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A ocho años de la mordida de Luis Suárez a Chiellini en el Mundial de Brasil 2014

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Incidente. Suárez y Chiellini, segundos después del mordisco que originó su sanción. Foto: Nicolás Pereyra
Archivo El Pais

HISTORIAS

El partido es más recordado por la acción del delantero uruguayo que por la trascendente victoria que logró Uruguay con gol de Diego Godín.

Incidente. Suárez y Chiellini, segundos después del mordisco que originó su sanción. Foto: Nicolás Pereyra

Luis Suárez disfruta en familia este viernes 24 de junio de vacaciones junto a su amigo Lionel Messi, al que además saludó por su cumpleaños, pero hace ocho años atrás comenzaba a vivir un calvario. En una decisión impulsiva le daba un mordisco a Giorgio Chiellini que ensombrecería su carrera, aunque lejos estuvo de cortarla sino más bien impulsarla.

El marco era nada menos que la Copa del Mundo de Brasil 2014 y un Uruguay-Italia que definía el futuro de ambos, porque el que ganaba, avanzaba. Luis se había perdido el primer partido ante Costa Rica —en el cual la Celeste había sido sorprendida y derrotada 3-1— porque se venía recuperando de una operación en la rodilla a la que se había sometido a escasas semanas del Mundial.

Volvió en el segundo juego y fue figura ante Inglaterra, porque no solo fue titular, sino que además anotó los goles en el triunfo 2-0. Terminó ese juego con lágrimas de alegría por varios motivos: primero, porque le había ganado a la adversidad y se había recuperado en tiempo récord para estar en la Copa del Mundo; y segundo porque en ese momento jugaba en la Premier League y había sido muy criticado por la prensa británica.

Entonces llegó el tercer partido, ante Italia en Natal. La azzurra le había ganado a Inglaterra en el debut y también habían caído con los costarricenses, por lo cual el choque entre italianos y uruguayos era una especie de playoff: el que ganaba seguía y el que perdía se iba.

Con el entonces presidentre de la FIFA, Sepp Blatter, en la tribuna se disputó un partido intenso, que en los primeros 45 minutos tuvo muchas situaciones de peligro pero no goles. En el complemento también el juego se planteó de ida y vuelta y el minuto 33 se dio la jugada más comentada de todo el Mundial.

Suárez intentaba posicionarse en el área para recibir un posible envío desde la izquierda, cuando tuvo un roce con Chiellini y, a la altura del punto penal, el uruguayo lo mordió en el hombro izquierdo. El defensor italiano se fue al piso, el uruguayo se tomó sus dientes como para disimular que había sido un choque y el árbitro nada vio. Chiellini le mostró la marca en el hombro, pero no hubo prueba suficiente para una expulsión del Pistolero.

Suárez continuó en campo y se mantuvo hasta el final del partido. Dos minutos después de esa incidencia, a los 35', Gastón Ramírez mandó un córner desde la derecha y Diego Godín conectó un gran cabezazo para anotar el 1-0 que sería definitivo y metería a Uruguay en los octavos de final, mandando a Italia a casa.

En un primer momento Suárez negó que hubiera mordido a Chiellini. De hecho, se mantuvo en esa versión durante largo tiempo hasta que se lo confesó a su esposa Sofía Balbi casi un año después, según ella misma reveló. Sin embargo, dos días después se abrió la caja de Pandora.

Las imágenes que tenía TV Globo eran contundentes y fueron utilizadas por la FIFA, que reunida en Río de Janeiro dictaminó una sanción muy dura con la que quiso dar el ejemplo: 9 partidos de suspensión con Uruguay, prohibición durante cuatro meses de jugar, entrenar ni ingresar a recintos deportivos y 100.000 francos suizos de multa, unos US$ 110.000 que el propio Suárez pagaría de su bolsillo. Además, el Pistolero fue expulsado de Brasil, país que abandonó junto a su familia, que lo acompañaba.

Fueron días muy difíciles para él y su entorno. Todavía era jugador de Liverpool y lo quería Barcelona, pero la sanción podía trancar la transferencia. Igualmente, finalmente el club culé apostó por él, lo adquirió en 81 millones de euros y así comenzó otra etapa en su carrera deportiva. Conoció a Messi, se hizo amigo íntimo suyo y de Neymar y se transformó en el tercer goleador histórico de Barcelona.

Para Uruguay, sin embargo, fue un golpe letal su salida. El plantel sintió mucho desde lo futbolístico pero sobre todo desde lo anímico la sanción a Lucho, que abandonó entre lágrimas el hotel en el cual estaba Uruguay en Natal.

En el partido siguiente, ante Colombia por octavos de final en Maracaná, fue derrota 2-0 con doblete de James Rodríguez y el sueño de un segundo Maracanazo se desvaneció.

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