"El coraje desnudo": el testimonio de la artista y miss Fanny Núñez luego de su lucha contra el cáncer

En octubre, mes de sensibilización contra el cáncer de mama, la artista musical venezolana-uruguaya, de 45 años, da cuenta de su lucha contra el cáncer, a siete años de su diagnóstico y de un proceso que implicó varias cirugías y tratamientos.

fanyy8.jpg
Fanny Núñez.
Fotos: PhotoWeyra Producciones Gustavo Weyrauther.

Por Fanny Núñez
Octubre no es el mes del color rosa suave que yo festejo. Es el mes de la tinta roja en el calendario, el mes en el que la sociedad debe confrontar una verdad que nos atraviesa: el cáncer no pide permiso. Entra sin llamar y nos obliga a rendir cuentas con nuestra propia existencia.

Soy una mujer resiliente. Llevo en mi cuerpo el recuerdo grabado de lo que el miedo intentó silenciar, pero que la vida me pide a gritos que revele. Hoy brindo un testimonio vivo y contundente. Mi voz es una entre el eco de millones que luchan, de millones que perdieron su batalla, y de millones que aún pueden evitar entrar en ella.

Debemos dejar de simular la vida perfecta, el color rosa, la prioridad a vivir en una belleza superficial porque el carácter de la sociedad así lo impone, atentando contra tu propia vida.

He perdido partes de mi cuerpo para poder seguir aquí. Y me enorgullece poder contarlo, porque eso significa que estoy VIVA, y la misión sigue en pie pese a todo.

ffrrr.jpg
Fanny Núñez.

Además de lo que viví en mi cuerpo, hace cuatro meses, este monstruo llamado cáncer se llevó a mi madre, la guerrera hermosa que me dio la vida. El dolor de su ausencia es un hueco que no se llena, pero que me otorga ésta misión ineludible: transformar el duelo en una obra de acción colectiva.

Déjame decirte que el autoexamen, la mamografía, la ecografía: no son trámites; son la rendición de cuentas más importante que tienes contigo misma.

El cáncer de mama, si es detectado a tiempo, puede ser vencido. Esta no es una frase optimista; es un dato contundente.

Te pediría, desde la franqueza de quien ha firmado su acta de batalla muchas veces: prioriza tu vida.

No permitas que la postergación se convierta en tu epitafio. Cuida tu cuerpo, sí, con chequeos, pero también con una vida emocional y física sana. Un alma en desequilibrio es un blanco, y necesitamos la paz interior como nuestra primera línea de defensa.

A quienes están en medio del combate, sé que la arena del reloj se siente pesada. Sé del agotamiento físico y mental. Pero les ofrezco la esperanza detrás de mi historia, como un ancla: la resiliencia no es la ausencia de dolor, sino la majestuosidad de florecer con él.

Sé que el miedo paraliza, pero también sé de la fuerza volcánica que reside en nuestra voluntad de seguir. Aférrense a la misión que les queda, por pequeña que sea.

¿Acaso no vale la vida luchar por un minuto más?; porque ese minuto es una victoria que le robamos al pronóstico. Sus cicatrices son el mapa de un coraje que el mundo necesita ver.

Desde mi propia música, mi arte, mis letras, les tiendo un puente de fe y esperanza. No están solas. La voluntad es la quimioterapia del alma, más potente que la propia medicina.

Mi madre se fue como una guerrera. Su dignidad es mi estandarte. Y con ella, honro a cada vida que se apagó. Su partida no fue en vano; es el mandato ético para quienes continuamos aquí.

El “Mundo Rosa” que anhelo es uno de acción implacable, donde la contención es real, la empatía es una política de salud y la detección precoz es la única consigna aceptable.

Me miro al espejo, y mis marcas , mis cicatricez no son defectos. Son el coraje desnudo que me impulsa. Soy el ave Fanny’x, una mujer valiente, una hija que lleva la memoria como una armadura, y una madre que lucha por su hijo.

Mientras yo respire, mi voz será un faro. Por eso estoy aquí.

Y a ti que me lees, a ti que tienes el poder de elegir tu futuro... Te lo digo con la honestidad brutal de una mujer real y resiliente: No esperes a que tu historia sea una cicatriz para valorarla. La vida te está regalando un mañana. ¿Vas a malgastarlo?. Nuestro cuerpo es un envase, la vida es mucho más.

La respuesta está en tus manos: “Tócate la vida”.

Haz de la detección precoz no solo una costumbre, sino el juramento más sagrado de tu existencia. Por ti. Por las que ya no están. Y por el legado de todas las guerreras que nos obligan a vivir sin miedo.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar