El smiley, esa carita sonriente amarilla, ya lleva más de 45 años en la cultura popular renovando su popularidad por temporadas y manteniéndose del lado de la bondad o la maldad de acuerdo a la generación que lo adopte. Su presencia en la nueva película del momento, The Watchmen, le devuelve por un rato el estrellato.
Sus primeras apariciones, cuenta un informado artículo del diario británico The Guardian, se presume fue en 1963 en un programa infantil estadounidense llamado The Funny Company y como logo amigable de una compañía de seguros en Boston. Allí fue creado por el diseñador Andy Ball, quien recibió 45 dólares por 10 minutos de trabajo. Jamás registró ese dibujo de una cara simplificada en un círculo amarillo, dos ranuras para los ojos y una para la boca sonriente. El que sí lo patentó fue un francés de nombre Frank Loufrani, que tiene los derechos para varios países europeos y recientemente le ganó a Wal Mart un juicio para su utilización.
Durante la década de 1970 su figura trascendió al merchandising, siempre como un gesto de "buena onda". Fue a partir de que el artista Alan Moore lo tomó como símbolo maligno, que la figura comenzó a ser mirada de otra manera y la sonrisa dejó de parecer tan complaciente. En los comienzos de 1990 fue tomado como el símbolo de la cultura de la droga llamada éxtasis, que acompañó al movimiento musical Acid house. Luego Forrest Gump lo usó en una camiseta.
Su papel en el bando del mal no se limita a las historietas y ahora al cine. Un grupo que se denomina The Smiley Face Gang (La pandilla de la carita sonriente) se presume está detrás de más de 40 asesinatos en todo Estados Unidos. Todas sus víctimas aparecieron ahogadas y en la escena del crimen siempre se encuentra un smiley dibujado.
Y finalmente esa figura rechoncha está presente en la vida diaria de cuanto internauta ande en la vuelta, transformado en ese emoticón que dice por nosotros cómo nos sentimos a nuestros amigos del chat.