FÚTBOL Y GUERRA
Se fueron todos los brasileños del plantel y dos jugadores ucranianos quedaron combatiendo en su país
Los futbolistas del Shakhtar Donetsk, uno de los grandes del fútbol ucraniano, entrenan ahora en Estambul, prosiguiendo su exilio lejos de sus aficionados debido a la invasión rusa de su país.
“Es muy difícil perder tu casa (...), tener que correr de un lugar a otro, todo ello a causa de un tirano, de un dictador”, afirma a la AFP el arquero Andriy Pyatov, de 37 años, 14 de los cuales en el arco del Shakhtar.
Con 480 partidos jugados, conquistó 10 de las 13 ligas ucranianas que figuran en las vitrinas del club, contra 16 de su rival histórico, el Dinamo de Kiev.
La invasión rusa, que impidió la reanudación del campeonato ucraniano al término de la pausa invernal, llevó a los jugadores del Shakhtar a Estambul el 6 de abril. La semana pasada inició en Atenas contra el Olympiakos una gira de partidos amistosos destinados a recaudar fondos que servirán de ayuda a los huérfanos de guerra en Ucrania.
Los 13 brasileños que lucían hasta el inicio del conflicto los colores del Shakhtar huyeron del país a finales de febrero. Sólo dos jugadores permanecen aún en Ucrania: Georgiy Sudakov, cuya mujer está a punto de dar a luz, y Viktor Kornienko, que se unió a las fuerzas de defensa territoriales. El resto del plantel pudo abandonar Ucrania con una autorización especial, pues rige una prohibición para todos los varones de 18 a 60 años (la edad de combatir) de salir del territorio.