TORNEO INTERMEDIO

Jorge Giordano vivió el partido en el que Nacional le ganó a Fénix con muchísima intensidad. Durante todo el encuentro dio indicaciones, gesticuló y le habló a sus dirigidos, al punto que terminó sin voz.

El DT tricolor ordenó un 4-3-3, pero con algunas particularidades en el esquema. Por ejemplo, cada vez que Nacional atacaba, Ayrton Cougo se transformaba en un carrilero, el equipo quedaba con línea de tres en el fondo y Rodrigo Amaral jugaba libre, más volcado hacia el medio y cerca de Gonzalo Bergessio, dejándole el carril libre al melense.

Incluso, hubo oportunidades en las que Giordano le pedía a sus jugadores que buscaran a Cougo con pases largos y así sucedió; a veces fue Guzmán Corujo, otras Emiliano Martínez o Gabriel Neves. Había ocasiones en la que Cougo quedaba como delantero, teniendo que mirar la línea final de Fénix para no quedar en posición adelantada.

Giordano le insistió constantemente al equipo que fuera corto y que trabajara en bloque y en pocos metros, para no dejar grietas frente a un equipo que aprovecha bien los espacios. Por momentos del partido, como en una oportunidad que Paulo Vinicius sacó un tiro libre en largo, Giordano pidió que salieran en corto, con Martínez o Neves. El 32 jugó bien como tapón, con el 8 a su derecha y Joaquín Trasante a la izquierda, siendo los responsables de darle intensidad al equipo.

Ya en el segundo tiempo, Giordano se preocupó mucho por la toma de marcas en la pelota quieta y por la presión en ataque, para que el rival no pudiera salir con comodidad.

Apenas el árbitro pitó el final del partido, Giordano se fue rápidamente al vestuario, no sin antes ser interceptado por el capitán Gonzalo Bergessio, quien lo saludó y lo felicitó por el triunfo, que ambos sabían la importancia que tenía.