Álvaro "Tata" González fue futbolista profesional durante casi 20 años y en 12 de ellos representó a la selección uruguaya. Una vez anunciado su retiro, ya sabía que su próximo paso era entrar en el mundo de la dirección técnica. A la hora de decidir dónde comenzar esta nueva carrera, optó por Old Christians de la Liga Universitaria. En diálogo exclusivo con Ovación, el exvolante mostró su alegría por representar a ese club y reveló los motivos que lo hicieron decantarse por la institución.
Además, contó qué cualidad tomaría de Óscar Washington Tabárez y de qué manera la reconocida película "La sociedad de la nieve" generó "arraigo e identidad" en su actual equipo.

- Hace días asumiste como entrenador en Old Christians de la Liga Universitaria, ¿pensás que es el lugar ideal para comenzar tu carrera de DT?
- Sí, creo que es el mejor lugar donde podría iniciar como entrenador. Tomé muy convencido la decisión porque ya tenía en mente desenchufarme un poquito del profesionalismo, principalmente porque considero que el rol de técnico demanda mucho más tiempo que el de futbolista. Tenés que estar 24 horas planificando y me parecía que no era lo que yo quería una vez que me retirara. También se suma el hecho de que considere importante recoger herramientas antes de tener alguna oportunidad en el profesionalismo. Porque en el fútbol además siempre me tocó esperar para tener las oportunidades y eso también es otra enseñanza que tuve. Hoy en la dirección técnica pienso que tiene que ser igual el camino: despacio, recogiendo herramientas y, si algún día pasa, que me toque con toda la preparación posible para no fracasar. Si bien queremos ganar y la ilusión de conseguir cosas lindas en Old Christians está, ni al entrenador ni a los jugadores se los crucifica por cometer errores, que son normales en esta profesión.

Foto: Juan Manuel Ramos.

- ¿Por qué optaste por Old Christians y no por otro club?
- Creo que es el lugar indicado. Me toca llegar a un club donde tengo un par de amigos trabajando, que son los que me acercaron como posibilidad, y que trabajan de forma muy seria, en algunos casos con mayores comodidades que equipos de Primera División. Tienen un complejo deportivo precioso, los recursos materiales que quieras y, sobre todo, mostraron muchas ganas de que yo fuera.

- ¿Cómo fue la primera vez que te paraste enfrente al plantel?
- El primer entrenamiento fue el martes 6 de febrero, pero antes tuvimos una comida como lanzamiento del año donde nos presentaron no solamente a mí, sino a los distintos cuerpos técnicos porque es un club que tiene cinco reservas, Sub 20, fútbol femenino, Pre Senior, Senior y baby fútbol. Es impresionante la cantidad de gente que mueve, que además eso genera momentos conmovedores como el hecho del equipo de rugby del accidente aéreo en Los Andes. Hay mucha identidad con el club y sentimiento de por medio. Noté eso de inmediato y ese sentido de pertenencia a la hora de jugar al fútbol se puede llegar a reflejar.

Foto: Juan Manuel Ramos.

- ¿En qué aspectos concretos percibiste esa identidad y sentimiento hacia los uruguayos que sufrieron el accidente aéreo en la Cordillera de los Andes?
- Primero es un club con muchísima gente que, salvo alguna excepción, son todos alumnos del colegio, entonces se conocen casi todos ya desde su etapa estudiantil. No solamente los jugadores, sino también sus familias. El otro día en la en la presentación estaban algunos padres ya veteranos que jugaron en el Old Christians que les transmitieron a sus hijos los sentimientos por el colegio, por la parte deportiva del club y algunos de ellos mencionaban hasta la posibilidad de ver a sus nietos jugar acá el día de mañana, entonces esas cosas van generando un sentido de pertenencia y una identidad que está muy buena. En la Liga eso pasa en pocos equipos. Old Christians es un club muy tradicional y en este momento con la película “La sociedad de la nieve” nos trajo nuevamente a la cabeza lo que fue el accidente y cómo esos uruguayos salieron adelante. Nos conmovió a todos y es lindo llegar al club cuando todo el mundo está hablando en Uruguay y en el mundo de lo que superó ese equipo de rugby en los Andes, y ser parte de Old Christians es lindo también.

- ¿Cómo influyen esos factores en el plano deportivo?
- A nivel deportivo a esa identidad y arraigo se le puede sacar un plus porque estás jugando con amigos con el deseo de hacer un buen campeonato. Es un club que desde hace unos años está apuntando bastante más al fútbol. El rugby es el primer deporte, pero ha mejorado bastante la estructura de fútbol y comenzamos el campeonato con la ilusión de colgarnos la primera medalla como campeones de la liga mayor, que todavía se le ha negado.

- En ese primer contacto con el plantel, ¿llegaste a saber qué impresión les generó la película “La Sociedad de la Nieve”?
- Sí, los conmovió. Vi que la comentaban con aceptación y que les había gustado la forma en la que se realizó la película. Incluso los ha movido a generar también alguna jornada de encuentro deportivo y amistoso con la gente del equipo Numa, que también participa en la Liga Universitaria en otra divisional. No lo habían hecho todavía y la película generó un poco el hecho de decir: ‘Qué importante que fue Numa para los integrantes de ese equipo de rugby con todo lo que hizo. No era amigo de la mayoría porque no era del mismo colegio y, sin embargo, mirá todo lo que hizo por ellos’. Surgió esa idea de parte de Old Christians para tratar de generar esa jornada que ya está programada.

- ¿En qué consistirá?
- Sería una jornada deportiva en la que se enfrentarían con amistosos en todas las categorías que ellos presenten.

Foto: Juan Manuel Ramos.

- Estuviste casi 12 años jugando en la selección, ¿qué huella dejó en vos el maestro Tabárez como entrenador?
- No hay ni que hablar de la importancia que tuvo el maestro Óscar Tabárez para el fútbol uruguayo: volvimos a ser competitivos durante muchísimos años, estuvimos presentes en todos los mundiales de la mayor y juveniles y sobre todo la ilusión que despertó en el futbolero y en todos de sentarse a ver a Uruguay con la expectativa de poder ganarle a quien sea. Después se consiguieron muy buenos resultados y otros no tanto, pero eso de sentarse a ver Uruguay con ilusión, que es de lo que vive el hincha, me parece que es el mayor mérito y logro del proceso que me tocó vivir con Tabárez porque las camisetas en la calle ya no eran solo de Nacional o Peñarol, sino que ya estaba la de Muslera, la de Suárez, la de Forlán, entonces le devolvió la alegría a los niños que esperaban cada vez más para ver a Uruguay.

- Si pudieras tomar alguna cualidad específica de él como entrenador para incorporarla a tu carrera, ¿cuál sería ?
- El convencimiento de sus decisiones que seguramente estarían recontra fundadas y no se movía de eso, pero no era terco. Muchos le exigían que fuera más ofensivo, pero varias de las Copas América las arrancó jugando con tres puntas y dos volantes ofensivos. Después los resultados no eran buenos de arranque, tenía que cambiar y lo hacía. Pero convencido y tomando sus propias decisiones, no por comentarios de periodistas o el público en general, que es normal y siempre pide jugadores y esquemas. Pero por algo hay un entrenador, que es el que toma las decisiones y conoce más a sus jugadores. Su convicción fue determinante. Muchas veces no caía bien, pero creo que fue fundamental para todo su proceso del maestro: tenía la convicción de lo que quería y se mantenía en eso sin dejarse doblar por críticas.

- ¿A qué pretenderán jugar los equipos del Tata González?
- Eso vamos a ver cómo se va decantando. A todos nos gusta ser protagonista, tener la pelota, ser agresivos y generar muchas situaciones de peligro, pero después no es solamente lo que quiera el técnico sino también la realidad del plantel que tenga. Se tiene que adaptar mucho, no solamente los jugadores al DT, sino también al revés. La identidad de mis equipos la voy a ir generando a medida que vaya pasando el tiempo. Tengo una idea de cómo quiero jugar, de mi esquema, pero después el transcurso de los campeonatos y de los años me van a ir moldeando. No soy muy modernista en cuanto a salir jugando en el fondo con el arquero y los centrales, que hoy se está marcando mucho como tendencia arriesgando por demás. Eso ya puedo decir que no es algo que me guste mucho, pero tampoco es pegarle para arriba todas las veces. Después pretendo un buen juego colectivo con un equipo corto y tratando de lastimar al rival lo más rápido posible y, si no, a través de la tenencia.

Foto: Juan Manuel Ramos.

- ¿A futuro tenés el sueño de dirigir a Nacional y Defensor?
- Esto es como arrancar otra carrera de cero. Y cuando empecé a jugar al fútbol de chico soñaba con llegar al cuadro del que era hincha (Nacional). Después empecé con 11 años en Defensor y soñaba con jugar en Primera, que lo logré. Y luego de tantos años ya también lo siento como mi equipo. También soñé con la selección desde chico y esas son cosas que hay que anhelarlas e ir por ellas. Sé que el camino puede llegar a ser largo o puede que no, pero sí siento que la forma para lograr cosas importantes es ir arrancando despacio.