La comunicadora Catalina Ferrand regresa a la televisión este lunes bajo un formato que conoce de memoria: el magazine. La ex Día Perfecto desembarca en VTV para tomar las riendas de la nueva temporada de Día a Día, junto a Miguel Nogueira y Fito Galli.Previo al debut, la conductora habla sobre su vuelta a la pantalla tras un año de ausencia y, fiel a su transparencia, no oculta el sinsabor que le dejó el proyecto que preparaba en Teledoce y nunca vio la luz. Además, revela que su marido Federico Buysan no soportó verla en teatro en una escena jugada con otro actor. Con “energías renovadas”, Ferrand está de vuelta y no se calla nada.
—¿Qué se puede esperar de esta nueva etapa de Día a Día (desde este lunes a las 16 horas por VTV) con vos en la conducción?
—Por lo que veo, el magazine es mi fuerte. Vuelvo a la naturalidad y a sorprender día a día. Es un buen grupo de trabajo con un equipo de producción nuevo para VTV, encabezado por Diego Damonte, que va a buscar darle un vuelo más ambicioso al magazine. Va a estar Miguel (Nogueira) que le va a aportar el sustento periodístico de una manera sólida, y Fito (Galli) y yo que vamos a tirar para un lado más divertido, descontracturado, lanzado. También va a participar Marito Padrón que ha ganado un lugar inmenso en la pantalla como cocinero y porque es súper espontáneo. Además va a haber alguien que hable de moda, deportes, chusmerío, salud. Todo desde un lugar informativo pero siempre buscando divertir.
—¿Cómo es volver a la televisión tras un año sin pantalla?
—Es un lindo desafío. Hacía muy poco tiempo que estaba "libre" de la pantalla de La Tele, entonces era como que estaba disfrutando de estar invitada en otros canales y no estaba preparada como para tener una propuesta tan pronto. Me recibió gente que me dio mucha confianza en VTV, como Javier Gilardoni (director general) y Andrea Curcio (directora comercial), a quien conocía de Canal 12 y es un ser adorable. Me di cuenta de que no podía perder la oportunidad de volver, no podía decir que no. Me tenía que aventurar a este desafío y volver a la cancha con energía renovada.
—¿Te preocupaba estar mucho tiempo más afuera de la pantalla si no aceptabas esta propuesta, teniendo en cuenta la compleja situación actual de los medios?
—No sé si lo analicé pero obviamente estoy viendo una situación bastante difícil en todos los rubros económicos. Si decía que no y en algún momento quería volver, tampoco podía estar esperando no sé qué porque está todo muy difícil. En nuestro medio no hay lugar para todos los que somos. Hay mucha gente con talento que es un crimen que no esté en pantalla. Por ejemplo, es un disparate que Adriana Da Silva después de tantos años que terminó Buen Día Uruguay no haya vuelto a la televisión. Lo mismo pasa con Ximena Barbé, que es muy preparada, o Jujy Fabini, que fue una precursora en móviles con ese estilo natural y de algarabía. Hay muchas figuras como ellas que están profesionalmente por encima de otras que sí están al aire. El medio está cruel y hay muchas bajas a nivel televisivo. Canal 12 se está cuidando, entonces no arriesgó y cerró muchas fuentes laborales. Hay pocos lugares para trabajar, y los proyectos que hay son muy frágiles, se ponen y se sacan rápidamente si no funcionan. El compromiso entre los que apuestan a un proyecto, los que producen y los que salen al aire es demasiado frágil.
—¿Algo así pasó con Mujeres al Volante, el proyecto que estabas preparando en Canal 12 y se canceló?
—Es probable. Faltó un compromiso más sólido que pueda mantener el recurso humano como prioridad. Me da pena que en los medios el recurso humano sea el menos cuidado de los recursos.
—¿Cómo tomaste la noticia de que el programa finalmente no saldría al aire?
—Me dio mucha tristeza. Más allá de la crisis, creo que podríamos haber hecho un buen laburo con un costo bajo de producción. Me dio lástima no haber tenido la posibilidad de buscarle la vuelta y que el canal igual apostara a tenernos al aire, ya que estuvimos un año entero esperando. Hubiera estado buenísimo que hicieran un esfuerzo como para no sentir que generaron expectativas en vano, lazos laborales que quedaron en la nada y un equipo de producción que trabajó para nada. Se generó un grupo de mucha camaradería con Adriana (Da Silva) e Iliana (Da Silva), grabamos más de un programa y nos parecía que iba a ser un éxito. Me decepcionó que no haya habido un diálogo como para salvar el proyecto. A veces los comunicadores somos muy permisivos y educados en contraposición a algunas decisiones que carecen de humanidad y buen gusto.
—¿Por qué te fuiste de El Secreto de la vida, la obra dirigida por José María Muscari que protagonizaste el año pasado?
—Fue una obra que me costó muchísimo en los ensayos. Era una puesta muy ambiciosa en la que Muscari vino a dirigirnos en apenas 24 días. Yo había sido madre recién e hice la lectura del libreto dándole teta a la bebé. Estaba re mamá, re vaca, y José María me pedía "un mujerón", pura sensualidad. Fue como que en el peor momento tenía que hacer el personaje más alejado a cómo estaba yo. Nunca algo me había costado tanto. Cuando terminó el primer ciclo antes del verano, me di cuenta de que estaba mucho más desgastada que en los tres meses de cartel. Pensé que estaba bueno abrirme en ese momento para que ellos pudieran preparar a alguien para mi personaje. Tenía que dejarle el lugar a una actriz para la que la vida sea el teatro, en ese momento necesité que mi vida fueran las nenas. No podía más. Pero es una obra que me llevo en el corazón porque marcó el paso más firme de "Cata actriz". Fue un papel riquísimo, recibí los mejores comentarios del público, de Graciela (Rodríguez), de los actores y lo mismo de Muscari que me dijo cosas divinas e incluso destacó mi trabajo públicamente en Algo Contigo.
—La obra tenía una escena un tanto jugada con el actor Alejandro Martínez, ¿es cierto que esto incomodaba a tu marido (Federico Buysan)?
—Fede ya había visto el libreto y me había preguntado: "¿Y esta parte cómo va a ser?". Era una escena en la que Ale hacía como que me daba besos e intentaba sacarme el vestido. Cuando vio la obra por primera vez se sintió mal. No le gustó y me lo dijo cuando salió: "Sufrí, la pasé mal. No puedo evitarlo. Me encanta cómo lo hacés pero sos mi mujer y no puedo separar eso". A mí se me cayó el mundo al piso. Él no podía evaluar que yo estaba actuando pero me lo dijo desde un lugar muy humano. Fede es un tipo excepcional como compañero de vida, como padre, marido y amigo. Me dijo que iba a lograr pasar esa frontera de una incomodidad impresionante y entonces fue siempre a ver la obra. Fue una, dos, tres y hasta diez veces. Se esforzó y después nunca más le costó. Al final estaba encantado. Cuando terminó, me dijo: "Ahora me doy cuenta lo bien que hiciste en agarrar esta obra, es impresionante lo que hacés en el escenario". Era un sentimiento del que se tenía que hacer cargo él, yo no podía hacer nada. Y no me voy a bajar de ninguna obra por eso si lo que estoy haciendo es profesional y con respeto.

—Llevan cuatro años de casados y dos hijas (Cayetana y Simona), ¿cómo definirías esta etapa del matrimonio?
—Estamos muy felices, sólidos, contentos, divertidos. Somos una familia ensamblada, con Joaquín y Flo (hijos del matrimonio anterior de Buysan). Estamos muy orgullosos de la historia que estamos viviendo y me gustaría que siguiéramos igual de enamorados toda la vida.
—¿Tenés ganas de buscar un hijo varón?
—Creo que no. Siempre hay como un deseo de seguir un poquito más: "¿y si seguimos?". Pero sería el quinto hijo de Fede. Somos muy felices con los cuatro y creo que ya sería como una locura.
—¿Cómo fue el primer año de tu segunda experiencia como mamá?
—Fue más trabajo, más cansancio y menos libertad. El cuerpo tuvo que resistir un segundo embarazo y fue mucho más duro. El primero ni lo sentí pero con Simona me costó más a nivel físico, mental y hasta espiritual. No había momento para mí. Y eso que tengo ayuda, no soy una mujer sola con sus hijos. Igual las madres tenemos que saber que aunque estemos cansadas y sea un momento complicado, son etapas. Todo pasa y después llega el momento en el que una sólo tiene palabras de agradecimiento con la vida.
—Vas a tener un espacio partidario de Nacional en la web, ¿de qué se trata?
—Es un programa que se va a llamar Triconectadas y va a ir por Tiempo Tv. Es un espacio bien íntimo para mujeres uruguayas que son hinchas de Nacional. Vamos a hablar con madres, abuelas, dirigentes y mujeres sobre su pasión por Nacional pero también sobre su vida, trabajo y familia.
—¿Lo hablaste con Buysan, teniendo en cuenta que él es periodista deportivo?
—Él es él y yo soy yo, y me lo respeta. Dice que como no soy periodista deportiva no importa que me muestre como hincha de Nacional, de hecho siempre me mostré así. Esto viene de mi familia, mis abuelos, mis padres, mi hermano que es enfermo de Nacional. Es la pasión de la familia y una alegría que no se le puede explicar al que no es hincha de ningún cuadro.
—¿Hay más proyectos para este 2016?
—Beatriz Argimón y María Noel Álvarez me tentaron para sumarme a Diseñarte (VTV). Es un producto importantísimo y sería un honor poder coordinar mi agenda y acompañarlas.
—¿Te afecta en algo llegar a los 40?
—No, es alucinante. Estoy en un momento divino de la vida, recogiendo lo que sembré y disfrutando de la juventud, porque hoy con 40 años una es joven. Disfruto del desafío de seguir produciendo, de ver crecer a mis hijas y de la persona que elijo para que me acompañe. No le podría pedir nada más a la vida, sólo salud para seguir disfrutando lo que tengo. Lo otro va y viene.

VUELVE AL MAGAZINE CON DÍA A DÍA POR VTVPablo Cayafa