Caballos en dos patas

Cada vez más uruguayos compran anabólicos para su uso personal en veterinarias. Se trata de medicamentos que en realidad están destinados a lograr la esterilidad del equino.

Los más usados se llaman Equipoize y Ultra-lenta, un tipo de testosterona "para uso veterinario", como aclara un prospecto del laboratorio Dispert.

El médico deportólogo José Veloso está muy preocupado. "El Equipoize también se distribuye en gimnasios. Los que los usan corren riesgos de desregulación hormonal. Son sustancias cuya composición química basa su acción en la masa, el peso y la conformación física de los caballos".

Varios instructores dieron fe de que en varias veterinarias, en especial algunas de la zona de Maroñas, se puede conseguir testosterona para animales sin mayores esfuerzos. Uno de ellos dijo que "a lo sumo pueden preguntarte el nombre del caballo y el stud al que pertenece".

La doctora Berta Chele, técnica del Departamento de Control de los Productos Veterinarios del Ministerio de Ganadería, dijo que esos productos "sólo deben venderse con una receta veterinaria. Está prohibida su venta como anabólico".

La directora del departamento, Helia Muñoz, dijo que su dependencia realiza "entre una y dos" inspecciones a cada veterinaria por año para controlar que respeten la norma. A Muñoz no le consta que veterinarias estén vendiendo hormonas para uso animal sin exigir receta. "No sabemos de ningún caso así", afirmó.

Hace dos semanas el cronista ingresó a una veterinaria en busca de testosterona Ultra lenta, y se registró el siguiente diálogo:

—Buenos días. Quería saber el precio de la hormona para caballos Ultra lenta.

—Sale 170 pesos la de un gramo, 285 la de dos gramos y 500 pesos la de cuatro gramos.

—¿Y preciso algo para comprarla? ¿Tengo que mostrar algo?

—Nada.

—¿No preciso nada más, entonces?

—Nada.

En otra veterinaria consultada, se negaron a brindar precios por teléfono.

"Vení por acá y te digo los precios de las dosis", dijo quien atendió. Se le preguntó si era necesario mostrar "algo", a lo que contestó lo mismo que su colega anterior: "nada".