ENTREVISTA
El cantante argentino habló con Sábado Show y repasó su meteórica carrera, su estilo y dijo qué estaría haciendo si no hubiese logrado un hit

El argentino Kaleb di Masi tiene números que asustan a cualquiera. Tiene solo 22 años y es el artista más escuchado en Spotify de Argentina y también en Uruguay. Su canción más exitosa, “Turraka”, ya tiene más de 59 millones de reproducciones en Youtube y 41 millones en Spotify, donde tiene cerca de cuatro millones y medios de oyentes mensuales. Hace apenas un mes lanzó la canción “EIA” con Alan Gómez que superó las cinco millones de vistas en Youtube. Y todo esto en apenas 18 meses. De su crecimiento, su éxito y cómo se lleva con la fama y los fans, habló Kaleb Di Masi con Sábado Show.
—¿Primera vez en Uruguay?
—Primera vez que salgo del país, y acá me recibieron de 10. Tengo mucha gente que me sigue desde acá, me tiran bastante amor, así que estoy contento de estar por acá, aunque es una visita corta.
—Tenés millones de seguidores y millones de oyentes de tus canciones en una carrera que comenzó hace poco. ¿Cómo te hace sentir eso?
—Lo veo como el fruto del esfuerzo que hice en todos estos años de laburo, así que lo siento como algo normal. Pasó todo muy rápido, es verdad, las primeras cosas que pasaban eran más impactantes, pero de a poco como que se fue volviendo algo más como: si me dan esto, quiero más. Me profesionalicé en mi equipo de trabajo también, tengo a mi manager, mi equipo, que me ayudan a estar con los pies en la tierra para seguir laburando. Que tenga un millón, o 10 visitas siempre es tratar de darle un buen contenido a la gente.

—¿Es difícil que los humos no se te suban?
—Sí, es complicado.
—¿Y quién te baja a tierra?
—Los pibes, los del equipo de laburo. Mi familia también, cuando los veo a ellos sé que sigo siendo el mismo pibito de barrio y siempre mantener la humildad.
—He leído notas en las que hablás mucho de la familia, ¿es un valor importante para vos?
—Conocí bastantes casos de artistas que no tienen un trabajo y su familia lo primero que va a hacer es mandarlos a trabajar. Eso no está mal. Yo estuve sin trabajo mucho tiempo y mi mamá me bancó cuatro meses y cuando me estaba diciendo que no me bancaba más pasó esto. Si no la hubiera pegado estaría trabajando en una fábrica.
—Si bien tenías una carrera como DJ y en el freestyle, hace un año y medio publicaste tu primera canción y explotaste. ¿Cómo era tu realidad hace dos años?
—Hace dos años estaba perdido, buscando el camino para ver por dónde era. También pasó que la voz de Kaleb la conocí durante un proceso bastante largo. Antes cantaba como algo más romántico, por ese lado, y llegó el momento que le metí al RKT, le metí una voz, le fui perfeccionando y salió. El primer tema que cambió el juego fue “Pompa” que lo saqué solo en mi canal y después hicimos remix con L-Gante y eso fue una manito del L-Gante bastante grande que siempre se lo agradezco. Ahí fue el comienzo de todo. A lo que apuntaba cuando empecé fue a llegarle a los DJ, y si vos hacías un buen tema de perreo, los DJ se pasan la pista a capella, y se van haciendo remix y esa fue mi estrategia.

—Habiendo tanta gente sonando en el mismo género, ¿cuál te parece que es el motivo de tu éxito?
—Creo que el motivo de mi éxito fue no bajar los brazos. Cualquier persona que tenga voz, tenga talento, brazos y piernas puede lograr cualquier cosa. Creo que la constancia es la clave de todo. Porque uno se va mejorando año a año.
—Recién hablabas de L-Gante que te dio una mano al inicio de tu carrera. ¿Hay buena onda entre los traperos?
—Antes era enojón, pero ahora por suerte me llevo bien con todo el mundo. La escena en Argentina me avalaron bastante, Thiago PZK por ejemplo subió una historia cantando “Turraca”, María Becerra me siguió. Nunca hubo una mala intención de nadie pero me puso muy feliz que un pibito como yo que salió de la nada, porque sé que a un artista lo puede llegar a molestar que uno salga de la nada y haga ruido y lo pueden llegar a bajar, porque es así. Por suerte nos llevamos bien entre todos, tenemos de nuestro lado el Turreo que es un género nuestro que estamos abarcando, pero nos llevamos bien. La escena argentina está bastante unida.
—Y Argentina es un hervidero de artistas y sonidos. ¿Cómo se convive en un mismo género para hacer estilos distintos?
—Siempre me gustó el género, lo tengo tatuado. El Turreo es un sonido distinto y a lo que voy es a llegar al Turreo Mítico, que es como algo que no se ve, es una melodía distinta. Lo llevo por ese lado, metiéndole sonidos que no esperaban para que flasheen.

—¿Qué se siente ser el artista más escuchado en Argentina y Uruguay?
—Me pasaron muchas cosas en poco tiempo y es como que perdí los sentimientos, no sé qué esperar. Ser uno de los más escuchados me da felicidad, pero me da más felicidad cuando alguien me para en la calle para decirme que le gustó un tema mío. En un momento me dejó de interesar ser el uno o el dos, todos tenemos tiempo para estar ahí.
—Estás comentando todo lo que te escriben en las redes. ¿Cómo es la relación con los fanáticos?
—Yo veo todo, las solicitudes de mensajes, busco lo que se escribe de mí y me gusta. Lo mismo cuando me piden una foto o algo. En eso no tengo problema y me encanta salir a la calle y que me reconozcan, que pare el auto de alguien porque se quieren sacar una foto. Es un sueño y era lo que quería, que la gente salga a bailar, alegrarle el día a la gente con mi música y que sea yo la consecuencia de que tengan una buena noche.
—Tu nombre real es Caleb, pero tu nombre artístico es Kaleb. ¿En qué se diferencian uno del otro?
—Creo que Kaleb tiene el ego bien arriba. Es un personaje porrero, que se lleva todo por adelante. Y Caleb no es tan distinto pero es más chill, de perfil bajo. Es el que no hace quilombo, pero el Kaleb se apodera bastante tiempo de mí.
—Mientras no te traiga problemas, está todo bien.
—Más vale, eso es lo esencial. Kaleb di Masi es un personaje, pero a veces salgo y la flasheo para después inspirarme y decir: son las cuatro de la mañana, ¿qué música tiene que sonar? Tengo que hacer una canción para este momento de la noche.
—Así que estás todo el tiempo pensando en qué música hacer.
—Y sí. Soy muy del palo del freestyle y cuando escucho una base, empiezo a flashearla. Esa esencia no se pierde y tengo un amigo con el que estamos todo el tiempo en el auto rapeando. El tema “EIA” con Alan Gomez tiene una barra entera de freestyle. Un día fui al estudio y salió, a veces salen cosas buenas.
—¿Te sorprende lo que surge?
—Sí, pero yo rapeo desde que tengo memoria, y las cosas salen solas.