El fin de la Argentina “regalada”: los precios que encontraron los uruguayos que cruzaron en Semana Santa

Después de dos años de idas masivas, más de 100.000 uruguayos viajaron en Semana Santa a una Argentina mucho más cara. ¿Cuáles rubros sigue conviniendo comprar y cuáles no? ¿Y cómo se explica este cambio?

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Comercio
Comensales en un bar de Argentina
Foto Archivo El País

A pesar de que siempre fue un destino elegido por los uruguayos por la cercanía y la variedad y belleza de muchos de sus paisajes, durante los últimos dos años Argentina se convirtió en mucho más que un destino turístico. Los que viajaron por tierra tuvieron que hacer horas de fila en los puentes y los que cruzaron el río en muchos casos optaron por gestionar una cuponera que les permitiera repetir el viaje varias veces más a un costo menor.

La locura por ir al país vecino se explicaba con gran facilidad: para los uruguayos los precios en Argentina estaban regalados.

Estaban.

Ya no: quienes han ido durante las últimas semanas -en la Semana Santa que termina fue el primer destino de los uruguayos, una vez más- se encontraron con que el dinero que gastaban hace algunos meses allí, hoy ya no vale lo mismo; les permite comprar mucho menos.

Mariana, por ejemplo, viajó a Buenos Aires con un bolso espacioso. Se acordó que en su última visita se había quedado sin espacio en la valija después de haber recorrido tiendas, supermercados y farmacias. Esta vez, a pesar de que hizo el mismo recorrido, se sorprendió por cómo cambiaron los precios y, de hecho, no compró demasiado. “La ropa tiene precios prácticamente idénticos a los uruguayos y salir a comer a un lugar medianamente bueno no baja de los 500 o 600 pesos por plato, que también es similar a Montevideo”, cuenta Mariana desde el país vecino.

Supermercado en Buenos Aires
Supermercado en Buenos Aires.
STRINGER

En lo que sí siguió notando diferencias fue en algunos productos de supermercado y farmacia. Por ejemplo, compró varias botellas de Aperol -la bebida alcohólica de intenso y llamativo color naranja que se usa para preparar tragos- a 200 pesos uruguayos la botella. En los supermercados de este lado del río el Aperol oscila los 900 pesos.

En el caso de Andrés, quien fue a Buenos Aires para asistir al festival Lollapalooza y también pasear, la impresión fue la misma que Mariana: “Ya está casi todo igual, salvo en algunas cosas puntuales; se nota el aumento de precios en poco tiempo. Fui al mismo hotel que hace un año, en donde en aquel momento había pagado 70 dólares por noche, pero esta vez pagué 170”. Al igual que Mariana, Andrés no compró nada de ropa porque dice que “los precios no tenían sentido”.

Los traslados en taxi u otras aplicaciones dentro de Buenos Aires “siguen siendo muy baratos”, según Andrés, quien cuenta que contrató un remise que le cobró 20 dólares -unos 800 pesos uruguayos- por hacer un tramo de 45 minutos desde su hotel hasta el festival de música.

En la última semana más de 197.000 uruguayos salieron del país, una cifra menor a la de la Semana Santa del año pasado, cuando se registraron más de 300.000 egresos, aunque vale aclarar que el primer dato está actualizado hasta el viernes y el segundo es de toda la semana, hasta el domingo.

Lo que no cambió demasiado fueron los lugares por los que los uruguayos salieron del país, porque Paysandú, Fray Bentos y Colonia siguen siendo los tres puntos principales en cuanto a cantidad de egresos y en los tres casos la frontera es con Argentina. Si a esos tres cruces le sumamos Salto y el puerto de Montevideo, el 58% viajó rumbo a Argentina, aunque algunos pocos de ellos pueden haber seguido rumbo a otro país.

Saliendo de la lógica de la última semana, la realidad de los últimos meses deja en evidencia que el turismo masivo hacia Argentina al que se había acostumbrado el uruguayo desde 2022 cambió: viajar para consumir barato ya no es una opción.

Más allá de la percepción de quienes han visitado el país vecino en las últimas semanas, lo cierto es que el Índice de Precios del Consumo (IPC) muestra que Argentina dejó de estar “baratísima” para los uruguayos tiempo después de que asumió el gobierno de Javier Milei.

Los precios en dólares allí se duplicaron entre octubre y marzo, según explica a El País el economista Aldo Lema, quien subraya: “En el último cuatrimestre Argentina acumuló cerca de 100% de inflación en pesos con el tipo de cambio paralelo que ha estado relativamente estable en torno a los 1000 pesos. O sea que la canasta del IPC medida en dólares vale el doble que hace cuatro o cinco meses”. Lema asegura que el fenómeno “continuará durante el segundo trimestre del año, aunque a un ritmo menor”.

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Economista Aldo Lema.

El último informe del Monitor de Coyuntura Económica de la Universidad Católica del Uruguay (UCU) también da cuenta del encarecimiento de Argentina y sostiene que los precios subieron un 104% entre noviembre y marzo. El trabajo elaborado por el economista Javier de Haedo remarca que la nueva realidad argentina “implica un cambio extraordinario desde el punto de vista de los uruguayos que masivamente cruzaban los ríos durante el año pasado”.

Desde que asumió el gobierno de Milei, la cotización del dólar oficial pasó de unos 360 pesos argentinos a los 800, acercándose cada vez más al blue. Por lo tanto, según el consultor senior de Exante Alejandro Vallcorba, eso demuestra que aunque Argentina “siga luciendo barata” para los uruguayos, “la brecha de precios medida al dólar blue está en los niveles más bajos de los últimos cinco años”, por lo tanto la diferencia dejó de ser tan significativa como antes. Además, la reducción de esa brecha de precios ocurrió “a una velocidad probablemente mayor” de la que preveían los expertos algunos meses atrás, aunque todavía hay rubros en los que se mantienen las diferencias, según Vallcorba, como el sector de higiene y cuidado personal.

Desde cortes de pelo hasta botellas de fernet o pasta de dientes, los uruguayos visitaron Argentina de forma masiva durante el último año y gastaron 1.248 millones de dólares, marcando un máximo histórico, según explica Camila Boada, de CPA Ferrere. “Para este año se espera que se reduzca la fuga de consumo y que el gasto de los uruguayos en Argentina retome niveles cercanos al promedio histórico, lo cual se traduciría como un shock positivo para la actividad local”, sostiene Boada.

Teniendo en cuenta la realidad argentina, Lema cree que “la historia sugiere” que la reducción de la brecha de precios también traerá como consecuencia “una mayor llegada de argentinos al país y una mejor temporada turística en 2025” porque en la vecina orilla de a poco se percibe a Uruguay como menos caro. De todas maneras, Boada dice que “si bien el ajuste de precios ya muestra derrames positivos para Uruguay, el panorama político y económico de Argentina es aún muy frágil”, por lo tanto “los escenarios sobre nuestro país son aún inciertos”.

La visión fronteriza.

Más allá de quienes viajan a Buenos Aires u otras partes de Argentina por motivos turísticos, en las ciudades uruguayas que tienen frontera con Argentina la variación de los precios se vive como un asunto de todos los días. Y los comerciantes locales por primera vez en mucho tiempo ven el panorama con relativo optimismo.

Según el último informe del Indicador de Precios Fronterizos elaborado por el Observatorio Económico de la Universidad Católica Campus Salto, en enero la ciudad de Salto fue un 97% más cara que Concordia, la localidad argentina ubicada del otro lado del puente. En el análisis anterior el mismo indicador había marcado 157% de diferencia y “es esperable que la tendencia a la baja se mantenga e incluso se vuelva más significativa en la próxima medición” que se publicará en abril, según María José Medin, economista y una de las encargadas de elaborar el indicador.

Puente Internacional de Salto y Concordia.
Puente Internacional de Salto y Concordia.
Foto: Leonardo Mainé.

Para Medin, “cada vez es menos conveniente cruzar a Argentina” para comprar “cualquier cosa”, algo que “era moneda corriente” entre los salteños hasta hace algunos meses.

Sin contar la Semana Santa y días pico de la temporada de verano, desde diciembre quienes viven en las ciudades fronterizas notan que prácticamente no se forman colas de autos en los puentes, algo a lo que se habían acostumbrado durante 2022 y 2023.

Juan, un uruguayo que vive en Salto, dice que ha llegado a hacer cola durante cuatro o cinco horas para cruzar a Concordia, pero ahora le consta que “el que quiere pasar lo hace como si nada y no tiene esa espera”. Él es uno de los tantos salteños que llegó a tener su auto “cargado exclusivamente con combustible argentino”. El motivo detrás de eso era claro: el litro de nafta en Concordia le salía 19 pesos y en Uruguay 40, a pesar de que aquí tenía el descuento del Imesi del 40% que rige para los departamentos fronterizos.

Sin embargo, desde diciembre Juan dejó de hacer la fila de autos todas las semanas para ir a buscar nafta “porque dejó de valer la pena” y, de la mano de la suba del combustible en Argentina, tampoco fue más a consumir otros servicios en Concordia como cortes de pelo o salidas a cenar.

En la frontera todos dicen lo mismo: los nuevos precios de la nafta argentina son el principal factor para que cada vez menos uruguayos crucen. A partir de esto es que disminuyó el consumo del lado argentino y aumentó del lado uruguayo.

Según los reportes mensuales de Ancap, si se compara la venta de combustible en Salto, Paysandú y Fray Bentos en febrero de 2024 con respecto a febrero de 2023 todos los departamentos fronterizos tuvieron un aumento de más de 135%. Uruguay vende más nafta desde que Argentina se encareció e incluso un informe interno de Ancap dice que las ventas de combustible en el litoral “volvieron a valores normales desde diciembre, llegando al orden de los 5.500.000 litros”, pero durante la mayoría de 2023 las cifras de ventas “mostraron volúmenes iguales o menores al peor momento de la pandemia”.

Buenos Aires.
Buenos Aires.
LUIS ROBAYO/AFP fotos

La diferencia de precios en el litro de nafta fue del 66% en enero, luego del 35% en febrero y del 16% en marzo, evidenciando cómo la brecha es cada vez menor.

La tendencia de la venta de combustible de Ancap es un espejo de lo que está pasando con los comercios del litoral, porque en los últimos meses estos aseguran haber recuperado el volumen de ventas habitual gracias al encarecimiento argentino.

La situación -que todavía es reciente- llega como un alivio para los comerciantes uruguayos, que sufrieron una baja importante en las ventas durante los últimos dos años. Según un informe del Instituto Nacional de Estadística (INE) divulgado hace algunas semanas, los departamentos del litoral que tienen frontera con Argentina siguieron siendo los de mayor desempleo en el trimestre noviembre-enero. Según el INE, Río Negro es el departamento con mayor desempleo en Uruguay con el 13% de la Población Económicamente Activa (PEA) en situación de desempleo. Lo siguen Salto y Rocha con 11,7%. En cuarto lugar se ubica Paysandú con 11,2%. Entre Río Negro, Salto y Paysandú suman un total de 18.700 desocupados.

Los comerciantes de la frontera esperan que en la próxima medición estas cifras se reduzcan, teniendo en cuenta que la actividad cambió desde que Argentina “dejó de estar regalada”, según dice el gerente de Salto Shopping, Luis Zúñiga. “El efecto Milei se siente”, resume Zúñiga, quien asegura que “al caminar por el shopping ya se nota que el público es mucho mayor que el del año pasado”.

Según el gerente del centro comercial de Salto, las ventas en enero y febrero de este año “superaron a las de los mismos meses de 2023 o 2022” y agrega: “Esperamos que el crecimiento se note todavía más a partir del segundo trimestre de este año”.

Del otro lado del puente, el relato de Adrián Lampazzi, presidente del Centro de Comercio, Industria y Servicios de Concordia, muestra la otra cara de la misma moneda, porque dice a El País que la presencia de uruguayos en la ciudad argentina hoy es “un 90% menor” que hace unos meses y eso “afecta a toda Concordia”. Para Lampazzi “lo más grave” no es solo la falta de uruguayos, sino también “la baja de consumo de parte de los argentinos locales” a quienes cada vez les es más difícil gastar y consumir algunos servicios. El empresario teme que, “por cómo se están dando las cosas” y “la velocidad en la que suben los precios” en Argentina, “tarde o temprano se dé vuelta todo y sea más barato comprar en Uruguay” para los argentinos.

SERVICIOS.

Desde operarse de cataratas hasta hacerle el service al auto

Durante el último tiempo, cuando la diferencia de precios con Argentina fue más significativa, muchos uruguayos optaron por consumir distintos servicios del país vecino, algo que se agudizó aún más en las ciudades fronterizas.

Desde jóvenes que se inscribieron en universidades argentinas para hacer posgrados o doctorados a un precio significativamente menor que el que ofrecen las universidades privadas en Uruguay, hasta el service del auto o el “turismo médico” por el cual una cirugía que en Uruguay puede ser muy costosa tenía un precio accesible en Argentina.

Según narra Juan, quien vive en Salto, hasta hace algunos meses “era moneda corriente” escuchar que “algún conocido cruzara a Concordia para operarse de cataratas” e incluso asegura que “han salido camionetas cargadas con personas que iban a una clínica a consultar u operarse” de lo mismo.

La cirugía plástica, la oftalmología y la odontología son algunas de las áreas que fueron más demandadas por uruguayos en el último tiempo, según el registro de la Cámara de Turismo Médico de Argentina. En setiembre el vicepresidente de la cámara, Pablo Paltrinieri, aseguró a El País que en los últimos años “prácticamente se ha duplicado la cantidad de pacientes extranjeros” que viajan a Argentina en búsqueda de intervenciones quirúrgicas más baratas y los uruguayos son responsables de gran parte de ese aumento. Además de pasear, hospedarse y hacer compras, muchos aprovecharon la estadía para consultar a especialistas del país vecino. Con el aumento de precios actual, no está claro cuánto del “turismo médico” se mantendrá vigente.

Es claro que todos los representantes del comercio del lado argentino están en la misma sintonía y reconocen la falta de uruguayos en el último tiempo. El presidente del Centro de Defensa Comercial e Industrial de Gualeguaychú, Rafael Vela, dijo esta semana al medio local El Día que “se terminó el aluvión de uruguayos”. Y agregó: “El fenómeno se puede dar por terminado y finiquitado”.

Si bien aún “algunos uruguayos” cruzan a hacer compras a Gualeguaychú porque la diferencia de precios sigue estando a su favor “en algún pequeño rubro como en los insumos de necesidad básica”, ya “no es la ventaja de cinco o cuatro a uno que supieron tener”, afirmó el empresario.

Por su parte, el presidente del Centro Comercial de Colón -ciudad fronteriza con Paysandú-, Fabio Iribarren, dice que la gente que dejó de cruzar desde Uruguay solía significar entre un 30% y 40% del total de ventas del shopping local. A pesar de que durante la Semana Santa hubo “más movimiento” en Colón, este “ni siquiera es comparable” con lo que ocurrió el año pasado en la misma semana, según Iribarren.

Después de una Semana Santa con visitas al país vecino que no tuvieron el mismo nivel que durante el último año, todos notan lo mismo: Argentina dejó de estar regalada para los uruguayos. En el contexto de una política económica que busca combatir una inflación aún muy alta entre otros problemas, el gobierno de Javier Milei generó una suba generalizada en los precios y eso lo comprueban los uruguayos. El futuro, lo que puede suceder en los próximos meses, nadie lo sabe con certeza.

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