DESAFÍO

El 2018 viene intenso para Gerardo Bergérez. Repondrá tres obras y estrenará otras cuatro como director. Aun así necesita subirse al escenario una vez al año, y lo hará para interpretar a Evita. 

Su última aparición como actor había sido bajo las órdenes de Jorge Denevi en Farsa en el dormitorio, el pasado enero. Bergérez volverá a subirse a las tablas del Teatro del Centro el 21 de abril, cuando se estrene Eva Perón, del autor argentino Copi. "Hacía tiempo que Roberto Andrade no dirigía y pensó en mí para este desafío inmenso que supone encarnar a una personalidad tan conocida a nivel mundial pero abordada desde otro ángulo: alejada del mito y la estatua", opina Bergérez.

Asegura que esta comedia satírica "no es un panfleto anti peronista, sino que habla sobre la puesta en escena del poder". En esta versión, Evita debe ser interpretada sí o sí por un hombre para alejar la asociación automática del mito de la cabeza del espectador. En Argentina la protagonizó Benjamín Vicuña.

Bergérez está en proceso de búsqueda. Adelgazó cinco kilos, deberá teñirse el pelo y depilarse. "Me vi todas las películas y estoy leyendo las biografías que hay en la vuelta para poder crear mi propia Eva Perón, lo más cercana a mi esencia como hombre".