CURIOSIDADES
Su amistad con el exbajista de The Beatles, el adictivo juego que la llevó a eliminar su cuenta de Facebook, su insólito primer trabajo y más curiosidades de la actriz
Convertida en una de las estrellas de su generación y carismática como pocas, Emma Stone tiene 34 años -los cumple mañana- y un Oscar, un BAFTA y un Globo de Oro por la celebrada La La Land. Tiene, además, estas curiosidades que contamos acá.
Sus inicios fueron insólitos
Desde que era niña, Emily Jean Stone estaba segura de que lo suyo era la actuación. A los 16 años, para convencer a sus padres de que ese era el camino que debía tomar, les proyectó una presentación de Power Point titulada “Project Hollywood” (“Proyecto Hollywood”, en español) en la que reunía el ejemplo de varios famosos que se habían mudado a California para cumplir sus sueños. Stone, que se crio en Scottsdale —una ciudad de Arizona—, acababa de dejar sus estudios en un colegio católico y estaba lista para un cambio de vida. Pero no fue fácil: una vez que se mudó a Los Ángeles, le llevó más de ocho meses conseguir su primer papel, el de Laurie Partridge en la película de televisión The New Partridge Family (2005).
Horneaba galletas para perros
Uno de los tópicos favoritos de los sitios de curiosidades tiene que ver con el primer trabajo de las grandes estrellas. Es que la gran mayoría supo tener un empleo estándar antes de triunfar y pasar a las grandes ligas. Muchos fueron mozos en cadenas de comida, otros vendieron helados y otros, como el caso de la protagonista de esta historia, tuvieron tareas un poquito más extravagantes. Por si se lo pregunta, uno de los primeros trabajos que tuvo Emma Stone fue horneando galletas para perros. Sí.
La hoy actriz tuvo un empleo de medio tiempo en una panadería para animales en Los Ángeles, y allí le tocó cocinar estos snacks pero, ha confesado, la tarea no se le daba nada bien: dice que ni los perros querían comerse lo que les preparaba. “Creo que al menos tres personas dijeron que mis galletas no eran aptas para sus perros. No soy una panadera canina muy talentosa”, bromeó alguna vez en una entrevista. Para su suerte, las cosas se le dieron bien y la cocina pasó a ser algo solo doméstico.
Es fanática de las Spice Girls
Si bien su verdadero nombre es Emily, a los ocho años decidió cambiarse de nombre. “Yo era superrubia, y aunque me llamo Emily, quería que me dijeran Emma por Baby Spice”, dijo en referencia a Emma Bunton, una de las cantantes de Spice Girls, el grupo del que era fanática. “Así que cuando estaba en segundo grado le pedí a mi maestra que todos me empezaran a llamar Emma”.
Años después, cuando fue a registrarse en el Sindicato de Actores, eligió el nombre Riley Stone porque el suyo ya había sido utilizado. “Al principio iba a ser Emily J. Stone pero no me gustaba porque sonaba como Michael J. Fox, así que elegí el nombre Riley. Así me llamé durante seis meses e incluso hice una aparición especial en la serie Malcom in the Middle. Pero cuando estaba en el set me empezaron a gritar: ‘Riley, Riley, te necesitamos en el set’, y yo no sabía a quién se referían, entonces decidí que ese no podía ser mi nombre. Por lo tanto, me lo cambié a Emma”.
Paul McCartney le diseñó un tatuaje
Cuando Emma tenía 19 años, su madre se enfermó de cáncer de mama y la actriz vivió uno de los momentos más difíciles de su vida. “Me sentía extrañamente estoica, que es lo contrario de como solía ser en ese momento. Pero igual fue una etapa aterradora”, recordó años después. Cuando su madre superó la enfermedad, ambas lo celebraron tatuándose unas patitas de pájaro en honor a “Blackbird”, su canción favorita. Paul McCartney, el autor del tema, se encargó del diseño luego de que Emma le contara su historia en una carta. En 2018, ambos profundizaron su amistad cuando Stone protagonizó el videoclip de “Who Cares”, de McCartney, que incluía un divertido sketch con el exbeatle.
Su adicción la alejó de Facebook
Emma Stone reveló que debió abandonar Facebook a causa de un problema serio: se volvió adicta a uno de los juegos más populares de la red social, FarmVille. De eso pasaron, ya, 11 años. Facebook era entonces la red social por excelencia y tenía el protagonismo casi que absoluto, en parte porque le ofrecía a sus usuarios un montón de entretenimiento del que no era fácil desprenderse, como este que proponía manejar una granja virtual.
. “Llegué al nivel 42 y no estaba haciendo nada más que jugar, así que tuve que parar”, confesó la actriz, que para cortar el problema de raíz decidió eliminar su cuenta de la red social, y se aseguró de no volver a FarmVille nunca más. Adiós a la cosecha.