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Emi Mernes: La gema de la cumbia pop

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Emi Mernes y Fer Vázquez. Foto: Dolores Gortari

Sube al escenario y es una avasallante rubia que enloquece al público y seduce a Fer Vázquez en cada tema. Luego baja y es una joven de 20 años a la que llaman “Ruedita” por su apellido, llora cuando extraña a su familia y se sonroja cuando le preguntan por la relación con el cantante.A María Emilia Mernes Rueda le cambió la vida cuando el líder de Rombai la invitó a sumarse a su grupo. Dejó su Argentina natal para instalarse en Uruguay y transformarse raudamente en la voz femenina más importante de la cumbia pop en la región. Hizo corear los temas de la banda al exigente público del Festival de Viña del Mar y la esperan shows por México y España. Conocé su historia.

—¿Cómo vivís el suceso de Rombai?

—Muy bien. Estoy muy contenta porque desde chiquita soñaba con ser artista y finalmente se cumplió. Al principio me costó asimilar todo lo que me pasó tan rápidamente, pero me fui acostumbrando.

—¿Cómo te llegó la propuesta de sumarte a Rombai en octubre del año pasado?

—Yo nací en Entre Ríos pero estaba estudiando literatura en Rosario. Lo dejé porque quería vivir de la música, y me puse a estudiar canto y piano. Hacía covers en mi habitación y los subía a Instagram. Subí uno cantando un tema de Toco para Vos, y Fer (Vázquez) me dejó un comentario. Dijo que le había encantado el video y que le escribiera por privado. Salté de la cama, no lo podía creer. Ese mismo día tuve una primera entrevista vía Skype. Fer me dijo que me querían conocer personalmente así que a los pocos días fui con mi mamá a Buenos Aires. Ahí bailé, canté con él y esa misma noche me escribió para decirme que quedaba.

—Tu primera actuación como vocalista de Rombai fue nada menos que en el Velódromo, ¿cómo recordás esa experiencia?

—Fue fuerte saber que en mi primer show iba a tener que estar frente a tanta gente. Una semana después de que me dijeron que había quedado en la banda, me vine a Uruguay y empezamos con los ensayos para el Velódromo. No sabía cómo me iba a manejar, pero ellos confiaron en mí y eso me dio la fuerza para salir con todo. Fue un show muy lindo y la gente me recibió muy bien. Sentí adrenalina, ansiedad, nervios. Creo que para ser el primer show lo hice bastante bien. Estaba mi familia ahí. Fue muy especial y emocionante.

—¿Te preocupaba cómo podían reaccionar las seguidoras del grupo frente a tu incorporación?

—Sí. El día que anunciaron mi incorporación yo estaba preocupada por saber cómo lo podían tomar las fans, porque antes había habido otra chica y la banda había tenido muchos cambios. Por suerte la mayoría de comentarios fueron positivos y las fans me aceptaron muy bien. También me integré enseguida con los chicos de la banda.

—Sos de Entre Ríos y para sumarte a Rombai tuviste que mudarte a Montevideo, ¿cómo fue ese cambio?

—Desde un primer momento me dijeron que me tenía que instalar en Uruguay porque es donde se produce, se graba y se ensaya. No me quedó otra. Lo difícil era pasar de la euforia del escenario a estar en una casa sola, pero me acostumbré y también estoy mucho tiempo con los chicos del grupo. Además, una vez por mes viajo a casa para ver a mi familia, y ellos también vienen bastante a Montevideo.

—¿Te costó adaptarte a Montevideo?

—No conocía Uruguay pero no me costó adaptarme. Montevideo me encanta y la gente es divina. Siento que los uruguayos y los entrerrianos somos muy parecidos. Conozco la Plaza Virgilio, la Rambla y esos lugares típicos para ir a tomar unos mates. Se me pegaron varias palabras: "bo", "bueno ta", "¡qué demás!"...

<b>Emi y su relación con Fer Vázquez. </b>
Emi y su relación con Fer Vázquez. "Es muy lindo y buena persona. La gente nos quiere ver juntos pero somos amigos, ¿para qué complicarla?", se pregunta.Foto: Dolores Gortari

—¿A nivel profesional cuál aspecto fue el que tuviste que trabajar más luego de asumir este desafío?

—Siento que a veces tengo momentos de timidez cuando hay que alentar al público. Eso es lo que más me cuesta, pero con el tiempo una va ganando mayor seguridad.

—¿Escuchabas esta música antes de pertenecer a Rombai?

—Obvio. Me encanta la cumbia pop y ya me sabía todas las canciones. Son temas tan lindos que en el boliche se escuchan a full.

—¿Te gustaba Cami Rajchman en Rombai?

—Sí, yo escuchaba Rombai cuando estaban los dos y me gustaba. Nunca la conocí personalmente.

—¿Por qué te cambiaste el color de pelo al rubio cuando te integraste a la banda?

—(Risas) Hay muchos que piensan que Fer me hizo teñir pero la decisión de cambiarme el pelo fue mía. Siempre fui de cambiarme de look: tuve el pelo cortito, después me aclaré las puntas, y cuando se dio lo de Rombai pensé en aclararme un poco el pelo. Ahora me lo estoy oscureciendo.

—¿Disfrutás de la popularidad o hay momentos en los que extrañás ser una chica común de tu edad?

—A veces voy a mi casa en Nogoyá y quiero ser la Emi de siempre, pero se enteran de que estoy allá y van a tocarme la puerta. Yo no tengo problema con sacarme fotos, pero ahí capaz que estoy en pijama, despeinada, y quiero estar tranquila acostada en mi cama y con mi familia. Eso capaz que lo extraño. Fuera de eso no me molestan las fotos ni las notas. Lo feo sería no tener ese reconocimiento de la gente. Soy muy agradecida con el público.

—Rombai actuó en el Festival de Viña del Mar, un evento que es muy temido por la exigencia de su público, y ustedes fueron ovacionados y galardonados. ¿Qué te dejó ese show?

—Fue increíble. Es un escenario en el que cualquier artista hubiese querido estar. Nunca nos imaginamos que podíamos llegar hasta ese lugar. Fue un gran logro para la banda y para los que trabajamos todos los días para seguir creciendo.

—¿Lo pudiste disfrutar o los nervios no te lo permitieron?

—Estaba nerviosa. De tarde no podía ni estar de los nervios, pero una vez que llegué al festival me quería comer el escenario. Igual siento que no di mi 100%. Los nervios jugaron en contra y podría haber estado un poco mejor. De todos modos fue una experiencia hermosa, ojalá podamos volver.

—¿Qué te dice tu familia sobre este despegue profesional?

—Mi familia llora y está orgullosa. Están tratando de tomar dimensión de qué es esto, porque fue un cambio para mí pero también un cambio muy grande para ellos. Todavía no caen. Se hizo difícil pero siempre estuvieron contentos de que yo esté cumpliendo mi sueño. Además todo lo que soy se lo debo a mi familia, así que es un logro de todos.

—¿Vos caíste?

—Sí, y ya me acostumbré. Voy aceptando todo lo que es esta vida fuera de lo normal. Es una locura pero es algo lindo y divertido. A veces me da por extrañar y lloro pero creo que es normal para una persona que se va a trabajar lejos de la casa para crecer.

—¿Económicamente te cambió la vida?

—Es raro hablar de plata, pero hay que decir que sí porque esto es un trabajo y yo nunca había trabajado en nada. Fue un cambio económico, y todo fue trabajando honestamente.

Emilia tiene 20 años y nació en Nogoyá (Entre Ríos). Estudió literatura en Rosario pero luego dejó para enfocarse en la música. Se mudó a Uruguay cuando le llegó la propuesta de Rombai. Foto: Agustín Correa
Emilia tiene 20 años y nació en Nogoyá (Entre Ríos). Estudió literatura en Rosario pero luego dejó para enfocarse en la música. Se mudó a Uruguay cuando le llegó la propuesta de Rombai. Foto: Agustín Correa

—¿Cuál es el principal talento que reconocés en Fernando para haber generado tantos éxitos?

—Primero valoro que es un gran compañero, y después el corazón que le pone a la hora de componer una canción. También si tenemos que hacer fotos, él es el primero en estar ahí pendiente, y lo mismo si hay que producir un tema o hacer lo que sea. Él nos inspira a todos para trabajar a full sin bajar los brazos. Admiro mucho la voluntad que tiene. Además no es agrandado ni se cree más que nadie. Es humilde, genuino, y eso lo vi desde el día que lo conocí.

—¿Cómo es tu vínculo con él? Muchos especulan con una relación más íntima que la de compañeros de trabajo...

—Tenemos mucha química, nos llevamos muy bien y estamos todo el día juntos. Nos queremos mucho, somos muy amigos y él es un gran compañero. Así la cosa va bien, ¿para qué complicarla? Sería muy difícil llevar adelante una relación con esta vida.

—¿Qué tan amigos son?, ¿te quedás en su casa a dormir?

—(Risas) Noo, ¿qué pregunta es esa? A veces si es muy tarde nos quedamos todos porque yo soy uno más de ellos, pero nunca pasó nada. Somos amigos y buenos compañeros.

—¿Te gusta como hombre?

—Sí, obvio. Es un chico divino. Es muy lindo y tiene una muy buena forma de ser. Es una hermosa persona.

—¿Hay posibilidades de un beso en un futuro videoclip?

—Podría ser... Si es actuado creo que quedaría divertido porque la gente nos quiere ver juntos.

—¿Cuáles son los próximos desafíos con Rombai?

—Se vienen shows en Chile, México y países de Europa. También estamos por lanzar un tema nuevo que es inusual en comparación a lo que venimos haciendo. Es un trap, algo diferente al género de la cumbia pop. A la gente le va a gustar mucho.

—Después de presentarte en tantos lugares y shows multitudinarios, ¿cuál imaginás como una meta a alcanzar?

—Me muero por llegar a los Grammy o algo así... También quiero ser actriz y bailarina.

El eterno femenino de una imaginativa pintora
Emi Mernes. Foto: Dolores Gortari

CANTANTE DE ROMBAIPablo Cayafa

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