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¡Qué regreso, Cachila! Ramón Arias volvió a Peñarol tal como se fue: levantando copas

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Peñarol derrotó 1-0 a Plaza Colonia y se quedó con la Supercopa Uruguaya. Foto: Ricardo Figueredo.

SUPERCOPA URUGUAYA

El aurinegro derrotó 1-0 a Plaza Colonia con un gol en contra en la última jugada del alargue y obtuvo la Supercopa por segunda vez en su historia. El defensor fue protagonista en la jugada decisiva.

Cuando Peñarol fue a buscar a Ramón Arias lo hizo con la intención de seguir llevando adelante una política adoptada por el club: traer jugadores identificados con la causa, que sientan la camiseta y que transmitan ese sentimiento por los colores.

Y el aurinegro no falló. Desde que regresó a la institución y se sumó el plantel en el inicio de la pretemporada, Cachila comprobó que está hecho a la medida de Peñarol y aportó soluciones de todo tipo porque el empuje de anoche para ganar la Supercopa Uruguaya venciendo 1-0 a Plaza Colonia en el Campus Municipal de Maldonado no fue casualidad.

Hay una causalidad y el futbolista de 29 años sigue sumando logros con el club. Primero que nada, el zaguero se adueñó tras su regreso a la institución de un lugar en la defensa del mirasol y no necesitó de partidos de entrenamiento para ponerse a punto. Desde el primer juego de verano, en la goleada ante Barracas Central, no solo fue importante para mantener el arco en cero sino que además, anotó un gol en el 4-0 del aurinegro en Maldonado.

Cristian Olivera traslada la pelota en el juego ante Plaza Colonia. Foto: Ricardo Figueredo.
Cristian Olivera traslada la pelota en el juego ante Plaza Colonia. Foto: Ricardo Figueredo.

Los encuentros de pretemporada siguieron pasando hasta que llegó el clásico del miércoles 26 de enero en Maldonado, el segundo del verano luego del empate sin goles en el Centenario el sábado 22. Peñarol volvió a mantener la valla invicta en ese encuentro importante y como por si eso fuera poco, Cachila convirtió de cabeza el gol del triunfo 1-0 frente a Nacional.

Y luego de ese partido en el Campus, el equipo de Mauricio Larriera dejó atrás la pretemporada y en un abrir y cerrar de ojos arrancó el año de manera oficial con la disputa de la Supercopa Uruguaya.

Plaza Colonia fue el rival aurinegro y el equipo de Eduardo Espinel vendió muy cara la derrota en un partido que no tuvo tantas emociones, pero sí algo de dramatismo, sobre todo en el alargue.

Es que tras un primer tiempo en el que Peñarol dominó y fue superior, al carbonero le faltó lo más importante para ponerse en ventaja: el gol.

Ignacio Laquintana volvió a mostrarse picante en velocidad por la derecha, combinó mucho y bien con Matías Aguirregaray, pero el equipo de Larriera careció de la profundidad en la ofensiva y no generó demasiadas chances.

En el complemento, el rendimiento mirasol bajó, Plaza Colonia creció bastante, ganó metros en el campo de juego y con buenas incursiones en ataque complicó al mirasol, pero no fue efectivo.

Nicolás Dibble jugó un muy buen partido. En la primera parte estuvo solo, pero en la segunda, se le sumaron socios como Vitao, el Flaco Álvaro Fernández y Juan Cruz Mascia para generar peligro.

No lograron superarse en los 90’ reglamentarios y el partido se fue a tiempo suplementario. En el alargue los dos trataron de inquietar, pero no consiguieron desnivelar en el marcador a pesar de haber generado varias situaciones de peligro y cuando parecía que iba a haber penales, el mirasol se llevó puesto al rival con la camiseta y tuvo su recompensa para la alegría de todo el pueblo carbonero.

Ramón Arias se vistió de 9, peleó una pelota en el área de Plaza y la mandó al medio. Nicolás Ayala, en contra, la mandó al fondo de la red y le dio al carbonero el 1-0 que a esa altura iba a ser definitivo porque ya se jugaban los descuentos.

Peñarol festejando la Supercopa Uruguaya en el Campus de Maldonado. Foto: Ricardo Figueredo.
Peñarol festejando la Supercopa Uruguaya en el Campus de Maldonado. Foto: Ricardo Figueredo.

Peñarol dejó dudas en el rendimiento colectivo y sufrió, pero el que no dejó dudas fue Ramón Arias. Volvió al carbonero y lo hizo tal como se fue: levantando copas.

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