Marina Cantera

Cerca de Cerro Chato, localidad de unos tres mil habitantes en el departamento de Treinta y Tres, y para muchos, lugar en el que las mujeres ejercieron su voto por primera vez en Sudamérica; se encuentra la estancia Los Plátanos. Más precisamente en Valentines, Ruta 7 kilómetro 234. Allí, desde 1850, se encuentra la casa de los antepasados de Marina Cantera, donde ella creció. Actualmente sigue siendo su hogar, junto a su esposo Andrés Noblía y sus dos hijas, solo que es también una casa abierta a los viajeros.

Desde 2002, cuando formalmente se instituyó como la empresa que es, alojó a huéspedes procedentes de distintas partes del mundo. Desde Asia a Europa y Norteamérica. “Una cosa que siempre cuento es que amé esta actividad desde chiquilina. Estudié en la UTU de Hotelería y Turismo, y el rubro me sedujo desde el primer día. Recuerdo a un profesor que me acercó un manual acerca de cómo operaban los grandes complejos vacacionales all inclusive, y me voló la cabeza. En seguida pensé “¿y si hiciera algo así en casa?”. La idea prendió. Y aunque demoró, se hizo realidad.

La hoy empresaria, asegura que el turismo es un viaje de ida. “Cuando empezás a descubrir que ningún día es igual a otro es interesantísimo, porque te permite desarrollarte muchísimo. Todos los días tenemos nuevos desafíos que resolver”, comenta desde su casa, donde en ese mismo momento tenía alojados a turistas de Canadá y Estados Unidos. “Han venido chinos, japoneses, taiwaneses, de todos los países imaginables, y muchos latinoamericanos también. Cuando empecé con Los Plátanos el turismo rural en Uruguay era una rareza. Una familia joven viviendo en el campo, con niños. La gente nos miraba como diciendo: ‘¡ah…, se volvieron al campo!’. Nadie lo podía creer”.

Hoy, a la luz de lo que se observa en el sector, como por ejemplo, la necesidad de los turistas de buscar refugios en contacto con la naturaleza, fue algo en lo que Marina se anticipó. “La gente está cansada, agotada, estresada y con la pospandemia mucho más. Esta forma de hacer turismo, más humana, más cercana, con otra calidez hacia las personas, creo que es parte de un nuevo enfoque. Nos dimos cuenta que lo que quería el turista que venía hasta acá, era compartir con nosotros, disfrutar de nuestra gastronomía, conocer a la comunidad”.

Con el paso de los años, a la vez que ganaba experiencia y profundizaba en sus conocimientos sobre el turismo rural, se involucró en algunas actividades gremiales del sector. Si uno mira a lo largo de una vida, el hecho de ver todo el recorrido en perspectiva, facilita ver las conexiones entre cada paso, con el siguiente. Actualmente Marina Cantera es presidenta de la Cámara Uruguaya de Turismo (Camtur) y también de la Federación Sudamericana de Turismo (Fedesur). “Cuando era niña mis abuelos decidieron que lo mejor que podían hacer era mandarme a estudiar a Montevideo. Desde los seis años, y hasta los veinte, mi vida fue un ir y venir. Por eso hoy tengo lo mejor de los dos mundos, y es lo que que ahora me ayuda en muchas cosas. El campo tiene eso de cercanía y de hacer las cosas muy prácticas también. La ciudad tiene esa cosa más docta, más ilustrada, y también de dar más vueltas. Tener las dos perspectivas en la vida está bueno”.

El recorrido como empresaria ha sido tan desafiante como el de representante del sector. Desde que fue electa presidenta de Camtur, ella y su equipo han logrado consolidar a Uruguay en el mapa del turismo internacional. La tarea, que se realiza en estrecho vínculo y conversaciones con autoridades políticas a nivel estatal y departamental, la llena de orgullo. El logro más reciente es la participación en FITUR, la feria de turismo internacional que se realiza en Madrid cada año y que se cuenta entre las más importantes del mundo. En la ocasión, además de las actividades y reuniones institucionales formales que transcurrieron en la feria, se realizó el afterwork, Experimente Uruguay, organizado por el Ministerio de Turismo, junto a la Cámara Uruguaya de Turismo y la Embajada de Uruguay en España. Un momento distendido para presentar al país frente a operadores europeos, y a la vez, degustar carnes, panes, postres, vinos y aceites de elaboración nacional, con reconocimiento internacional.

Al comienzo de su designación, Marina fue cuestionada. No solo por la juventud, sino por ser empresaria de una Pyme y no de un gran hotel o agencia de viaje. “Me esforcé mucho para demostrar todo lo que podía hacer por la cámara”. El balance positivo de la participación de Uruguay en ese encuentro internacional fue la demostración más reciente. Pero no termina ahí. En ese mismo marco, la también presidenta de Fedesur presentó ante agentes del sector, el llamado Camino de los Jesuitas. Se trata de una experiencia de turismo coordinada en conjunto entre Argentina, Brasil, Bolivia, Paraguay y Uruguay, con apoyo del BID, a la que se sumarán próximamente Chile y Perú. “La verdad es que no nos habíamos puesto a pensar qué tan lejos íbamos a llegar, y ha sido espectacular. Tenemos incluso el sueño que los ministros de turismo de estos países recorran el camino con nosotros, y vean lo inmenso que es”.

Más info en Caminodelosjesuitas.com y en Camtur.com.uy