Matías Mir: la hazaña con Cerro Largo en la Copa Sudamericana y la puerta abierta a jugar "en un grande"

Los jugadores de Cerro Largo iban camino a Melo -muchos de ellos dormidos- ayer por la tarde, después de horas de alta tensión en las que terminaron haciendo historia. Matías Mir, uno de los que estuvo presente en el milagro de Florencio Varela (el triunfo 2-1 como visitante a Defensa y Justicia y la clasificación a los playoffs de la Copa Sudamericana por primera vez), era uno de ellos.

“Llegamos y comimos tarde en el hotel y después era imposible dormirse con la emoción y la felicidad que sentíamos. Fue una cosa de locos. No me podía dormir: estaba en la cama mirando para arriba y pensando y no lo podía creer”, le dijo a Ovación poco después de atender el teléfono.

Titular, en un partido histórico que se cerró con goles de Leandro Otormín y Mauricio Affonso y en el que todos dejaron la piel en la cancha, vivió una de esas noches que quedarán guardadas para siempre en el baúl de los corazones arachanes.

Tan fresco es aún todo que hasta fue capaz de describir el momento exacto en el que se dio cuenta de que el milagro se había cumplido: “A lo último estábamos replegados atrás, sacando pelotas, y alguien cubrió una de las últimas y se fue afuera. Ahí dije: ‘Ya está, acá ganamos’. Sentí como un alivio de decir ‘ya está, terminó, saca Gino (Santilli, el arquero) y ganamos’”.

Foto: AFP

No es casualidad que a una tan temprana edad (22 años) ya sea la segunda vez que Mir hace historia con un club menor: lo había hecho con Deportivo Maldonado, cuando clasificaron a la Copa Libertadores de 2023 por primera -y hasta ahora única- vez. Evidentemente, un imán ganador tiene.

Recordado por su pasado en Peñarol, tuvo un inicio de carrera controversial. Pasó de ser la “joya” de las juveniles y que todos hablaran de él a que terminaran declarando a su representante persona no grata. Se fue a probar suerte en Italia y volvió en busca de una revancha en Uruguay, con alguna lesión por el camino. “Tuve momentos complicados cuando estuve allá en Italia. Estando solo se hace difícil, pero siempre traté de estar con la cabeza centrada en el objetivo. Allá tienen otras cosas y tácticamente son unos monstruos. Fue una experiencia que me tocó vivir y todo es aprendizaje. Pero ahora pienso para adelante”.

Foto: Cerro Largo.

¿Qué sigue para él? “A veces capaz que retrocedés un poco, pero eso también te puede impulsar a saltar de vuelta, ¿no? Ese es mi objetivo: tomar un impulso para pegar un salto de vuelta”.

El presente en Melo hoy parece ser circunstancial para Mir, que vive en la ciudad junto a su novia, que no es la única interesada en él, dice con humor una de las personas de su círculo íntimo.

Según pudo saber Ovación, hubo varios clubes que estuvieron preguntando por las condiciones futbolísticas del chico, que tiene doble nacionalidad -nació en Las Palmas, España- y no llegó a debutar en el primer equipo de Peñarol.

Cuando se lo consulta, ya parece haber superado el episodio y no deja ninguna puerta cerrada: “Me encantaría jugar en un grande”.

Foto: AFP.

Su contrato con Cerro Largo es hasta fines de 2025 y aunque su futuro es una incógnita, el presente futbolístico lo anima a sonreír. Uno de los grandes responsables de que esté a gusto en Melo es Danielo Núñez, quien le dio la confianza y le empezó a dar minutos: “Es un tipo tranquilo. A nosotros siempre nos va para adelante: busca sacar el mayor potencial del jugador, ya sean los jóvenes, los más grandes o referentes”.

A pesar de que tienen trayectos largos cada vez que viajan desde el noreste a Montevideo, los triunfos se disfrutan el doble: “Es algo diferente que tenemos a la mayoría de los cuadros de Uruguay, pero también nos hace más fuertes”.