Natalia Trzenko (La Nación - GDA)
En 1999, cuando George Clooney decidió dejar ER, la serie que lo había transformado de virtual desconocido en estrella, para intentar una carrera en el cine, el público se preguntó quién ocuparía su lugar. La respuesta, por extraña que parezca, llegó de Croacia. En la sala de emergencia del ficticio hospital municipal de Chicago apareció el doctor Luka Kovacs, que es lo mismo que decir que Goran Visnjic había aterrizado en Hollywood. "En Croacia, los actores trabajan en teatro, TV y cine sin hacer diferencias. Hacés de todo porque tenés que trabajar. Básicamente, sos actor de teatro porque la industria cinematográfica es muy chica, pero cada tanto se hace una coproducción. Así fue como llegué a Bienvenidos a Sarajevo", cuenta Visnjic. Aquella película del director británico Michael Winterbottom resultó ser el trampolín para que el intérprete, que en ese momento tenía 25 años, cambiara Zagreb por Los Ángeles. "El film tuvo mucho éxito y fue presentado en la 50a. edición del Festival de Cannes. Mi agente vio la película y me llamó a Croacia para proponerme que trabajáramos juntos. Cuando fui a los Estados Unidos para promocionar Bienvenidos. a Sarajevo, tuve mi primera audición y conseguí el papel", dice sonriente el actor. El papel que logró fue el del malvado Jimmy Angelov, el novio de Nicole Kidman en Hechizo de amor.
Un cambio de ambiente bastante radical, ya que durante la filmación de la película de Winterbottom, el director y los actores vivieron en medio del conflicto de los Balcanes. "Se oían tiros y había toque de queda y campos minados por todos lados. Era muy fácil para los actores ponernos en personaje. Yo vivía en un hotel que tenía un enorme agujero en la recepción, por una bomba que había caído", recuerda Visnjic.
De aquellas primeras ocasiones en cine que lo volvieron una cara conocida, pasó al set de uno de los programas más "longevos" de la TV norteamericana. Al poco tiempo de estar en los Estados Unidos se dio cuenta de que para un extranjero, con un inglés no demasiado aceitado, la mejor idea era hacer TV. "Cuando firmé mi primer contrato con ER, resultó el paso más lógico porque me pusieron una profesora que trabajó conmigo durante tres años para perfeccionar mi dominio del inglés. Nos reuníamos a las 5 de la mañana todos los días, practicábamos durante una hora y media, y luego me iba a grabar, pero ella se quedaba durante mis escenas para asegurarse de que no me equivocara en la pronunciación", recuerda quien hoy cuenta con un vocabulario que demuestra que el esfuerzo valió la pena, aunque fuera de la seguridad de la serie hasta ahora no le haya redituado en trabajos de la calidad del programa. "Cuando tenía vacaciones de las grabaciones, me dedicaba a hacer algo distinto, como la película para TV Espartaco o el film de acción Electra. Tal vez la calidad era cuestionable, pero necesito la variedad. Por eso, voy a dejar ER. Volveré la próxima temporada por cinco o seis capítulos, pero lo cierto es que voy a probar suerte en la industria del cine", dice Visnjic, después de 8 temporadas.
Uno de los proyectos cinematográficos asociados con este actor de 1,93 m de estatura fue y es el de James Bond. Figuró en la lista de finalistas para ser el sucesor de Pierce Brosnan y ahora aparece como posible villano de la próxima película del espía británico que interpreta Daniel Craig. "Es un rumor sin fundamento. Nadie me contactó y, si lo hicieran, no me interesa. Recibo muchas ofertas para interpretar a los malos de la película y siempre las rechazo. Me parece una mala movida para mi carrera porque al ser extranjero, si hacés de villano, después terminás encasillado en ese papel", explica quien por ahora está ocupado en cerrar la etapa de Luka Kovacs. El doctor que llegó de Croacia con el trauma de haber perdido a su mujer e hijo a causa de la guerra, pasó a ser el jefe del servicio y a formar una nueva familia con Abby (Maura Tierney), con la que tuvo un bebe al principio de la temporada. Y aunque no sabe aún cómo terminará esa historia, el actor espera que los autores le preparen un final feliz.