"Que me recuerden como el que nunca bajó los brazos"

1/1:  cavani 20110219 720x500 ()

Acaba de terminar el entrenamiento de su club. El jugador de 24 años de Salto toma el coche y enchufa el manos libres. Es un tipo alegre. Sensato. Siempre habla en plural, de él y de su mujer Soledad. Toma mate por las mañanas, habla por skype con un pastor de la Iglesia de Salto, es pichichi, disfruta de una ciudad como Nápoles y de la pasión de la gente por el Napoli, segundo en la Liga italiana de fútbol. Es uno de los jugadores más destacados del fútbol mundial.

- ¿Cómo fue su infancia?

-Crecí en un ambiente de gente a la que le gusta el campo y el fútbol. Nunca pasé las vacaciones fuera del país. Viajábamos por Uruguay, al campo, a los ríos. A eso me acostumbró mi padre.

-¿Cuándo se convirtió en El Matador?

-Cuando llegué a Nápoles los hinchas me apodaron así. Por el pelo, por esa gana que siempre tengo de ganar. Dentro de años podrán decir: `un día tuvimos aquí al matador`.

-¿Cómo vive la ciudad que el equipo esté tan arriba en la tabla?

-Hay un entusiasmo y una ilusión tremendos, ves a la gente soñar con algo. Y a mí me gusta soñar.

-¿Qué le dicen en la calle?

-El napolitano de por sí es un hincha muy fiel a su ciudad y a su camiseta. Es algo muy exagerado… te encuentras con gente que dice `te amo` `sos todo para nosotros` `sos nuestro sueño`.

-En su día lo fue Maradona. Desató la locura en la ciudad. Ahora usted es goleador ¿le pesa la responsabilidad?

-No, porque lo que más quiero es dejar una huella en esta ciudad y ser importante en este equipo. Quiero que me recuerden como un jugador que nunca bajó los brazos. Sé que el máximo goleador del Nápoles en `Serie A` fue Careca, con 19 goles (él lleva 20)y que el máximo goleador de este equipo fue Vojak con 22

-¿Cómo es el San Paolo?

-Es increíble, es gigante y cada domingo hay 50.000 personas… Cuando pongo pie en el campo siempre me acuerdo de Maradona que hizo historia aquí. Me da fuerza, me empuja hacia delante.

-¿Quedan fotos de Maradona en el vestuario o en el estadio?

-No. Las hay en la ciudad deportiva. Hay una grande, que me gusta, de Maradona y Careca con una Copa.

- ¿Delantero nació o se hizo?

-Lo llevo en la sangre, mi papá era delantero. De los que le gustaba estar en el área pero también sacrificarse. No tenía mucha calidad, pero la compensaba con la entrega. Siempre lo miré a él, incluso cuando jugaba más atrás. De chico yo era un volante de creación, fue con 15 años cuando un técnico me puso de delantero. Empecé a darme cuenta que era el lugar donde me sentía cómodo: sentía que tenía que ser muy inteligente para resolver cosas en muy poco tiempo, hacer movimientos para engañar a los defensas.

-¿Eso se aprende?

-Puedes nacer con el don. Para aprender nunca es tarde. Yo de los 4 a los 12 años nunca miré fútbol, me dedicaba solamente a jugar con mis amigos y a divertirme. Cuando me di cuenta de que quería llegar, empecé a mirar fútbol. Me fijaba en Van Nistelrooy, por la tranquilidad que tenía a la hora de definir, y en Batistuta, por la potencia, la fuerza y la velocidad. Les miraba para ver si un día yo también podía aplicarlo en la cancha.

-¿Qué tipo de nueve es?

-Soy un delantero que se entrega mucho al equipo en los momentos de dificultad, cuando hay que recuperar la pelota y trabajar en la parte defensiva. No me pesa nada bajar.

- Eso en el `calcio` se valora mucho.

- Sí, porque es un fútbol muy táctico, casi perfecto, muy difícil de jugar. Los defensas aquí están muy preparados. No arriesgan nada, están siempre arriba tuyo.