JORGE SAVIA
Juan Pedro Damiani, el Esc. Edgar Welker y Diego Benech se reunieron ayer con Julio Ribas y, de esa forma, entraron "de lleno" a conversar, ajustar criterios y, lógicamente, a manejar nombres de futbolistas con los que el entrenador aurinegro desea contar para la próxima temporada.
Con motivo y también como consecuencia de ese encuentro se especula que en el mismo se habló sobre la factibilidad de incorporar a Diego Alonso, que terminó su vínculo con Gimnasia y Esgrima de La Plata; al paraguayo Eduardo Aranda, que quedó libre de Liverpool y por el cual Nacional también se habría interesado; Nicolás Correa, zaguero negriazul que llegó al fin de su contrato, y el riverense Gastón Machado.
Asimismo, adjudicándosele tanta o más trascendencia que a la reunión de la pasada jornada, en lares aurinegros se señala que la sesión del Consejo Directivo de mañana será de suma importancia, porque en ella se pueden concretar las designaciones de un nuevo gerente general, un gerente de marketing y un encargado del área de comunicación e internet, lo que es considerado vital para la potenciación institucional de Peñarol por parte de la dirigencia encabezada por Juan Pedro Damiani.
Sin embargo, hay un tema pendiente que Peñarol debe encarar, como se dice habitualmente, agarrando el toro por las astas, y es el que tiene que ver en qué medida el recorte presupuestal ya largamente anunciado afecta al proyecto de formación de juveniles que Víctor Púa viene llevando a cabo desde hace dos años.
Concretamente, Damiani ya le comunicó al entrenador que el club no podrá seguir afrontando la erogación de 15.000 dólares mensuales por concepto de sueldos de los integrantes del cuerpo técnico de juveniles, pero nunca se produjo un diálogo formal, donde se le planteara a Púa el monto al que ascendería el recorte de salarios.
Según allegados a ambas partes, "hay buena voluntad de todos y comprensión de cuál es la situación actual en el mundo entero, que no es la misma de hace dos años", pero también es como pensó uno de los involucrados en voz alta: "En este tipo de situaciones siempre hay un punto de inflexión; se puede achicar hasta cierto límite, pero no de ahí para abajo".
La solución no parece fácil, además, porque Peñarol debe ajustarse el cinturón para bajar su presupuesto en casi 3 millones de dólares anuales, pero en el caso de Púa se da la circunstancia de que no hace mucho dejó de lado una oferta para dirigir a un club colombiano -de Medellín, más precisamente- con un contrato de US$ 50.000 mensuales, porque prefirió respetar el compromiso asumido hace dos años y seguir con el paciente trabajo de formación de futbolistas que viene llevando a cabo y que él mismo confía que se potenciará en su justa medida cuando -aparentemente el próximo 28 de septiembre- el Centro de Alto Rendimiento se ponga en marcha.
Lo cierto es que Peñarol, afuera de la Liguilla, está jugando "partidos" muy importantes. Cruciales, si acaso. Ayer con Ribas. Mañana con el Consejo Directivo. Con Púa...¿cuándo?
Casal está en Montevideo y Damiani no va a Buenos Aires
Es probable que en las próximas horas se produzca un encuentro entre Juan Pedro Damiani y Francisco Casal, pues el empresario está en Montevideo y el presidente de Peñarol resolvió no viajar ni permanecer varios días en Buenos Aires, como lo hace todas las semanas, para dedicarle todo el tiempo posible a la definición de todos los temas que el club debe resolver a corto plazo. La refinanciación de los atrasos salariales con los futbolistas aurinegros que son representados por el Grupo Casal y eventuales refuerzos para el equipo que dirige Julio Ribas serían algunos de los ejes de la presunta charla.