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Cinco cosas que no sabías de Christina Aguilera

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Foto: Archivo El País

Ganó el Grammy Revelación por su primer disco, Christina Aguilera, con 19 años. Luego vinieron Stripped, Back to Basics, Bionic y Lotus. La exitosa princesa del pop debutó como actriz en Burlesque, junto a Cher. Está casada y es mamá de dos niños.

1 - CON STRIPPED SE DESTAPÓ.

En se segundo disco dejó aflorar la sensualidad

Cuando cumplió 21 le dijo a la discográfica que no quería hacer una segunda parte de Genio en la botella. Habían construido alrededor de Christina Aguilera la imagen de una princesa inocente y ella no se sentía esa persona. "La música debe ser honesta y mostrar quién eres. Sería muy falsa si hiciera lo mismo que en el primer disco", confesó. Así que con Stripped (2002) apareció una joven sensual. Dejó de ser la rubia angelical de ojos azules y delgada. Engordó siete kilos, se puso piercings, usaba polleras cortas y andaba con poca ropa. A la discográfica le costó digerirlo. Christina, en cambio, dijo que solo estaba siendo ella misma. "La gente se asusta cuando ve una mujer cómoda consigo misma y su sexualidad".

2 - LA FAMA LA DESBORDÓ.

Fue un suceso con 19 años y sentía que la explotaban.

Consiguió firmar con RCA Records después de que el productor Ron Fair y los creadores de Mulan (1998) le dieran la chance de cantar la banda sonora de este filme de Disney. La música fue el primer amor de Christina Aguilera y no paró de desfilar por los concursos infantiles. Grabó su álbum debut titulado Christina Aguilera con 19 años y vendió más 12 millones de copias. El corte difusión Genio en la botella consiguió un éxito desmedido. Pero esta muchacha neoyorquina y con raíces ecuatorianas no tuvo ni siquiera tiempo de pensar en la fama que había adquirido entre los adolescentes. Cuando el éxito estalló estaba en todos lados al mismo tiempo. Viajaba de un sitio al otro, nunca desarmaba las valijas, y arrancaba las rondas de prensa a las seis de la mañana. La chica de 19 años respondía las mismas preguntas durante horas. "Me estaban explotando. Me agendaban cosas de las que no tenía idea. Debía actuar con la garganta inflamada y me sentía al borde del colapso", relató varios años después.

3 - SANÓ GRACIAS A LA MÚSICA.

Tuvo una infancia triste y difícil; su padre la golpeaba.

Fue testigo de muchas peleas y maltrato físico de parte de su padre. La madre de Christina Aguilera se mudó con sus dos hijas a Pennsylvania escapando de su marido. Christina no se sentía segura y jamás tuvo la imagen de un hombre. Empezó a cantar como vía de escape. "El dolor que sentía en mi hogar es de donde proviene mi amor por la música", contó. En la canción Im ok reveló el carácter violento de su padre. La violencia doméstica la marcó e hizo catarsis desde su rol de compositora. "Años después, los moretones desaparecieron pero en mi mente todavía oigo ecos de lo que pasó", dijo. Cuando su madre escuchó el tema se le congelaron los huesos. No escribió Im ok desde el odio, sino como parte de un proceso de sanación. Recibió una carta de su padre donde asumía el error. "Pasar por eso me llevó a decidir que nunca quería sentirme indefensa frente a un hombre". Christina no discute con su marido frente a sus hijos, Max y Summer.

4 - AMOR Y ODIO CON BRITNEY SPEARS.

Las ídolas teeen eran inseparables a los 10 años.

Se conocieron grabando El show de Mickey Mouse. La madre de Christina contó que eran inseparables. El programa duró una sola temporada y ambas lloraron a mares por el cierre. La vida musical las distanció: a Britney la fama le llegó más temprano, y la carrera de Christina se estancó hasta que el ejecutivo discográfico Ron Fair la hizo cantar en su oficina y descubrió que estaba ante una grande. Britney no la invitó a su boda y Christina tampoco la participó cuando se casó con Jordan Bratman: "Ella me desairó, ahora lo haré yo". Tiempo después, Christina felicitó a Britney por su álbum Femme Fatale. "Soy gran seguidora de ella porque nuestras carreras empezaron al mismo tiempo y se mantienen fuertes".

5 - HACE REIKI, YOGA Y RESPIRACIÓN.

Prefiere pasar tiempo con su hijo a ir al gimnasio.

Una vez sus productores musicales se reunieron con ella y la obligaron a adelgazar. "Hoy les digo, si trabajan con una artista gorda, asúmanlo. Es mi cuerpo, no el suyo". La última vez perdió 22 kilos eliminando los carbohidratos. No va al gimnasio porque prefiere pasar tiempo con sus hijos: correr detrás de ellos la mantiene en forma. Adora hacer yoga y respirar porque la hace sentir en eje. Visita a un especialista en reiki tres veces por semana y esa práctica la ayudó a limpiar su cuerpo y alma, y a adoptar una dieta saludable. Dice que esta filosofía se reflejará en su próximo disco.

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Foto: Archivo El País

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