Suceso cósmico: ¿llegan los aliens?

Hace alrededor de tres meses que el sistema de alerta temprana, en Chile, detectó un objeto interestelar que viajaba por nuestro Sistema Solar. Bautizado 3I/ATLAS, su trayectoria desató en el último tiempo, una tormenta de hipótesis y debates. ¿Cometa o artefacto tecnológico? ¿Visita extraterrestre? Aquí, algunas preguntas y pocas respuestas.

Aliens mirando la tierra desde el 3I/ATLAS.
Aliens mirando la tierra desde el 3I/ATLAS.
Imagen creada con Inteligencia Artificial.

Es de uso que los cometas –cuerpos celestes que orbitan alrededor del sol-, reciban un nombre vinculado a quien los descubre. De ahí que el enorme objeto interestelar que en los últimos días viene quitando el sueño a más de unos cuantos, haya sido identificado, con el de por sí misterioso apelativo 3I/ATLAS. La explicación es sencilla. La letra I, viene de interestelar, mientras que el número, marca el orden en que cada objeto extrasolar es descubierto en nuestro vecindario espacial.

El primero fue 1I/OUMUAMUA (explorador en hawaiano) avistado en 2017; el segundo: 2I/BORISOV (apellido del astrónomo) detectado en 2019; y el tercero: 3I/ATLAS, (nombre del sistema de telescopios de sondeo, (NASA) en Río Hurtado, Chile), hallado en 2025.

La información que se maneja hasta ahora, afirma que es un cometa, que su trayectoria viene desde fuera del Sistema Solar, que tiene forma hiperbólica, pero que no está ligado gravitacionalmente al Sol. La proyección de su dirección, no ofrece ningún riesgo de colisión con la Tierra, y de hecho, “simplemente, está pasando por nuestro sistema solar, para continuar su viaje hacia el espacio interestelar, y nunca más ser visto de nuevo”. Así lo explica la NASA en su sitio oficial.

Las mediciones revelan que tiene 11,2 kilómetros de largo, y que está formado por una gran masa de roca, hielo y polvo, al igual que los cometas vistos en años anteriores. Sin embargo, hay ciertas características que vuelven al 3I/ATLAS un objeto intergaláctico particular, dado que se mueve a una velocidad muy alta comparada con el promedio de los objetos del Sistema Solar (más de 60 kilómetros por segundo); y tiene una composición dominada por dióxido de carbono en una proporción mucho mayor a la de los cometas conocidos.

También, se observaron emisiones de agua a un ritmo inesperado cuando estaba aún muy lejos del Sol. Mientras el 1I/OUMUAMUA parecía seco, y el 2I/BORISOV derrochaba monóxido de carbono gaseoso, el 3I/ATLAS sugiere condiciones en la formación de origen, propias de una región extrema, mucho más helada que el cinturón de Kuiper, o que la nube de Oort; en otro sistema estelar casi el doble de antiguo que el propio Sol, y con condiciones térmicas y químicas radicalmente distintas.

Todo esto hace pensar que la física y composición de este cometa es peculiar, y lo convierte en un evento científico único, ya que al observarlo se pueden ver las huellas químicas de otro sistema solar. A la vez, genera fascinación porque enseña que la diversidad planetaria es mucho más amplia de lo que se pensaba, y que el hielo no se evapora igual, bajo cualquier sol. El 3I/ATLAS no contradice las reglas universales de la física, pero las expande hacia nuevas formas que no éramos capaces de imaginar.

El momento más esperado por los astrónomos se vivió en vísperas de Halloween, en el pasado mes de octubre. Durante esos días, el objeto atravesó su momento más cercano al Sol (perihelio), instancia en que suelen mostrar su máxima actividad, liberando polvo y gases que los científicos pueden analizar. Sin embargo, permaneció temporalmente oculto para la Tierra, porque al quedar tan cerca del astro rey, se vio eclipsado desde nuestra perspectiva. Tal circunstancia no hizo más que alimentar la imaginación pública.

Opiniones encontradas

Abraham (Avi) Loeb (Israel,1962).
Abraham (Avi) Loeb (Israel,1962).
Wikipedia.

Abraham (Avi) Loeb (Israel, 63 años), es un destacado astrofísico, profesor universitario en la Universidad de Harvard y autor de éxito, con ocho libros en su haber, y cientos de artículos sobre temas complejos, como la búsqueda de vida extraterrestre y el futuro del universo. Si bien es muy cuidadoso con estas cuestiones, fue uno de los primeros en considerar que el 3I/ATLAS podía tener un origen artificial, o ser basura tecnológica, fundando su hipótesis en que los rasgos orbitales de su trayectoria son atípicos comparados con los de los cometas conocidos. “Vale la pena mantener la mente abierta, podría tratarse de un objeto tecnológico interestelar”, dijo.

Sin embargo, el astrofísico y astrónomo Chris Lintott (Reino Unido, 44 años), profesor de Astrofísica, en la Universidad de Oxford y de Astronomía en el Gresham College de Londres, afirma que “cualquier sugerencia sobre que 3I/ATLAS podría ser un objeto artificial es un disparate absoluto”, y enfatiza que la evidencia científica indica que es un objeto natural, y que se comporta como tal.

La teoría de Avi Loeb

Como punto de partida, Loeb afirma que en esto vale tener la mente abierta, y que la hipótesis de que este objeto pueda ser tecnológico, no es para nada concluyente; sino que él mismo lo presenta frente a la comunidad científica como una posibilidad remota, e invita a que los datos la refuten o confirmen.

Su teoría destaca por lo menos ocho puntos en los que 3I/ATLAS se distingue de un cometa tradicional. Uno de los más contundentes tiene que ver con el comportamiento. Inicialmente el cuerpo intergaláctico proyectó una cola hacia el sol, que luego se revirtió. Lo que es muy raro, y Loeb interpreta como un posible indicio de maniobra inteligente. Otros puntos plantean que la relación de masa y velocidad es inusual, y que la trayectoria de su órbita está alineada con un margen muy fino respecto al plano donde giran los planetas de nuestro sistema. Para él, la probabilidad de que estos detalles ocurran por azar, “es una coincidencia estadísticamente notable”. Pasó tan cerca de Marte, Venus y Júpiter, que daría para pensar que fue producto de “un ajuste extraordinario en su trayectoria”, lo cual podría responder a un control externo. A eso se suma la coincidencia de que todo esto pasa cuando se oculta detrás del Sol, y desde la Tierra es imposible ver ese momento tan revelador.

Podría tener sentido si se tratara de un vehículo que usa ese ocultamiento como táctica, para hacer por ejemplo la maniobra de Oberth, con la intención de cambiar la velocidad o la trayectoria. Incluso, podría haber mostrado una aceleración no gravitacional u otros movimientos que no se ajusten fácilmente al modelo de un cometa típico.

“Si los aliens llegaran, sería lo mismo que cuando Colón descubrió América, con malos resultados para los terrícolas. Basta con mirarnos a nosotros para ver cómo la vida inteligente podría evolucionar en algo que no querríamos”, Stephen Hawking.

Por otra parte, su composición química también difiere bastante de los cometas estudiados anteriormente. Loeb señala al respecto que ”algunas de estas aleaciones son utilizadas industrialmente en la Tierra, y despiertan curiosidad sobre su origen”. Por último, la dirección del cometa proviene de la misma zona del espacio donde en 1977 se detectó la señal de radio Wow!, un evento astronómico nunca explicado. En resumen, la hipótesis que declara Loeb, es que “el cometa 3I/ATLAS podría ser una nave nodriza enviada por una civilización avanzada para desplegar sondas. Podría venir a salvarnos o a destruirnos. De ser cierto, convendría estar preparados para ambas opciones”.

Ciencia vs. creencias

En TikTok, Instagram, Youtube y Facebook se divulgan videos con el propósito de convencer, o mejor alarmar con la idea de que el 3I/ATLAS no es un cometa normal, sino una nave extraterrestre, tripulada o no, enviada por una civilización autodenominada Atlas (no hay datos de su existencia). Según estos contenidos virales, la trayectoria hiperbólica del objeto, su velocidad inusual y su paso por el perihelio, oculto al campo de visión terrestre, serían pruebas suficientes de que se trata de un artefacto inteligente. Algunas publicaciones afirman también, que mientras el objeto cruza el Sistema Solar, esa supuesta civilización Atlas estaría desplegando sondas hacia la Tierra, y hasta instalándose en secreto en un satélite natural. Alineada con eso, otra especulación sostiene que la vida extraterrestre ya está establecida en la Tierra, trans-generacionalmente integrada a la humanidad, y que habría pruebas de ADN extraterrestre en humanos. Vale aclarar que dicha afirmación no tiene ningún respaldo científico. En el marco de esa narrativa, parecería que el 3I/ATLAS vino a activar ese componente genético escondido, que explica por qué muchas personas dicen sentir un llamado previo al contacto.

En los foros más sensacionalistas, se va más lejos. Se habla de un tipo de mensaje cifrado, recibido desde el objeto, por medio de pulsos que siguen la secuencia de Fibonacci (proporción áurea) en la frecuencia de 1420 MHz, (canal de hidrógeno neutro), lo que se interpreta como prueba de inteligencia exterior transmitiendo intencionadamente.

Todas estas líneas especulativas, conectan con la hipótesis de Avi Loeb. Si bien lo que él plantea es como una posibilidad remota y científica; en las redes se convierte en certezas dramáticas, alimentadas con comentarios que intentan sustentar afirmaciones para nada ciertas; como por ejemplo, que esta presencia no es fortuita, y que ingresó a nuestro sistema solar con una misión: supervisar a la humanidad, evaluar su evolución e intervenir, en el caso de una crisis planetaria.

3I/ATLAS
3I/ATLAS. Foto del Observatorio Gemini Sur (27-08-2025).
NASA.

Ver o no ver es el dilema

Las pirámides de Egipto, alineadas con las constelaciones; su arquitectura de una dimensión a escala demencial; el trasiego de verdaderas moles de piedra a través del desierto, sin otra fuerza que la humana; las figuras con que adornaban paredes y fachadas, aún hoy sorprendentes por el parecido con la idea que heredamos de esos seres de otros mundos; las líneas de Nazca –más de 10 mil, con el adorno de geoglifos, en casi mil kilómetros cuadrados- conformando la figura de una araña solo entendible desde el aire…

¡Son tantos los ejemplos inexplicables que desafían la lógica! ¿Es más fácil abonar la creencia de que esas obras monumentales son el legado de generaciones de humanos con una inteligencia irrepetible, que desentrañar lo que muchos piensan que es mejor ocultar?

¿Acaso estas presunciones no son más que un anhelo de rescate, o de revelación? A lo largo de la historia, han existido infinidad de testimonios de personas que aseguran haber visto luces que no coinciden con las trayectorias aéreas marcadas, objetos que se desvanecen sin explicación, e incluso experiencias de abducción, y encuentros cercanos del tercer tipo. Historias de apariciones hay miles. ¿Será la hora de blanquear?

Mientras la ciencia prudente, pregunta; el mito impaciente, responde. Y entre la fe absoluta en lo extraordinario, y la negación total, las redes se vuelven un terreno fértil para estas especulaciones, que son al fin y al cabo una posibilidad tan estadísticamente probable, como carente de evidencia. Y como los científicos no llegan a confirmar nada, aumenta la sospecha de encubrimiento institucional, y se cuestiona a los gobiernos, las élites globales, las agencias de inteligencia y de investigación como la NASA, por entender que saben más de lo que comunican.

Lo cierto es que el paso de este objeto interestelar no solo atraviesa nuestro Sistema Solar, sino también el entendimiento colectivo, activando la ansiedad existencial, la fascinación cósmica, la esperanza y el miedo a lo desconocido.

Por su lado, la NASA, la ESA y la comunidad astronómica en consenso, sostienen que todo indica que se trata de un cometa natural extremadamente interesante, cuya química y comportamiento, amplían la comprensión de cómo se forman los mundos más allá del Sol.

Cuando el 3I/ATLAS vuelva a hacerse visible (según la NASA será el día 19 de diciembre, día en que estará a menor distancia de la Tierra), se retomarán las observaciones. Incluso desde Montevideo será posible verlo solo con instrumentos astronómicos, a mitad de mes, durante la madrugada, y muy bajo sobre el horizonte. Mientras tanto, el objeto está siendo vigilado por naves de agencias espaciales como: ESA/ExoMars y Mars Express, que aprovechan la posición del cometa para observarlo.

No sabemos si la fantasía sobre los extraterrestres se hará realidad algún día, pero este cometa como ningún otro hasta ahora, dio mucho qué hablar sobre estos temas recurrentes. Por algo es tan importante la vigilancia científica espacial y hay tantos especialistas.

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