía su cuñado Jimmy Egan (Colina Farrell), casado con la hermana de Francis y de Raymond (Edward Norton). Este último es otro policía que, tras un confuso operativo, se pasó al Departamento de Personas Desaparecidas. El patriarca es Francis Tierney (Jon Voight), Jefe de Detectives de Manhattan, responsable de que Raymond vuelva a la acción al pedirle que investigue otro confuso caso: un tiroteo en el que murieron cuatro policías al proceder a un allanamiento por tráfico de drogas. Todo se complica cuando salta que uno de los Tierney ha decidido quebrantar las leyes.
"Quería contar la historia del Departamento de Policía de Nueva York y examinar el universo alternativo en el que vive. También quería contar una historia sobre la familia. Como hijo de un policía que tenía un gran sentido del deber, comprendí los conflictos internos que tenía mi padre. Era todo blanco o negro, no había lugar para áreas grises", cuenta Gavin O`Connor, director y guionista del film que produjo, entre otros, su hermano gemelo Gregory. Ambos siempre tuvieron en mente para el papel de Raymond, el Tierney que investiga el caso, a Edward Norton. "Hicimos un gran trabajo biográfico con el personaje de Ray -señala Gavin-, él es un hombre de confianza en el departamento de policía hasta que un incidente compromete su integridad y lo envía a una especie de exilio auto-impuesto, trabajando en el área de Personas Desaparecidas". A lo que Norton agrega que "el dilema de Ray es muy difícil, él se siente dividido entre serle fiel a su familia o a la policía. La idea no es enjuiciar al personaje o su decisión, simplemente se muestra el dilema que debe enfrentar. La pregunta principal es ¿qué hacer?, ¿elegirá decir la verdad aunque eso sea a costa de su propia familia?".
Su "propia familia" tiene como principal involucrado a su cuñado Jimmy, un policía cansado o desencantado por ver cómo los delincuentes que arresta un día, al siguiente están en las calles repitiendo sus crímenes. "Imagino que si fuera un oficial de policía, sería muy frustrante atrapar a alguien y ver que la semana entrante vuelve a estar suelto en las calles haciendo lo mismo. Ese es uno de los motivos por los cuales Jimmy hace lo que hace", explica Colin Farrell, el actor que lo encarna.
En el medio está Francis Jr., jefe de la División en la que trabaja Jimmy y enterado a medias de en lo que se está metiendo su cuñado. Lo dejó hacer porque su mente estaba más puesta en el cáncer que está matando a su esposa y madre de sus dos hijos, pero nunca imaginó que llegaría tan lejos. "Hay tanto dolor en este personaje, pero también hay crecimiento, realmente cambia en el transcurso del film. Eso siempre es interesante para un actor", manifiesta quien lo interpreta, Noah Emmerich.
Estos tres policías cargan además con el peso de la intachable carrera de Francis Tierney, que nunca aceptó otros sobres que los del Estado, como bien lo dice en la película. Jon Voight, quien lo lleva a la pantalla, lo define como "un hombre que ama a su familia y está muy orgulloso de que sus hijos sigan su camino y que incluso su hija se case con un policía. Pero ahora debe enfrentar el hecho de que su propia familia esté involucrada en algo terrible, en algo contra lo que lucha a diario".
Para contar esta historia, aún conociendo a la policía tan bien como la conocían por ser su padre uno de ellos, los hermanos O`Connor trabajaron con el detective de Nueva York ya jubilado Robert Hopes, también productor asociado y consultor técnico del film. "Gavin quería que fuera auténtica. Quería que la terminología y la apariencia del film fueran las correctas", remarca Hopes.
En definitiva actores y realizadores querían que en la pantalla se viera reflejado que se trataba de una historia de orgullo y gloria, de código familiar, de elegir entre el deber o la sangre… o quizás de optar por ambos porque los grises son posibles.
SIMPÁTICO LADRÓN. "Por alguna razón, desde chico tengo una fascinación por John Dillinger. A los diez años, para la misma época que empecé a interesarme en Charlie Chaplin y Buston Keaton, Dillinger tenía algo que me atraía y quería saber todo sobre él. Cuando hice mi investigación para la película, con la información que hay disponible hoy, logré saber mucho más". Palabras de Johnny Depp en entrevista con el diario argentino Clarín sobre su más reciente protagónico: la vida del carismático ladrón de bancos, John Dillinger.
Enemigos públicos, de Michael Mann (El informante, Miami Vice), no es la primera aproximación que se hace a este delincuente que en los años `30 amasó una gran fortuna asaltando bancos, pero con la particularidad de no dejar víctimas, lo que le hizo ganarse el favor de la gente. Por aquella época se atravesaba en Estados Unidos la Gran Depresión y eso hacía que se viera a los bancos más como enemigos que como amigos. Tanto en la pantalla grande como en la chica, Dillinger fue encarnado por actores como Robert Conrad, Lawrence Tierney, Mark Harmon, Warren Oates y Martin Sheen.
"Dillinger sabía cómo ganarse a los medios. Era hábil, inteligente y rápido. Era como una estrella de rock. Y lo que más me fascina es su apetito por la vida", señalaba Mann en la convención Comic Con, donde se presentó con Depp. El actor, que para su personaje de Jack Sparrow en Piratas del Caribe se inspiró en el Rolling Stones, Keith Richards, también encontró algo de rockero en Dillinger. "De una extraña manera, era como una estrella de rock", comentaba a Clarín. "Habiendo salido de la cárcel, podía haber sido punk, ¿no? Tal vez alguien como Joe Strummer (fallecido líder de The Clash)".
Nacido en Indianápolis, el 22 de junio de 1903, John Hebert Dillinger comenzó su carrera delictiva con un robo de cincuenta dólares a un almacenero de barrio. Aunque parezca mentira, fue condenado a nueve años de prisión, en los que aprendió todo acerca de puntos débiles en sistemas de seguridad bancarios, además de hacer contacto con los que luego integrarían su pandilla (John "Red" Hamilton, "Baby Face" Nelson, Walter Dietrich, entre otros). Liberado bajo palabra en 1933, inició su gran carrera de asaltante en los bancos donde los granjeros depositaban sus ganancias, mientras vivía a cara descubierta en Chicago y en los pueblos vecinos de Illinois e Indiana. Pero si bien evitaba matar, en uno de sus atracos murió un oficial y Dillinger terminó en la prisión de Crown Point. De allí logró escapar con una pistola de juguete que él mismo talló. Para entonces ya tenía detrás al FBI, dirigido por J. Edgar Hoover, quien convocó para la tarea al detective Melvin Purvis, interpretado en el film por Christian Bale.
Depp y Bale son los Enemigos públicos de esta historia en la que también aparece la francesa Marion Cotillard (ganadora del Oscar por La vie en rose) como Billie Frechette. "Ellos vivieron una relación simbiótica. El nunca tuvo madre y estaba desesperado por lograr el amor de las mujeres. Ella necesitaba un padre. Estaban hechos el uno para el otro", explica Mann sobre la relación romántica del film. El director manejó un presupuesto de 100 millones de dólares e invirtió casi once meses de trabajo en este producción rodada en digital.
Pero no fue con Billie sino con Polly Hamilton y con la madama rumana Anne Sage con quien Dillinger fue al cine Biograph el 22 de julio de 1934. A la salida, luego de ver la película de gángsters Por sendas distintas (Clark Gable, William Powell y Myrna Loy), fue ultimado por disparos de agentes federales, presentes allí gracias a la traición de Sage. Dos horas después, con 31 años, Dillinger encontraba un final que no podía haber sido más cinematográfico.
REMAKE DE UN ÉXITO. Rescate del Metro 1 2 3 fue un exitoso thriller de 1974, inspirado en la también exitosa novela de John Godey. Contaba la historia de un grupo de malvivientes que secuestra un tren subterráneo en el corazón de Manhattan y, para liberar a sus pasajeros, exige un millonario rescate al encargado de seguridad de esa red de transporte. Los papeles que en ese entonces interpretaron Robert Shaw, como líder del secuestro, y Walter Matthau, como su interlocutor del lado de los buenos, recaen ahora en John Travolta y Denzel Washington.
"Es una historia excelente y sin embargo desconocida para las nuevas generaciones de cinéfilos. El mundo, y sobre todo Nueva York, ha cambiado muchísimo desde 1974", dice el director Tony Scott (Top Gun, Hombre en llamas, Déja vu) quien, con los demás responsables de la remake, decidieron realizarla como si ocurriera en la Nueva York actual.
"Mi personaje no es un policía, es un servidor civil. Cuando tiene que hacer frente a las exigencias de Ryder (secuestrador), él piensa: `Miren, ¿dónde diablos está el intermediario profesional especializado en el rescate de rehenes? Éste no es mi trabajo`. Walter Garber no es un superhéroe. Tiene miedo", explica Washington sobre su personaje, un hombre que pasó de trabajar en la administración de la empresa de transporte a ser despachador de trenes debido a una acusación por soborno. "Está seguro de que si ayuda a la gente del tren, su vida comenzará a tomar un rumbo más favorable… busca la redención", completa Brian Helgeland, guionista del film.
Enfrente está Ryder, un hombre próspero de Wall Street hasta que es encarcelado por desfalco y ahora va por un ajuste de cuentas. John Travolta, el actor que le presta su cuerpo, afirma que "la interpretación de un malhechor es liberadora porque los tipos buenos suelen ser demasiado comedidos. Un villano te otorga la posibilidad de crear tu propia fibra moral, una fibra moral en varios grados que deberás aplicar a tu personaje y normalmente echando mano a una cesta repleta de comportamientos variopintos. Esta vez he podido comportarme salvajemente, con calma, de manera encantadora o como me diera la gana".
El elenco se completa, entre otros, con James Gandolfini, el recordado Tony Soprano de la serie de HBO, Los Soprano, como el alcalde de Nueva York, y John Turturro, como el teniente Vincent Camonetti, que encabeza la negociación de rehenes y fue asesorado para el papel por Jack Cambria, actual oficial en jefe del Equipo de Negociación de Rehenes de Nueva York.
Rescate del Metro 1 2 3 fue filmada en los túneles de Nueva York, algo en lo que se empeñó Scott. "Él quería aprovechar tanto el sonido de los trenes como el miedo que generan con su movimiento, a fin de que el metro pudiera transformarse en un tercer personaje principal, luego de Denzel y John", destaca Barry Waldman, productor ejecutivo, sobre una filmación que duró cuatro semanas, lo que la convirtió en la más larga del metro de esa ciudad de toda la historia del cine. "Mi meta fue capturar ese mundo de manera novedosa, como nadie nunca antes lo había hecho", concluye Scott sobre un thriller que en Uruguay se estrena nada menos que el 11 de setiembre, día de uno de los mayores y más desafortunados secuestros -y consiguiente ataque terrorista- de este siglo.