Redacción El País
Este año se cumplió el centenario de lo que Nacional reconoce como "La gira más grandiosa" y es que en 1925 el equipo tricolor emprendió una gira por Europa que duró más de seis meses y tuvo 38 partidos en 23 ciudades de nueve países. Los tricolores tuvieron un saldo de 26 triunfos, siete empates y cinco derrotas, anotando 130 goles y recibiendo solo 30. Fue un esfuerzo. Hubo lesionados, un periodista preso, un jugador que volvió para internarse en el Vilardebó y el Bolso acaba de contar la historia de Ramón "El Gordo" Macía, el hincha que viajó con la delegación y terminó jugando.
El triunfo de la selección uruguaya de fútbol en los Juegos Olímpicos de Colombes 1924 había despertado el interés en Europa de ver al fútbol uruguayo y Nacional decidió mover sus contactos para recorrer el Viejo Continente.
El 8 de febrero de 1925 una delegación de 37 personas partió del puerto de Montevideo. Los tricolores llevaron a figuras de su equipo como Andrés Mazali, Héctor Scarone, Héctor Castro, Ángel Romano, Santos Urdinarán y Pedro Petrone, pero también fueron cedidos algunos futbolistas de otros equipos como José Nasazzi y José Leandro Andrade de Bella Vista, Pedro Arispe de Rampla, Pedro Cea de Lito, Alfredo Ghierra de Universal y René Borja de Wanderers.
En esa delegación, entre algunos dirigentes, estaba también El Gordo Macía, que tenía 28 años a ese momento, jugaba en la Liga Matutina (una competencia amateur que organizaba el club en el Parque Central) y viajó a Europa para cumplir funciones como el utilero del equipo.
A semejante desafío, no le faltaron los contratiempos. el defensa Manuel Varela dio señales de problemas mentales y tuvo que ser enviado de regreso. Pocos días después sería internado en el Hospital Vilardebó. José Vanzino pidió volver a Uruguay, agotado por los traslados y frente al Barcelona, Pedro Petrone se rompió los meniscos.
Además, uno de los periodistas que cubrían la gira, Ramón Álvarez, del diario El Día, fue encarcelado por la dictadura de Primo de Rivera en España debido a una entrevista que le había hecho en París al escritor y filósofo Miguel de Unamuno. Fue liberado recién tras 15 días gracias a gestiones diplomáticas.
Ramón "El Gordo" Macía cumplió el sueño de todo hincha
En esa gira, Nacional tuvo resultados memorables. 0-0 y 6-0 a la selección de Francia, 2-2 con el Barcelona, 3-0 al Genoa, 2-2 con el Valencia, 5-1 a la selección de Suiza, 2-1 al Rapid de Viena, 5-1 a un combinado de Bélgica, 7-0 a un combinado de Holanda, 2-0 a la selección de Austria, 5-0 al Sporting de Lisboa, 2-2 con el Celta de Vigo.
Tan destacado como los resultados fue lo que hizo Macía, que pasó de ser utilero a un jugador más del equipo. El cansancio, las lesiones y otra serie de contratiempos obligó a suspender algunos partidos, pero cancelar algún compromiso hacía perder al club dinero necesario para seguir sosteniendo la gira.
Por esa razón, el 17 de mayo de 1925 Nacional dividió a su delegación en dos equipos y jugó dos partidos en Europa el mismo día. Haciendo base en Chequia, un equipo con las mejores figuras viajó a Bruselas, Bélgica para jugar ante el seleccionado local, mientras que un equipo "B" se presentó en París para enfrentar a un seleccionado franco-suizo.
Ese segundo equipo estuvo integrado por varios suplentes, algunos refuerzos que recién habían llegado de Uruguay y Ramón "El Gordo" Macía. De hincha a utilero y de utilero a jugador, disputó aquel partido como volante central y el encuentro terminó con victoria 3-0 del tricolor gracias a los goles de Suffioti, Borjas y Cea.
Tras ese hito, El Gordo Macía fue prosecretario de Nacional en 1939 y también fue parte de otra hazaña futbolística, aunque esta vez no como jugador. En 1928 fue parte de la delegación uruguaya en Ámsterdam donde la selección uruguaya bordó su segunda entrelal en los Juegos Olímpicos de 1928.
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