Redacción El País
Carlos Alcaraz ya está en la final de Roland Garros 2025. Otra vez. Como en 2024. Como lo había soñado. Como lo hace posible su tenis agresivo, su cabeza blindada y esa capacidad para sobrevivir incluso cuando las papas queman.

Este viernes por la mañana, bajo el cielo de la Philippe-Chatrier, el español se impuso frente al italiano Lorenzo Musetti por 4-6, 7-6 (3) y 6-0 y 2-0 en un partido que terminó antes de tiempo, pero que no dejó de ser una batalla de dos horas y 25 minutos.

Musetti, reconocido por su revés a una mano, obligó al campeón defensor a remangarse desde el arranque. Le ganó con autoridad el primer set y encendió las alarmas de los hinchas españoles en la tribuna. Pero Alcaraz —que ya le había ganado este año la final de Montecarlo y la semi de Roma— activó el modo gladiador y empezó a inclinar la cancha con sus golpes profundos y su consistencia física. Hasta que, en el cuarto parcial, una molestia en el muslo izquierdo obligó al italiano a decir basta.

Con ese desenlace, el murciano se metió por segunda vez consecutiva en la final de Roland Garros. Y aunque el cierre no fue el que imaginaba, el objetivo para él está cumplido.

"Sólo queda un paso. Me encuentro muy bien, tengo la sensación de jugar bien", declaró desde la cancha frente a los ojos del público.

Horas más tarde, también se pronunció en sus redes sociales con un mensaje para Musetti: "¡Mantenete fuerte! Espero que te recuperes muy pronto. Nadie quiere ganar así, pero estoy muy feliz de estar de vuelta en la final de Roland Garros".

El rival saldrá del partido entre Novak Djokovic y Jannik Sinner, que también juegan este viernes. Sea quien sea, la final promete ser otro capítulo vibrante. Se jugará desde las 10:00 este domingo, día en que Roland Garros conocerá a su nuevo campeón.