Este 2025 fue un año épico para Ignacio Pignataro (31). Para empezar, porque se consagró Campeón Panamericano de Longboard. Sucedió en julio y fue la primera vez que se escuchó el Himno Nacional en una premiación internacional de este deporte. El video de Nacho con la mano en el corazón entonando las estrofas del poema patrio se reprodujo dentro y fuera de nuestras fronteras. “Ese momento fue muy fuerte. Fue realmente un sueño cumplido, poder cantar nuestro hermoso himno con la de Oro colgando en el cuello. ¡Fue imposible no llorar! Además, fue muy lindo lo que generó ese video en las redes. Se hizo viral y los comentarios (que se pueden leer en su perfil de Instagram) son el espíritu que queremos en el deporte uruguayo: todos juntos tirando para delante”.
Pero el año que termina también ha sido memorable para él, por otros hitos. Por ejemplo, porque también se convirtió en el primer uruguayo en ganar un evento LQS de la World Surf League. Así explica él mismo lo que esto significa: “en 2024 y 2025 integré la élite del surf mundial compitiendo en el WSL World Longboard Tour. Sin dudas, es un highlight en mi carrera, pero no un punto de llegada, sino un punto de partida. Estar ahí me confirmó que pertenezco a ese nivel y que ahora, el desafío es aún más grande. Quiero ir por los resultados”.
La lista de méritos aún no acaba. Este montevideano, radicado una parte del año en Punta del Este, y la otra en distintos destinos del mundo, siempre que encuentre mar y olas, es además embajador de la marca país Uruguay Natural; ostenta otras dos medallas panamericanas alcanzadas en años anteriores, fue el primer latinoamericano invitado al Vans Duct Tape Invitational (evento icónico del longboard tradicional) y es miembro de la Athletes’ Commission de la International Surfing Association. Es el primer uruguayo en ocupar este rol. “Se trata de un espacio importante porque permite representar a los surfistas del mundo en la toma de decisiones del deporte”, comenta.
Paralelamente Nacho es productor del Uruguay Longboard Festival, una etapa oficial del circuito mundial de la WSL que se realiza en nuestro país y que atrae a muchos de los mejores surfistas de la región a nuestras olas. Esas mismas olas junto a las que creció. Así recuerda sus primeros años de acercamiento a lo que hoy es la vocación de su vida: “mi vínculo con el mar apareció desde chico. Siempre me llamó la atención esa mezcla de juego, desafío y libertad que solo se siente ahí. El surf llegó como una extensión natural: primero como una aventura, después como una pasión y hoy como una manera de vivir. Para mí el surf es un juego con el agua, un aprendizaje constante. Una relación que sé que me va a acompañar toda la vida, esté donde esté, y pase lo que pase con las competencias”.
En la previa al inicio de la temporada estival, cuando la playa y el mar vuelven a recibir a cientos de visitantes, es un tiempo propicio para consultar a un profesional como Nacho qué consejo daría a los niños y jóvenes que están pensando en comenzar a surfear. Ante la pregunta, el campeón responde sin titubeos: “que se animen. El surf es un deporte hermoso, desafiante, creativo y muy noble. Enseña paciencia, constancia y respeto por la naturaleza. No hace falta empezar siendo bueno: hace falta empezar con ganas. Las recompensas llegan solas”.
Por el momento, Nacho no imparte clases regulares, pero sí organiza y acompaña viajes privados y experiencias de surf a medida, para grupos con nivel medio-alto de práctica, que quieran vivenciar sesiones en lugares paradigmáticos para este deporte. “Ahí combino guía, coaching y elección de spots, según nivel, para que cada surfista pueda explotar su potencial y disfrutar una experiencia única en el agua”.
Hacia el futuro, son muchas las metas que tiene trazadas. Todas con el mar en el horizonte. “Tengo un compromiso conmigo mismo de intentar ser cada vez mejor. Quiero seguir compitiendo en la élite del World Longboard Tour, soñar en grande y pelear entre los mejores del mundo. También quiero seguir impulsando el surf uruguayo, mostrar que es posible llegar a las grandes ligas y no solo participar, sino competir para ganar. Si mi camino inspira a que un niño o niña de Uruguay crea que puede llegar a un nivel mundial, ya es otro sueño cumplido. Pero más allá de todo eso, el surf es parte de mi vida para siempre: es pasión, es juego, es naturaleza y es lo que me hace sentir vivo”. Más en Instagram | @Nacho Pignataro