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Mauricio Larriera dijo que a Peñarol le faltó paciencia; ¿es tan así?

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Agustín Álvarez Martínez
ESTEFANIA_LEAL

ANÁLISIS

El equipo realizó 19 remates contra solo 1 de Fénix, por lo cual no es que no generó situaciones, sino que las definió mal. Laquintana le dio el recurso del tiro lejano.

Concretado el 0-0 de Peñarol con Fénix y cuando todavía los ánimos estaban muy alterados por el penal que no se sancionó en contra del futbolista Pablo Ceppelini, Mauricio Larriera se mostró muy calmado al momento de dar la entrevista a la televisión. Allí analizó el partido y dijo que a su equipo le faltó paciencia para ganar.

"Nos faltó un poquito de paciencia y precisión en el último pase, porque si bien tuvimos la pelota, generamos pero no tuvimos chances muy claras", dijo el entrenador carbonero, quien añadió: "Lo hemos hablado en el plan de juego que debemos tener mucha paciencia para tratar de vulnerar al rival. Estuvimos muy ansiosos y creo que es normal, porque nos lo transmite la gente, pero tenemos que volver a acostumbrarnos al rugir de la tribuna".

¿Fue tan así que faltó paciencia? Veamos. Claramente Fénix llegó con la intención de refugiarse en el fondo, evitar que funcionaran los circuitos  por las bandas (Giovanni González-Agustín Canobbio por derecha y Juan Manuel Ramos-Facundo Torres por izquierda) y que Agustín Álvarez Martínez no recibiera cómodo. Casi todo eso lo consiguió.

En lo único que falló, y solo en el primer tiempo, es en contener a Gio y Canobbio, pero en lo demás la defensa de Fénix se impuso sobre el ataque de Peñarol. Eso sí, el costo fue prescindir totalmente del ataque. Tanto fue así que no hizo ni un remate al arco. Su único intento se fue desviado.

Como contrapartida, Peñarol realizó 19 disparos, de los cuales 14 fueron al arco aunque la mayoría sin peligro. También es verdad que muchísimos ataques peligrosos del carbonero se dilucidaron mal, con envíos que se perdieron afuera o se pasaron en busca del receptor.

A eso se le debe sumar que el aurinegro provocó 11 tiros de esquina contra ninguno del rival.

Entonces, no es que a Peñarol le faltó paciencia. De hecho quizás hasta la tuvo de más, porque recién generó peligro real con disparos desde afuera del área de Ignacio Laquintana, quien jugó los últimos siete minutos y generó tres situaciones de gol con ejecuciones lejanas.

Peñarol monopolizó la pelota e intentó llegar con varios futbolistas al ataque. Lo hizo, pero más que paciencia faltó precisión para encontrar a alguno de ellos de cara al gol.

Ignacio Laquintana
Ignacio Laquintana le dio a Peñarol otra arma: el tiro de larga distancia. Foto: Estefanía Leal

Pensando en Athletico Paranaense

¿Da para preocuparse el rendimiento que tuvo Peñarol de cara al partido de ida por semifinales de Copa Sudamericana ante Athletico Paranaense a disputarse el jueves en el Campeón del Siglo? No, porque por idiosincrasia difícilmente un equipo presente una propuesta tan cerrada como la de Fénix y eso puede beneficiar a Peñarol, que seguramente tendrá más espacios.

Por otro lado Peñarol no jugó mal, sino que definió mal. Si en estos días consigue corregir eso y sobre todo que le lleguen más pelotas de frente al arco a Agustín Álvarez Martínez, las posibilidades de alcanzar la final de la Copa Sudamericana crecerán mucho.

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