SILVIA PÉREZ
Después de muchos días de nervios y ansiedad, el volante Julio Mozzo se hizo presente en la sede de Peñarol, firmó el contrato que lo une a la institución por los próximos tres años y entrenó en Los Aromos.
Se cierra así un capítulo que había comenzado meses atrás, cuando Pouso se fue a Inglaterra y Gregorio Pérez quiso traerlo a Peñarol. Desde ese momento, el volante se ilusionó con incorporarse a los aurinegros y ayer, por fin, concretó su sueño. Es más, su voluntad fue clave en el tema, pues cuando se hablaba del interés de otros equipos, le dijo a su representante que quería jugar en Peñarol.
"Después de tantos días de nerviosismo y tensión, míos y de mi familia, todo se concretó. Se sufre, sobre todo la familia que lo vive de la misma manera que uno o un poco más. Son momentos difíciles. Es muy bravo, uno trata de no escuchar la prensa, pero lo primero que hace es escuchar. Para peor ahora al final, también hubo un retraso y yo ya no sabía que hacer. Me habían llamado Pablo (Bentancur) y Anabela (su secretaria) y me dijeron que me venían a buscar, pero se retrasaron. Estas últimas horas fueron muy difíciles, pero ahora que ya firmé estoy mucho más tranquilo", comenzó diciendo un emocionado Julio Mozzo que lucía por primera vez la camiseta número 5 de Peñarol.
Más adelante, admitió que llegar a Peñarol era un anhelo que le había sido esquivo. "Es algo que se venía postergando. Esta vez la negociación no fue tan dura como la otra vez. En la oportunidad anterior hubo una diferencia que no permitió que se pudiera concretar. Pero eso ya pasó y ya soy jugador de Peñarol. Siempre dije que soy un agradecido a Central Español por todos los años que viví ahí".
Dijo a su vez, que a pesar de haberse enterado del interés de otros equipos, siempre había tenido claro que iba a ponerse la camiseta aurinegra. "Estaba enterado del interés de Gimnasia y Esgrima, pero lo hablé con Pablo (Bentancur) hace un par de días y decidimos venir a Peñarol, que es un paso muy importante para mí. Yo quería jugar en Peñarol y se lo manifesté a mi representante. Si bien ir a Gimnasia era importante por el tema económico, yo preferí venir a Peñarol. Además, ser la prioridad del técnico también fue muy importante para mí".
Luego aclaró que nunca tuvo una oferta de Nacional. "Nadie de Nacional habló conmigo, creo que hubo un diálogo con mi representante, pero no pasó más de eso", afirmó.
Después de decir que su prioridad es acoplarse lo más pronto posible al grupo y pelear un puesto, se refirió al tema de cómo podría compartir el medio de la cancha con Egidio: "Juego en la posición que el técnico disponga. Me gusta jugar de número cinco, pero si hay que dar una mano en otro puesto lo voy a hacer".
Finalmente, admitió que se había emocionado al verse en el espejo con la camiseta y admitió que recién respiró cuando puso la firma. "Hasta que uno no firma no está tranquilo. Cuando firmé suspiré de felicidad. Trato de mantener la calma, pero estoy viviendo algo muy fuerte".
La tarde en que Julio Mozzo se sintió David Beckham
La firma del contrato por parte de Mozzo estaba prevista para las 14:00 horas, pero el volante recién llegó a la sede de la calle Magallanes dos horas más tarde. Para peor, en varias emisoras anunciaban que el pase se había complicado por la oferta de un equipo argentino. Al consultar al gerente aurinegro Rafael Valdez, respondió nervioso: "No sé, aún no me han llamado". Pasaba el tiempo y nada. Ni rastros de Mozzo. A esa altura los nervios de periodistas y fotógrafos eran casi tan grandes como los del propio jugador. Al fin llegó y, seguramente, se sorprendió con la cantidad de gente que lo esperaba.